/ sábado 28 de octubre de 2017

Guerrero a dos años de Astudillo

In memoriam

Mtro. Miguel Osorio Marbán

 

Hace 168 años fue erigido el estado que evoca en su nombre el apellido de uno de los más grandes mexicanos, que a través de su lucha contribuyó en la consecución de la independencia nacional y cuyo pensamiento se encuentra consagrado en los muros de honor de los 34 recintos legislativos del país: “Primero la Patria”.

Guerrero, entidad gobernada por Héctor Astudillo Flores, llega a este aniversario en un contexto de grandes retos, pero a diferencia de hace tres años, cuando la gravedad de la inseguridad desembocó en acontecimientos como los de la noche de Iguala, hoy la realidad para los 188 mil habitantes de su territorio es distinta.

Y no es que todos los grupos delincuenciales hayan sido desarticulados o se haya superado en su totalidad las condiciones de pobreza que agravan la presencia del crimen en la entidad, pues quien diga que esos resultados se pueden alcanzar en 5 o 10 años falta a la verdad, lo cierto es que al frente del gobierno se encuentra un político que ha sido factor de unidad, acuerdo, diálogo y trabajo.

Recuerdo claramente el ambiente tan revuelto en el que Héctor Astudillo Flores realizó campaña para obtener el voto de confianza por parte de la ciudadanía, el cual hizo que más de uno rechazara la candidatura de su partido y se quedara mejor en la comodidad de su casa en la Ciudad de México. Pero a Astudillo Flores no le tembló la mano para recorrer “zonas calientes” y expresar a toda la población su apoyo y visión de gobierno.

Y así ha sido a lo largo de su labor de gobierno: presencia en cada una de las ocho regiones del estado, no importando la hora ni el día. Incluso su familia ha sido víctima de hechos de violencia, pero eso no ha sido motivo para bajar el ritmo y mucho menos dejar de hacer su trabajo.

Héctor Astudillo Flores ha sido el primer defensor de Guerrero y de su gente, convencido de que las acciones emprendidas seguirán rindiendo resultados y se ha logrado frenar el deterioro del tejido social que ha permitido incubar acciones delictuosas y lastimosas para toda la sociedad.

Héctor Astudillo no es un servidor público improvisado ni desconocedor de la realidad de su estado, y eso lo comprueba su amplia hoja de trabajo. De ahí que más que reflectores, el Gobernador esté privilegiando la labor en tierra, de cada colonia y en cada municipio de Guerrero.

Con una voluntad genuina por servir más allá de colores partidistas, el gobernador ha sido un factor de trabajo en equipo para lograr desterrar a los grupos que hoy amenazan a la sociedad y han logrado destruir el tejido social. “Guerrero nos necesita a todos”, ha dicho reiteradamente.

Sin duda, se trata de un deterioro construido por las omisiones de anteriores gobiernos y que tomará tiempo revertir, pero Héctor Astudillo ha dado inicio a esa irrenunciable labor.

Con la solidaridad de la iniciativa privada y sector social, así como el apoyo de la administración que encabeza el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, el gobernador Héctor Astudillo ha puesto en marcha un programa de gobierno caracterizado por la pacificación del estado por medio del diálogo directo, permanente y comprometido con la sociedad, el impulso de proyectos integrales que generen mejores condiciones de vida y traigan consigo mayor desarrollo y oportunidades para los jóvenes, así como la atracción del turismo nacional e internacional.

En esa ruta avanza Guerrero, estado de orgullo y prosperidad. No hay duda.

 

camachovargas@prodigy.net.mx

@jlcamachov

In memoriam

Mtro. Miguel Osorio Marbán

 

Hace 168 años fue erigido el estado que evoca en su nombre el apellido de uno de los más grandes mexicanos, que a través de su lucha contribuyó en la consecución de la independencia nacional y cuyo pensamiento se encuentra consagrado en los muros de honor de los 34 recintos legislativos del país: “Primero la Patria”.

Guerrero, entidad gobernada por Héctor Astudillo Flores, llega a este aniversario en un contexto de grandes retos, pero a diferencia de hace tres años, cuando la gravedad de la inseguridad desembocó en acontecimientos como los de la noche de Iguala, hoy la realidad para los 188 mil habitantes de su territorio es distinta.

Y no es que todos los grupos delincuenciales hayan sido desarticulados o se haya superado en su totalidad las condiciones de pobreza que agravan la presencia del crimen en la entidad, pues quien diga que esos resultados se pueden alcanzar en 5 o 10 años falta a la verdad, lo cierto es que al frente del gobierno se encuentra un político que ha sido factor de unidad, acuerdo, diálogo y trabajo.

Recuerdo claramente el ambiente tan revuelto en el que Héctor Astudillo Flores realizó campaña para obtener el voto de confianza por parte de la ciudadanía, el cual hizo que más de uno rechazara la candidatura de su partido y se quedara mejor en la comodidad de su casa en la Ciudad de México. Pero a Astudillo Flores no le tembló la mano para recorrer “zonas calientes” y expresar a toda la población su apoyo y visión de gobierno.

Y así ha sido a lo largo de su labor de gobierno: presencia en cada una de las ocho regiones del estado, no importando la hora ni el día. Incluso su familia ha sido víctima de hechos de violencia, pero eso no ha sido motivo para bajar el ritmo y mucho menos dejar de hacer su trabajo.

Héctor Astudillo Flores ha sido el primer defensor de Guerrero y de su gente, convencido de que las acciones emprendidas seguirán rindiendo resultados y se ha logrado frenar el deterioro del tejido social que ha permitido incubar acciones delictuosas y lastimosas para toda la sociedad.

Héctor Astudillo no es un servidor público improvisado ni desconocedor de la realidad de su estado, y eso lo comprueba su amplia hoja de trabajo. De ahí que más que reflectores, el Gobernador esté privilegiando la labor en tierra, de cada colonia y en cada municipio de Guerrero.

Con una voluntad genuina por servir más allá de colores partidistas, el gobernador ha sido un factor de trabajo en equipo para lograr desterrar a los grupos que hoy amenazan a la sociedad y han logrado destruir el tejido social. “Guerrero nos necesita a todos”, ha dicho reiteradamente.

Sin duda, se trata de un deterioro construido por las omisiones de anteriores gobiernos y que tomará tiempo revertir, pero Héctor Astudillo ha dado inicio a esa irrenunciable labor.

Con la solidaridad de la iniciativa privada y sector social, así como el apoyo de la administración que encabeza el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, el gobernador Héctor Astudillo ha puesto en marcha un programa de gobierno caracterizado por la pacificación del estado por medio del diálogo directo, permanente y comprometido con la sociedad, el impulso de proyectos integrales que generen mejores condiciones de vida y traigan consigo mayor desarrollo y oportunidades para los jóvenes, así como la atracción del turismo nacional e internacional.

En esa ruta avanza Guerrero, estado de orgullo y prosperidad. No hay duda.

 

camachovargas@prodigy.net.mx

@jlcamachov

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