/ sábado 18 de abril de 2020

Giovanni Sartori, el comunicador

Hace tres años, en un mes de abril, partió de esta vida el florentino Giovanni Sartori a los 92 años de edad. Su opinión, como comunicador de masas hubiera sido de gran valor en estos días aciagos de la pandemia que azota a la humanidad entera.

Sartori, uno de los autores obligados de las escuelas de comunicación y ciencias políticas, publicó más de 30 libros entre los que se encuentran: “¿Qué es la democracia?”, “Homo Videns”, “La democracia después del comunismo” y “La Sociedad Multiétnica: pluralismo, multiculturalismo y extranjeros”.

Giovanni Sartori nació el 13 de mayo de 1924 en Florencia, Italia. Estudió Ciencias Sociales en la Universidad de Florencia de donde se graduó en 1946. Impartió clases de Filosofía Moderna, Lógica y Doctrina del Estado. Fue profesor emérito en la Universidad de Florencia.

Sartori sí marcaba una gran diferencia entre la noticia escrita y la televisiva. Dejó claro que no es lo mismo leer que ver; no es lo mismo pasar la vista por las páginas de un libro o un periódico que permanecer absorto siendo bombardeado a través de ojos y oídos por las emisiones televisivas.

Decía que el efecto que produce en el telespectador una noticia es momentáneo y tiene un corto tiempo de recordación. En cambio la palabra escrita permanece y es de más fácil recordación que la otra.

El politólogo Sartori hablaba con justeza del homo videns, o sea, el hombre imagen, figura en la cual nos estamos convirtiendo, aunque no nos percatemos de ello.

Sartori decía en uno de sus textos lo siguiente que es interesantísimo: “El proceso comienza desde la infancia. La televisión es la primera escuela del niño, en donde se educa con base en imágenes que le enseñan que lo que ve es lo único que cuenta. El niño aprende de la televisión antes que de los libros: se forma viendo y ya no lee. Dicha formación va atrofiando su capacidad para comprender, pues su mente crece ajena al concepto que se forma y desarrolla mediante la cultura escrita y el lenguaje verbal. (fin de la cita)

Lo que sigue de Sartori es excepcional, porque da en el meollo: “Dejando a un lado la función de entretenimiento que la televisión tiene, se concentra en su labor formativa. No es el homo ludens (jugador) el que le interesa, sino el homo videns. Si el niño crece junto al televisor, su concepción del mundo se vuelve una caricatura; conoce la realidad por medio de sus imágenes y la reduce a éstas. El acto de ver anula, en este caso, el de pensar. El concepto queda sumergido entre colores, formas, secuencias y ruidos de fondo. En tanto que la asimilación de una palabra requiere del conocimiento de un lenguaje y de una lengua, la imagen, por su parte, se procesa automáticamente: se ve, y con eso es suficiente.(fin de la cita)

Giovanni Sartori advertía que un mundo concentrado sólo en el hecho de ver es un mundo estúpido. El homo sapiens, un ser caracterizado por la reflexión, por su capacidad para generar abstracciones, se está convirtiendo en un homo videns, una criatura que mira pero que no piensa, que ve pero que no entiende.

El predominio de la televisión en la formación de la opinión pública está creando, a juicio de Sartori, una ‘videocracia’, que en la práctica supone alimentar de sustancia vacía la democracia como gobierno de opinión. El predominio del ver produce un efecto sobre la sociedad: la atrofia de la capacidad de entender. La televisión de bajo perfil de contenidos es la obra de gestores de escasa preparación intelectual y menguada sensibilidad cultural y social. El homo sapiens, que Sartori asocia a la cultura escrita y de la palabra, se transforma actualmente en homo videns, esclavo de la imagen.

"La televisión -decía Sartori-premia y promueve la extravagancia, el absurdo y la insensatez y multiplica al homo insipiens". En cuanto a la calidad informativa de la televisión, Sartori entendía que no sólo ofrece menos contenidos y peor contextualizados de lo que ofrecen otros medios, sino que banaliza, empobrece y falsea la información, fruto de una práctica profesional autodefensiva en la que se asume que la televisión es necesariamente así.

A continuación, cito otras, de las muchísimas frases que engarzó durante su vida, el comunicador Sartori:

“Es cierto que la televisión, a diferencia de los instrumentos de comunicación que la han precedido (hasta la radio), destruye más saber y más entendimiento del que transmite”.

“La televisión no es sólo instrumento de comunicación; es también, a la vez, paideía, un instrumento "antropogenético", un medium que genera un nuevo ánthropos, un nuevo tipo de ser humano”.

“El problema es que el niño es una esponja que registra y absorbe indiscriminadamente todo lo que ve. El niño formado en la imagen se reduce a ser un hombre que no lee, y, por lo tanto, la mayoría de las veces es un ser "reblandecido por la televisión", adicto de por vida a los videojuegos”.

