/ miércoles 19 de agosto de 2020

Glifosato en el centro de la polémica

El gabinete está convertido en una “cena de negros”. Las diferencias entre los Secretarios y la percepción de que “se manejan como se les da la gana, sin el mínimo control”, está inmersa en la opinión pública. Se identifica a un grupo como los radicales, mientras otro cae bajo la etiqueta de conservadores. Entre ellos, sobran las patadas abajo de la mesa, las que ya no dudan en hacer públicas.

Las renuncias de Germán Martínez –al Imss- y de Urzúa, a la Secretaría de Hacienda, fueron duras y a la cabeza. Se quedaron cortas frente a las palabras del actual Secretario del Medio Ambiente, Víctor Manuel Toledo, las que pronunció en una reunión de las que ahora son costumbre, “en línea”.

Puso a la 4T a bajar de un burro. Habló de contradicciones al interior del gobierno, de luchas por el poder y profundas incongruencias. Su discurso fue largo e incluyó al tlatoani, el que quedó como alguien sin idea de lo que es avanzar a un auténtico cambio. Involucró en sus acres críticas al empresario Romo, a Rocío Nahle y a Víctor Villalobos.

Como ya lo hicieron 16 funcionarios de alto nivel, presentó su renuncia, al hacerse pública la reunión, aunque a la fecha sigue en su despacho, eso sí, con carácter de mudo.

El encontronazo con sus pares se dice que tiene su origen en las profundas divergencias sobre el manejo ecológico de los temas y el conocido pesticida, el glifosato. El mata plagas, propiedad de la empresa Monsanto, es una de las sustancias que más polémicas ha desatado en el mundo, sin que aún se concrete su prohibición.

La trasnacional Monsanto, recién propiedad de ese inmenso conglomerado empresarial, Bayer, lleva años en el ojo del huracán. La alemana, a la que ahora pertenece, se reconoce internacionalmente por la aspirina, pero en realidad es el mayor grupo industrial en el suministro de productos para la agricultura.

Monsanto fue la precursora de las semillas transgénicas, como la del maíz, sobre las cuales tampoco se ha llegado a conclusiones generalizadas. Para un sector de científicos son cancerígenas y deberían desaparecer. Para otros, son remilgos de quienes se niegan a “estar al día”.

Al igual que los transgénicos, el pesticida Roundup (Glifosato) produjo una revolución. Su efectividad es incuestionable y gracias a él se salvaron cosechas enteras. Tampoco tardó el que empezaran las denuncias por sus efectos cancerígenos para los humanos.

El titular de la Secretaría de Agricultura -José Manuel Villalobos- fue colaborador de la discutida agroindustria, durante años. Toledo es de los radicales en contra del uso de la sustancia, por lo que se entiende que haya una confrontación entre ellos.

La trayectoria de Toledo, desde su etapa universitaria, es harto conocida. De Izquierda extrema, ha sido congruente con su pensamiento, lo que le ha valido críticas terribles y el que muchos los califiquen de loco, por su postura ideológica. Extrañó su inclusión en un Gabinete en el que, sin duda alguna, hay de chile y de manteca, pero en su mayoría en apariencia mesurados.

AMLO disculpó los exabruptos, con su típica salida de que hay “libertad de opinión”, una de sus frases hechas, que tienen jiribilla. El investido tlatoani no acepta que se piense distinto a él y quien cae de su gracia puede esperar que le sobrevenga la venganza divina.

Toledo está tocado por haber dicho lo que piensan tantos Secretarios y un amplio sector de los mexicanos.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

El gabinete está convertido en una “cena de negros”. Las diferencias entre los Secretarios y la percepción de que “se manejan como se les da la gana, sin el mínimo control”, está inmersa en la opinión pública. Se identifica a un grupo como los radicales, mientras otro cae bajo la etiqueta de conservadores. Entre ellos, sobran las patadas abajo de la mesa, las que ya no dudan en hacer públicas.

Las renuncias de Germán Martínez –al Imss- y de Urzúa, a la Secretaría de Hacienda, fueron duras y a la cabeza. Se quedaron cortas frente a las palabras del actual Secretario del Medio Ambiente, Víctor Manuel Toledo, las que pronunció en una reunión de las que ahora son costumbre, “en línea”.

Puso a la 4T a bajar de un burro. Habló de contradicciones al interior del gobierno, de luchas por el poder y profundas incongruencias. Su discurso fue largo e incluyó al tlatoani, el que quedó como alguien sin idea de lo que es avanzar a un auténtico cambio. Involucró en sus acres críticas al empresario Romo, a Rocío Nahle y a Víctor Villalobos.

Como ya lo hicieron 16 funcionarios de alto nivel, presentó su renuncia, al hacerse pública la reunión, aunque a la fecha sigue en su despacho, eso sí, con carácter de mudo.

El encontronazo con sus pares se dice que tiene su origen en las profundas divergencias sobre el manejo ecológico de los temas y el conocido pesticida, el glifosato. El mata plagas, propiedad de la empresa Monsanto, es una de las sustancias que más polémicas ha desatado en el mundo, sin que aún se concrete su prohibición.

La trasnacional Monsanto, recién propiedad de ese inmenso conglomerado empresarial, Bayer, lleva años en el ojo del huracán. La alemana, a la que ahora pertenece, se reconoce internacionalmente por la aspirina, pero en realidad es el mayor grupo industrial en el suministro de productos para la agricultura.

Monsanto fue la precursora de las semillas transgénicas, como la del maíz, sobre las cuales tampoco se ha llegado a conclusiones generalizadas. Para un sector de científicos son cancerígenas y deberían desaparecer. Para otros, son remilgos de quienes se niegan a “estar al día”.

Al igual que los transgénicos, el pesticida Roundup (Glifosato) produjo una revolución. Su efectividad es incuestionable y gracias a él se salvaron cosechas enteras. Tampoco tardó el que empezaran las denuncias por sus efectos cancerígenos para los humanos.

El titular de la Secretaría de Agricultura -José Manuel Villalobos- fue colaborador de la discutida agroindustria, durante años. Toledo es de los radicales en contra del uso de la sustancia, por lo que se entiende que haya una confrontación entre ellos.

La trayectoria de Toledo, desde su etapa universitaria, es harto conocida. De Izquierda extrema, ha sido congruente con su pensamiento, lo que le ha valido críticas terribles y el que muchos los califiquen de loco, por su postura ideológica. Extrañó su inclusión en un Gabinete en el que, sin duda alguna, hay de chile y de manteca, pero en su mayoría en apariencia mesurados.

AMLO disculpó los exabruptos, con su típica salida de que hay “libertad de opinión”, una de sus frases hechas, que tienen jiribilla. El investido tlatoani no acepta que se piense distinto a él y quien cae de su gracia puede esperar que le sobrevenga la venganza divina.

Toledo está tocado por haber dicho lo que piensan tantos Secretarios y un amplio sector de los mexicanos.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq