/ lunes 27 de abril de 2020

Generación Covid

Vivimos un momento de transformación, pero ¿realmente estamos conscientes de lo que esto implicará? En este momento de gran confusión, información cierta o falsa, que abona a la angustia, en la cruel ironía de la incertidumbre del futuro y la certidumbre de una crisis, tenemos la esperanza de regresar a una normalidad que se encuentra rota, sin saber cuál será el alcance de ésta. Nos recuerda al Otoño de la Edad Media de Huizinga, donde narra la transición al final de la Edad Media, en la que pocos entendieron que el mundo estaba naciendo.


Hoy concurren la pandemia del Covid, el aislamiento que ha generado y su impacto en la población global, a una economía mundial frágil, que ha conducido a una crisis sin precedentes. El desempleo global se suma al incremento en robots industriales y automatización. A una sociedad adicta a las redes y pantallas, que la ha entregado como actividad casi única. La globalización dejó de ser un paradigma único. El Estado Nación ya en crisis ha sido exhibido más limitado de lo que pensábamos y la política pareciera que se volvió un estorbo para las decisiones científicas. La ciencia misma cayó de la fantasía de una era de gran desarrollo, ya que nuestra herramienta frente a la pandemia es la misma que contaban los médicos de la peste, aislarnos.


Todos estos hechos marcarán a todos nuestros estudiantes que han visto su vida cotidiana cambiar y también sus entornos cercanos, un estado de ánimo de pesimismo, angustia y duda. Regresarán a clases en medio de una gran crisis económica, una sociedad enojada, con una relación cercana a la tecnología, pero como usuarios, no como creadores, con una perspectiva de futuro y de empleo poco esperanzadora, son quienes pagarán la crisis del calentamiento global, la escasez de agua, energía y eventualmente de alimentos. Serán sin duda una generación con características históricas únicas, propias, vivirán y construirán instituciones basadas en sus condiciones particulares. Son la Generación Covid.


El gran reto de la sociedad, y en particular del sistema educativo, es inspirar esperanza, sentido de progreso y propósito a esta nueva generación, ofrecerles contenidos educativos pertinentes a su realidad, no a la del siglo XX, así como las herramientas para generar comunidad, armonía, plenitud y prosperidad. El reto es también, en medio de la crisis, tomar las decisiones ambientales, económicas y políticas que den viabilidad para el futuro cercano o la Generación Covid probablemente tendrá que vivir en el mundo que no pudimos cuidar.

@LuisH_Fernandez

Vivimos un momento de transformación, pero ¿realmente estamos conscientes de lo que esto implicará? En este momento de gran confusión, información cierta o falsa, que abona a la angustia, en la cruel ironía de la incertidumbre del futuro y la certidumbre de una crisis, tenemos la esperanza de regresar a una normalidad que se encuentra rota, sin saber cuál será el alcance de ésta. Nos recuerda al Otoño de la Edad Media de Huizinga, donde narra la transición al final de la Edad Media, en la que pocos entendieron que el mundo estaba naciendo.


Hoy concurren la pandemia del Covid, el aislamiento que ha generado y su impacto en la población global, a una economía mundial frágil, que ha conducido a una crisis sin precedentes. El desempleo global se suma al incremento en robots industriales y automatización. A una sociedad adicta a las redes y pantallas, que la ha entregado como actividad casi única. La globalización dejó de ser un paradigma único. El Estado Nación ya en crisis ha sido exhibido más limitado de lo que pensábamos y la política pareciera que se volvió un estorbo para las decisiones científicas. La ciencia misma cayó de la fantasía de una era de gran desarrollo, ya que nuestra herramienta frente a la pandemia es la misma que contaban los médicos de la peste, aislarnos.


Todos estos hechos marcarán a todos nuestros estudiantes que han visto su vida cotidiana cambiar y también sus entornos cercanos, un estado de ánimo de pesimismo, angustia y duda. Regresarán a clases en medio de una gran crisis económica, una sociedad enojada, con una relación cercana a la tecnología, pero como usuarios, no como creadores, con una perspectiva de futuro y de empleo poco esperanzadora, son quienes pagarán la crisis del calentamiento global, la escasez de agua, energía y eventualmente de alimentos. Serán sin duda una generación con características históricas únicas, propias, vivirán y construirán instituciones basadas en sus condiciones particulares. Son la Generación Covid.


El gran reto de la sociedad, y en particular del sistema educativo, es inspirar esperanza, sentido de progreso y propósito a esta nueva generación, ofrecerles contenidos educativos pertinentes a su realidad, no a la del siglo XX, así como las herramientas para generar comunidad, armonía, plenitud y prosperidad. El reto es también, en medio de la crisis, tomar las decisiones ambientales, económicas y políticas que den viabilidad para el futuro cercano o la Generación Covid probablemente tendrá que vivir en el mundo que no pudimos cuidar.

@LuisH_Fernandez