/ miércoles 7 de febrero de 2018

Guacamole en el Super Bowl

Difícil olvidar que en los primeros meses tras la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, hizo alguna mención respecto a que el guacamole terminaría siendo una de las principales botanas en el juego del Super Bowl, que es la final del fútbol americano, donde se enfrentan la Conferencia Nacional y la Conferencia Americana.

Independientemente de las bondades alimenticias y de sabor de este célebre fruto mexicano, el entonces primer mandatario mexicano, tuvo razón, en cuanto al que ha sido uno de los alcances más visibles del que hasta ahora ha sido el Tratado de Libre Comercio más importante de todo el planeta.

El pasado domingo, la sede del Super Bowl fue la helada ciudad de Minneapolis, Minnesota, siendo un partido ganado por las Aguilas de Filadelfia, que dieron cuenta de los otrora invencibles Patriotas de Nueva Inglaterra y su mariscal, Tom Brady. Tan solo para esta insigne ocasión, México exportó a Estados Unidos aproximadamente unas 40 mil toneladas de aguacate, lo que equivale directamente al 12 por ciento del consumo anual del fruto en el nuestro vecino del norte.

Un pico de tal dimensión en la venta de aguacates de México a Estados Unidos, ha requerido en los últimos años, tanto de un esfuerzo especial de nuestro país para atender una demanda de tal nivel, además de una fuerte campaña para la venta de aguacate.

Cabe destacar que parte importante de cuanto se ve en torno al Super Bowl, son los comerciales de televisión, que suelen tener muchas de sus mejores producciones para tal ocasión. Al respecto, en los seis años recientes, los comerciales para incitar al consumo de guacamole, han sido de los que más costosas y visibles producciones han tenido, llegando incluso a superar los hechos para las principales marcas de refrescos de cola, por ejemplo.

Sobra decir que el aguacate más exportado para tal ocasión, ha sido el célebre Hass, cuya cremosa pulpa apreciamos en México y en muchos países alrededor del mundo, pero ahora particularmente en aquella nación con la que tenemos nuestro principal tratado de liberalización comercial.

Hasta cierto punto lo que les comento a través de estas líneas, tiene un grado de anecdótico, pero económicamente tiene un peso impresionante, que entre otras cosas nos hace apreciar hasta qué punto ha tenido una trascendencia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en la economía de la región y por supuesto en la mexicana, ya que así como hay productos estrella como el aguacate Hass o los llamados frutos rojos o vallas (frambuesas, fresas, zarzamoras, moras azules, etc), la apertura comercial en el bloque de América del Norte, ha incluido hasta alimento para cerdos, como el sorgo y ciertas variedades de maíz, lo que entre otras cosas ha dado un considerable impulso a este cárnico, principalmente en el Bajío mexicano.

Actualmente, el consumo de aguacate es casi casi algo obligado en fiestas de todo perfil en Estados Unidos, por lo que igual se le puede ver en una encopetada fiesta en un penthouse de Manhattan, en Nueva York, que en una celebración típicamente mexicana en la zona este de la ciudad de Los Ángeles, en California.

Finalmente, tan suculento manjar, rico en grasas altamente nutritivas como el Omega 3, conquista el mundo a nuestro nombre y forma ya parte importante del movimiento de millones de dólares en torno al evento deportivo más importante que año con año es celebrado en Estados Unidos. Por eso hay quienes dicen que “es muy triste nunca haber amado, pero es más triste ver que había aguacate hasta después de haber comido”.

Senadora del PRI

correo: yolandadelatorre@senado.gob.mx

FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @Yoladelatorre

 

Difícil olvidar que en los primeros meses tras la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, hizo alguna mención respecto a que el guacamole terminaría siendo una de las principales botanas en el juego del Super Bowl, que es la final del fútbol americano, donde se enfrentan la Conferencia Nacional y la Conferencia Americana.

Independientemente de las bondades alimenticias y de sabor de este célebre fruto mexicano, el entonces primer mandatario mexicano, tuvo razón, en cuanto al que ha sido uno de los alcances más visibles del que hasta ahora ha sido el Tratado de Libre Comercio más importante de todo el planeta.

El pasado domingo, la sede del Super Bowl fue la helada ciudad de Minneapolis, Minnesota, siendo un partido ganado por las Aguilas de Filadelfia, que dieron cuenta de los otrora invencibles Patriotas de Nueva Inglaterra y su mariscal, Tom Brady. Tan solo para esta insigne ocasión, México exportó a Estados Unidos aproximadamente unas 40 mil toneladas de aguacate, lo que equivale directamente al 12 por ciento del consumo anual del fruto en el nuestro vecino del norte.

Un pico de tal dimensión en la venta de aguacates de México a Estados Unidos, ha requerido en los últimos años, tanto de un esfuerzo especial de nuestro país para atender una demanda de tal nivel, además de una fuerte campaña para la venta de aguacate.

Cabe destacar que parte importante de cuanto se ve en torno al Super Bowl, son los comerciales de televisión, que suelen tener muchas de sus mejores producciones para tal ocasión. Al respecto, en los seis años recientes, los comerciales para incitar al consumo de guacamole, han sido de los que más costosas y visibles producciones han tenido, llegando incluso a superar los hechos para las principales marcas de refrescos de cola, por ejemplo.

Sobra decir que el aguacate más exportado para tal ocasión, ha sido el célebre Hass, cuya cremosa pulpa apreciamos en México y en muchos países alrededor del mundo, pero ahora particularmente en aquella nación con la que tenemos nuestro principal tratado de liberalización comercial.

Hasta cierto punto lo que les comento a través de estas líneas, tiene un grado de anecdótico, pero económicamente tiene un peso impresionante, que entre otras cosas nos hace apreciar hasta qué punto ha tenido una trascendencia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en la economía de la región y por supuesto en la mexicana, ya que así como hay productos estrella como el aguacate Hass o los llamados frutos rojos o vallas (frambuesas, fresas, zarzamoras, moras azules, etc), la apertura comercial en el bloque de América del Norte, ha incluido hasta alimento para cerdos, como el sorgo y ciertas variedades de maíz, lo que entre otras cosas ha dado un considerable impulso a este cárnico, principalmente en el Bajío mexicano.

Actualmente, el consumo de aguacate es casi casi algo obligado en fiestas de todo perfil en Estados Unidos, por lo que igual se le puede ver en una encopetada fiesta en un penthouse de Manhattan, en Nueva York, que en una celebración típicamente mexicana en la zona este de la ciudad de Los Ángeles, en California.

Finalmente, tan suculento manjar, rico en grasas altamente nutritivas como el Omega 3, conquista el mundo a nuestro nombre y forma ya parte importante del movimiento de millones de dólares en torno al evento deportivo más importante que año con año es celebrado en Estados Unidos. Por eso hay quienes dicen que “es muy triste nunca haber amado, pero es más triste ver que había aguacate hasta después de haber comido”.

Senadora del PRI

correo: yolandadelatorre@senado.gob.mx

FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @Yoladelatorre