Para quitarle al pueblo la mayoría absoluta que a la buena se ganó en las elecciones de junio de 2024, los ‘golpistas millonarios’ --con sus respectivos medios de comunicación como herramientas alienadas--, quieren que se reinterprete la Constitución Mexicana y con ello arrebatar, a la mala, ese congreso legislativo que es la vía principal a través de la cual se harán las reformas constitucionales necesarias y faltantes que, por razones diversas, el gobierno obradorista tuvo que dejar hasta el final.
El "consejo de negocios" atrás y adelante de una oposición que recientemente reclama un derecho inexistente a través de un cínico y amenazante desplegado, aún cree que está enfrente de un pueblo que podría permitir que se le arrebate algo que ya se ganó de manera democrática y en las urnas. Por cierto, es muy triste, para decir lo menos, darse cuenta de que tenemos una oposición que aún no se da cuenta de su patética debacle.
Ante nuestros ojos estamos viendo una alianza de "golpistas" que frente a los ojos del propio gobierno de México, no sólo creció en sus finanzas a estratosféricos porcentajes que nadie pudo detener, sino que es una clase de millonarios (Bailleres, Larrea, Salinas o Slim) que al lados de políticos como Marko Cortez, Alito Moreno o Jesús Zambrano, dejan a la vista de todos cómo están perdiendo una oportunidad de oro: la de mostrarle al pueblo que en esta ocasión su vocación golpista y corruptócrata podría dar paso a una decisión trascendental.
Y aunque parece un sueño desearlo, es evidente que perdieron la posibilidad de decidir por fin, en beneficio del pueblo y a favor de la reconstrucción de un país que ellos mismos contribuyeron a destruir. A cambio de ello, Claudio X, el tío richi, y otros de sus amigos, parecen estar diciendo, con su actitud, que sí son responsables y cómplices de esa absurda y antidemocrática "petición" de que a la mala se borre la representación mayoritaria del pueblo en el Congreso de la Unión.
Lo bueno es que a diferencia de los gobiernos anteriores (entreguistas y corruptos), hoy tenemos y tendremos un poder ejecutivo dispuesto a defender la voluntad popular a costa de lo que sea necesario. Las reformas constitucionales que el presidente de México presentó recientemente ante al poder legislativo saliente, y en particular la reforma al poder judicial, acompañan el espíritu de estos cambios profundos e inaplazables que el soberano ya votó. Ninguna huelga espuria ni mucho menos una presión mediática serán suficientes para doblegar la voluntad de nadie. Al contrario, el tigre hoy se crece más ante los desafíos.
La “huelguita” de jueces, ministros y sus parientes, que son quienes en los hechos conforman casi todo ese poder judicial paralizado, no tiene ninguna legitimidad ante este pueblo que de manera sistemática ha sido víctima de las peores injusticias emanadas justo de un poder que lleva en paro práctico, más de 30 años. Por nosotros puede hacer una eterna huelga. Creo que la mayoría de un pueblo victimizado por esa corrupta suprema corte de injusticia, prácticamente ni lo notará.
Hoy las cosas han cambiado considerablemente respecto al país que había en 1962 cuando se conformó de manera formal la alianza de los “machuchones” millonarios que se han apoderado de los recursos y bienes de este país. Ese es un poder que hoy cree que todavía pueden regresar a los tiempos de antes. Pero el aprendizaje y la conciencia se han consolidado ya en el alma nacional. Si Juárez, Zapata y Cárdenas pudieron, todos sabemos que Obrador y Sheimbaum también podrán. Una absoluta legitimidad y fuerza moral los acompaña.
Es mejor no desafiar de más al pueblo porque le guste o no a la oligarquía, la democracia ha llegado a este país.