/ jueves 31 de octubre de 2019

Fuera de Agenda | Incapacidad al desnudo

¿Para qué sirve la inteligencia aplicada a la seguridad?

La respuesta se dio el martes 30 de octubre en la conferencia de prensa “mañanera”, a partir de enumerar las fallas que ocasionó se abortara la misión en Culiacán de capturar a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “el Chapo” Guzmán.

Cuando el general Luis Crescencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional, explicó que los trabajos previos a la operación iniciaron al medio día del jueves 17 por parte del Grupo de Análisis de Información del Narcotráfico (GIAN), tras una semana en terreno, no tomaron en cuenta que a esa hora, horario local, escuelas, comercios y oficinas en esa zona de Tres Ríos, tienen un incremento de actividad por salida de las aulas y hora de la comida.

¿Cómo es posible que el GIAN, que depende del Estado Mayor de la Defensa Nacional, no tuviera información de inteligencia para saber que en esa zona el cartel de Sinaloa tiene casas de seguridad?

La pregunta salta a la vista por la rapidez con que hombres armados establecieron un anillo de protección sobre el punto donde habían capturado a Ovidio. Los primeros tiroteos se dieron en menos de media hora tras el inicio de la movilización de los militares.

El titular de la Sedena habló del circulo interno y círculo externo de seguridad de la operación. El externo estaba compuesto por tropas de la novena zona militar que se desplegaron por secciones, iban del 94 batallón de infantería, de la 14 C.I.N.E. (Compañía de Infantería No Encuadrada), del batallón 110 y Guardia Nacional. Al tener su sede en la ciudad, es de suponer que estas unidades conocían el terreno. Este círculo falló porque soldados del 94 de infantería no llegaron a donde debían porque fueron atacados al igual que la Guardia Nacional.

La seguridad exterior se frustró por ataques del anillo de protección de Ovidio. En paralelo se realizó una operación coordinada de las milicias del cartel de Sinaloa que tienen bien estudiado a su enemigo. En menos de una hora se rodearon bases militares en Cosalá, en la zona serrana hacia al sur; en Costa Rica a la salida sur de Culiacán, donde está el cuartel de la Tercera Brigada de Policía Militar; y en El Fuerte, al norte de la entidad.

A las cuatro de la tarde vino la segunda fase de la ofensiva criminal con ataques coordinados a instalaciones mlitares, la unidad habitacional militar y la fuga de reos del penal. Para las 17.49 horas, tiempo local, se retiraron las fuerzas de la operación y se abortó la misión. Ovidio fue liberado. En menos de media hora los criminales liberan a los 11 militares retenidos en la caseta de cobro y en dos puntos mas al norte de Culiacán.

El fallo fue a tal nivel que el general Maximiliano Cruz Ramos, comandante de la novena zona militar, fue emboscado junto a su grupo de comando en tres ocasiones distintas en el trayecto a la caseta de cobro donde habían retenido a los soldados. Lo mismo sucedió con el comandante de la 14 C.I.N.E. que salió a reforzar la seguridad de la unidad habitacional militar.

Lo revelador fue el despliegue de fuerza de los criminales en sitios tan distantes entre sí como Cosalá y El Fuerte. Y la amenaza de atacar bases militares en Durango, Chihuahua y Sonora, que son territorios del cartel.

¿Para qué sirve la inteligencia aplicada a la seguridad?

La respuesta se dio el martes 30 de octubre en la conferencia de prensa “mañanera”, a partir de enumerar las fallas que ocasionó se abortara la misión en Culiacán de capturar a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “el Chapo” Guzmán.

Cuando el general Luis Crescencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional, explicó que los trabajos previos a la operación iniciaron al medio día del jueves 17 por parte del Grupo de Análisis de Información del Narcotráfico (GIAN), tras una semana en terreno, no tomaron en cuenta que a esa hora, horario local, escuelas, comercios y oficinas en esa zona de Tres Ríos, tienen un incremento de actividad por salida de las aulas y hora de la comida.

¿Cómo es posible que el GIAN, que depende del Estado Mayor de la Defensa Nacional, no tuviera información de inteligencia para saber que en esa zona el cartel de Sinaloa tiene casas de seguridad?

La pregunta salta a la vista por la rapidez con que hombres armados establecieron un anillo de protección sobre el punto donde habían capturado a Ovidio. Los primeros tiroteos se dieron en menos de media hora tras el inicio de la movilización de los militares.

El titular de la Sedena habló del circulo interno y círculo externo de seguridad de la operación. El externo estaba compuesto por tropas de la novena zona militar que se desplegaron por secciones, iban del 94 batallón de infantería, de la 14 C.I.N.E. (Compañía de Infantería No Encuadrada), del batallón 110 y Guardia Nacional. Al tener su sede en la ciudad, es de suponer que estas unidades conocían el terreno. Este círculo falló porque soldados del 94 de infantería no llegaron a donde debían porque fueron atacados al igual que la Guardia Nacional.

La seguridad exterior se frustró por ataques del anillo de protección de Ovidio. En paralelo se realizó una operación coordinada de las milicias del cartel de Sinaloa que tienen bien estudiado a su enemigo. En menos de una hora se rodearon bases militares en Cosalá, en la zona serrana hacia al sur; en Costa Rica a la salida sur de Culiacán, donde está el cuartel de la Tercera Brigada de Policía Militar; y en El Fuerte, al norte de la entidad.

A las cuatro de la tarde vino la segunda fase de la ofensiva criminal con ataques coordinados a instalaciones mlitares, la unidad habitacional militar y la fuga de reos del penal. Para las 17.49 horas, tiempo local, se retiraron las fuerzas de la operación y se abortó la misión. Ovidio fue liberado. En menos de media hora los criminales liberan a los 11 militares retenidos en la caseta de cobro y en dos puntos mas al norte de Culiacán.

El fallo fue a tal nivel que el general Maximiliano Cruz Ramos, comandante de la novena zona militar, fue emboscado junto a su grupo de comando en tres ocasiones distintas en el trayecto a la caseta de cobro donde habían retenido a los soldados. Lo mismo sucedió con el comandante de la 14 C.I.N.E. que salió a reforzar la seguridad de la unidad habitacional militar.

Lo revelador fue el despliegue de fuerza de los criminales en sitios tan distantes entre sí como Cosalá y El Fuerte. Y la amenaza de atacar bases militares en Durango, Chihuahua y Sonora, que son territorios del cartel.