Gobernar con propaganda 

Una características de los gobernantes populistas es utilizar a la propaganda como la base de su estrategia de gobierno:

Formular mensajes simples, repetirlos hasta el hartazgo, alimentar la polarización entre malos (que representan a la oposición, los corruptos) y buenos (que son el pueblo, los honestos, los que trabajan por los débiles).

El discurso debe ser convincente, simple y su carismático líder, creíble. Debe tocar fibras sensibles de la población y exacerbar sus sentimientos latentes de miedo, irritación o incluso de odio. Contar con una poderosa plataforma mediática, para difundir su narrativa y para descalificar a la oposición. Atacar de forma reiterada a la ciencia y hasta que triunfe la desinformación y las fakenews.

Son múltiples los ejemplos de estos nefastos gobernantes que ineludiblemente recurren al ejército para imponerse y perpetuarse en el poder:

Joseph Stalin utilizó la propaganda y la censura para controlar la información y sostenerse en el poder. Bajo el pretexto de proteger a la Revolución y al Estado Soviético, realizó la "Gran Purga" de la década de 1930, donde cientos de miles de opositores políticos fueron ejecutados o enviados a campos de trabajo y millones de campesinos murieron en la gran hambruna.

Adolf Hitler, Líder nazi, manipuló la opinión pública alemana mediante la propaganda y la promoción del sentimiento nacionalista. Culpó a los judíos y otros grupos minoritarios de la situación económica y política de Alemania, y promovió la idea de una raza superior al grado de arrastrar a su país a la segunda guerra mundial en la que murieron 55 millones de personas.

Mao Zedong, después de la gran hambruna china en la que murieron mas de 30 millones por el fracaso del programa del Gran Salto hacia Adelante, inició la Revolución Cultural para “defender” el proyecto comunista ante los reformistas opositores y realizando una gran purga de funcionarios de gobierno para concentrar su poder y cultivando el culto a su personalidad.

El actual presidente ruso Vladimir Putin, también ha limitado la libertad de prensa y la libertad de expresión en su pais y utiliza la propaganda para crear una imagen positiva de sí mismo y de su gobierno, mientras silencia a sus críticos. El ejemplo mas reciente consiste en su autojustificación para invadir Ucrania como una “operación militar especial” antiterrorista para liberar a la población del supuesto gobierno nazi represor encabezado por Volodymyr Zelensky; cuando en realidad se trata de todo lo opuesto: un gobernante judío electo democráticamente.

Donald Trump y Jair Bolsonaro han sido criticados por su uso de la desinformación y la propaganda para consolidar su poder utilizan las redes sociales para difundir teorías conspirativas y noticias falsas que movilizar a sus seguidores al grado de tomar la sedes del poder legislativo, el inédito asalto al Capitolio por los seguidores de Trump el 6 de enero de 2021 desconociendo el resultado electoral, al igual que los bolsonaristas que invadieron los edificios del Congreso, la Presidencia y el Supremo tribunal para exigir la renuncia de Lula da Silva

Andre Manuel López Obrador es nuestro gran ejemplo de gobierno fincado en la fuerza de la propaganda acompañada por las fuerzas armadas para deconstruir la historia nacional y la realidad política bajo los cristales del populismo nacionalista autoritario. Al igual que muchos de los anteriores, llegó al poder mediante un proceso democrático pero se volvió autoritario una vez en él.

Grandes países han sufrido estas calamidades que solo pueden ser evitadas cuando se revierten a tiempo mediante una mayoría opositora conciente y comprometida para combatirlos. Estamos a tiempo.