A 195 años de la adopción en México de un régimen republicano, representativo, popular y federal.
En la Cámara de Diputados federal se encuentra representada toda la población a través de 500 integrantes que obtuvieron la mayoría de los votos en la pasada elección federal. Ello porque la mexicana es una democracia representativa en la que por medio de órganos legislativos se proponen, analizan, discuten y aprueban las leyes, reformas y exhortos que la situación nacional amerita, así como las acciones de control del poder público.
En los pasillos del Salón de Plenos de la Cámara de Diputados es posible encontrar al representante de los piñeros de Veracruz, maestros, comerciantes, empresarios, industriales, medios de comunicación, transportistas y universidades. Todos confluyen en un mismo sitio para tratar de acordar y volver sus intereses compatibles, lo cual la mayor de las veces es muy difícil, pero son los retos que enfrenta todo país democrático.
Al interior de la propia Cámara existen áreas cuya especialización no permite que cualquier diputado encabece sus trabajos, como es el caso de Presupuesto y Cuenta Pública, Hacienda, Justicia y Defensa Nacional, que requieren no sólo de especialistas en la materia, sino de gente experimentada que conozca los retos a los que se enfrentan los servidores públicos en el terreno de la operatividad.
En el caso de la Comisión de la Defensa Nacional, el Pleno de la Cámara de Diputados tuvo a bien designar como su presidente a un diputado federal oriundo de Baja California, quien además de contar con todas las cartas credenciales para desempeñar esta digna labor, forma parte del conglomerado de mujeres y hombres que mayor crédito social tiene en México, como lo es el Ejército y Fuerza Aérea.
Me refiero al General de División Diplomado del Estado Mayor, Benito Medina Herrera, quien es egresado del Heroico Colegio Militar.
Se trata de un hombre recto, nacionalista y consciente de la representación que en sus hombros descansa, como lo es la honorabilidad de las Fuerzas Armadas y la dignidad de cada una de las mujeres y hombres que lo integran. Por ello, ni una falta tiene en su hoja de servicio legislativo.
Su participación responsable, constructiva y oportuna en temas tan álgidos como la conformación de la Guardia Nacional, aplicación del Plan DN-III y protección de los derechos humanos ha sido fundamental para ofrecer a los legisladores una visión más amplia de la realidad que enfrenta el país.
Sin ser el portavoz de la milicia, su voz sí tiene el peso de un experto en el manejo de tropa y en la educación que se ofrece en los planteles militares. No en vano se ha encontrado asignado en Chihuahua, Estado de México, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Sinaloa y San Luis Potosí; al tiempo que ha sido director del Colegio de Defensa Nacional, director de Educación Militar y rector de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.
Se trata de un servidor público de excelencia que hoy, desde el recinto de San Lázaro, plasma su experiencia y capacidad en los proyectos de reformas que surgen de este órgano.
@jlcamachov
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