Premio Primera Plana

Fundador de Notimex

pacofonn@yahoo.com,mx


Hace tres años, en un mes de abril, partió de esta vida el florentino Giovanni Sartori a los 92 años de edad. Su opinión, como comunicador de masas hubiera sido de gran valor en estos días aciagos de la pandemia que azota a la humanidad entera.

Sartori, uno de los autores obligados de las escuelas de comunicación y ciencias políticas, publicó más de 30 libros entre los que se encuentran: “¿Qué es la democracia?”, “Homo Videns”, “La democracia después del comunismo” y “La Sociedad Multiétnica: pluralismo, multiculturalismo y extranjeros”.

Giovanni Sartori nació el 13 de mayo de 1924 en Florencia, Italia. Estudió Ciencias Sociales en la Universidad de Florencia de donde se graduó en 1946. Impartió clases de Filosofía Moderna, Lógica y Doctrina del Estado. Fue profesor emérito en la Universidad de Florencia.

Sartori sí marcaba una gran diferencia entre la noticia escrita y la televisiva. Dejó claro que no es lo mismo leer que ver; no es lo mismo pasar la vista por las páginas de un libro o un periódico que permanecer absorto siendo bombardeado a través de ojos y oídos por las emisiones televisivas.

Decía que el efecto que produce en el telespectador una noticia es momentáneo y tiene un corto tiempo de recordación. En cambio la palabra escrita permanece y es de más fácil recordación que la otra.

El politólogo Sartori hablaba con justeza del homo videns, o sea, el hombre imagen, figura en la cual nos estamos convirtiendo, aunque no nos percatemos de ello.

Sartori decía en uno de sus textos lo siguiente que es interesantísimo: “El proceso comienza desde la infancia. La televisión es la primera escuela del niño, en donde se educa con base en imágenes que le enseñan que lo que ve es lo único que cuenta. El niño aprende de la televisión antes que de los libros: se forma viendo y ya no lee. Dicha formación va atrofiando su capacidad para comprender, pues su mente crece ajena al concepto que se forma y desarrolla mediante la cultura escrita y el lenguaje verbal. (fin de la cita)

Lo que sigue de Sartori es excepcional, porque da en el meollo: “Dejando a un lado la función de entretenimiento que la televisión tiene, se concentra en su labor formativa. No es el homo ludens (jugador) el que le interesa, sino el homo videns. Si el niño crece junto al televisor, su concepción del mundo se vuelve una caricatura; conoce la realidad por medio de sus imágenes y la reduce a éstas. El acto de ver anula, en este caso, el de pensar. El concepto queda sumergido entre colores, formas, secuencias y ruidos de fondo. En tanto que la asimilación de una palabra requiere del conocimiento de un lenguaje y de una lengua, la imagen, por su parte, se procesa automáticamente: se ve, y con eso es suficiente.(fin de la cita)

Giovanni Sartori advertía que un mundo concentrado sólo en el hecho de ver es un mundo estúpido. El homo sapiens, un ser caracterizado por la reflexión, por su capacidad para generar abstracciones, se está convirtiendo en un homo videns, una criatura que mira pero que no piensa, que ve pero que no entiende.

El predominio de la televisión en la formación de la opinión pública está creando, a juicio de Sartori, una ‘videocracia’, que en la práctica supone alimentar de sustancia vacía la democracia como gobierno de opinión. El predominio del ver produce un efecto sobre la sociedad: la atrofia de la capacidad de entender. La televisión de bajo perfil de contenidos es la obra de gestores de escasa preparación intelectual y menguada sensibilidad cultural y social. El homo sapiens, que Sartori asocia a la cultura escrita y de la palabra, se transforma actualmente en homo videns, esclavo de la imagen.

"La televisión -decía Sartori-premia y promueve la extravagancia, el absurdo y la insensatez y multiplica al homo insipiens". En cuanto a la calidad informativa de la televisión, Sartori entendía que no sólo ofrece menos contenidos y peor contextualizados de lo que ofrecen otros medios, sino que banaliza, empobrece y falsea la información, fruto de una práctica profesional autodefensiva en la que se asume que la televisión es necesariamente así.

A continuación, cito otras, de las muchísimas frases que engarzó durante su vida, el comunicador Sartori:

“Es cierto que la televisión, a diferencia de los instrumentos de comunicación que la han precedido (hasta la radio), destruye más saber y más entendimiento del que transmite”.

“La televisión no es sólo instrumento de comunicación; es también, a la vez, paideía, un instrumento "antropogenético", un medium que genera un nuevo ánthropos, un nuevo tipo de ser humano”.

“El problema es que el niño es una esponja que registra y absorbe indiscriminadamente todo lo que ve. El niño formado en la imagen se reduce a ser un hombre que no lee, y, por lo tanto, la mayoría de las veces es un ser "reblandecido por la televisión", adicto de por vida a los videojuegos”.

Premio Primera Plana

Fundador de Notimex

pacofonn@yahoo.com,mx