/ lunes 11 de enero de 2021

Guzmán Network

Los abogados de Joaquín El Chapo Guzmán pidieron que el gobierno de Estados Unidos borrara las llamadas telefónicas y mensajes de texto que se guardaban en servidores en los Países Bajos y que fueron obtenidos con un programa de espionaje llamado FlexiSpy.

Llegaron a ese software a través de una fuente confidencial, en realidad, un ingeniero que diseñó el sistema de comunicación encriptado que utilizaba el narcotraficante mexicano, por recomendación de sus proveedores colombianos de confianza. A través de sus contactos, el informante comenzó a desarrollar el sistema de telefonía del Cártel de Sinaloa, alrededor del año 2008.

El ingeniero comenzó a mejorar la red aproximadamente en 2009. La tecnología que utilizaban comenzó a evolucionar con el tiempo. El mantenimiento de los dispositivos y nuevas posibilidades de no ser rastreados era esencial para el negocio. En esencia, dicen las fuentes estadounidenses que participaron en el juicio de El Chapo, la Guzmán Network permitía a ciertos miembros del cártel, seleccionados por el líder, hacer llamadas telefónicas encriptadas y mandar y recibir mensajes sin ser interceptados por las autoridades.

Entre 2009 y 2012 utilizaban BlackBerries que movían voz y texto a través de protocolos de internet. Inicialmente, los servidores estaban en Colombia, luego en México y después en Canadá. Al final, mientras perfeccionaba el sistema, el ingeniero puso toda la infraestructura física en los Países Bajos. Joaquín El Chapo Guzmán sabía lo que ocurría con su red.

Antes de convertirse en una fuente del gobierno de Estados Unidos, el ingeniero colombiano que desarrolló la Guzmán Network tuvo una conversación con el narcotraficante mexicano. Tenía un pedido especial: un software para espiar a varias de sus novias.

El experto en tecnología instaló FlexiSpy, un sistema que se puede comprar hoy en internet y que ofrece monitorear todas las comunicaciones digitales y de audio sobre Android y cualquier iPhone. Monitorear lo que sucede en las computadoras de escritorio y portátiles. Instalación remota sin problemas y a precio accesible incluso para pequeñas empresas que quieren supervisar a sus empleados sin que ellos lo sepan. O simplemente, como pidió El Chapo, acceso a los teléfonos de sus amantes.

Al darse cuenta de lo bien que funcionaba la red de espionaje interna, solicitó al ingeniero instalar más licencias del programa en teléfonos y BlackBerries de otros miembros del Cártel que quería espiar. Incluso montó una oficina para que otros empleados escucharan las conversaciones y buscaran patrones sospechosos de conducta entre sus aliados y aliadas. Incluso El Chapo estaba bajo vigilancia y todo lo que se transmitía en esa red se guardaba en un servidor de Amazon.

Aproximadamente en febrero del 2011, el FBI convirtió en informante al ingeniero y desde entonces comenzaron a guardar información del Cártel de Sinaloa. Muchas líneas de investigación y seguimiento están almacenadas en servidores que contienen algunos de los secretos que probablemente no se llevará a la tumba el líder del Cártel de Sinaloa.

Hoy empieza la feria de tecnología más importante del mundo, el CES de Las Vegas. Desde 2009 las técnicas de espionaje y dispositivos han evolucionado a un ritmo acelerado. Tenga por seguro que si El Chapo no pudo estar seguro con fondos ilimitados y el temor que despierta, usted debe tener cuidado con lo que diga o escriba incluso enfrente de su pantalla de televisión. Ningún secreto está a salvo.



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Los abogados de Joaquín El Chapo Guzmán pidieron que el gobierno de Estados Unidos borrara las llamadas telefónicas y mensajes de texto que se guardaban en servidores en los Países Bajos y que fueron obtenidos con un programa de espionaje llamado FlexiSpy.

Llegaron a ese software a través de una fuente confidencial, en realidad, un ingeniero que diseñó el sistema de comunicación encriptado que utilizaba el narcotraficante mexicano, por recomendación de sus proveedores colombianos de confianza. A través de sus contactos, el informante comenzó a desarrollar el sistema de telefonía del Cártel de Sinaloa, alrededor del año 2008.

El ingeniero comenzó a mejorar la red aproximadamente en 2009. La tecnología que utilizaban comenzó a evolucionar con el tiempo. El mantenimiento de los dispositivos y nuevas posibilidades de no ser rastreados era esencial para el negocio. En esencia, dicen las fuentes estadounidenses que participaron en el juicio de El Chapo, la Guzmán Network permitía a ciertos miembros del cártel, seleccionados por el líder, hacer llamadas telefónicas encriptadas y mandar y recibir mensajes sin ser interceptados por las autoridades.

Entre 2009 y 2012 utilizaban BlackBerries que movían voz y texto a través de protocolos de internet. Inicialmente, los servidores estaban en Colombia, luego en México y después en Canadá. Al final, mientras perfeccionaba el sistema, el ingeniero puso toda la infraestructura física en los Países Bajos. Joaquín El Chapo Guzmán sabía lo que ocurría con su red.

Antes de convertirse en una fuente del gobierno de Estados Unidos, el ingeniero colombiano que desarrolló la Guzmán Network tuvo una conversación con el narcotraficante mexicano. Tenía un pedido especial: un software para espiar a varias de sus novias.

El experto en tecnología instaló FlexiSpy, un sistema que se puede comprar hoy en internet y que ofrece monitorear todas las comunicaciones digitales y de audio sobre Android y cualquier iPhone. Monitorear lo que sucede en las computadoras de escritorio y portátiles. Instalación remota sin problemas y a precio accesible incluso para pequeñas empresas que quieren supervisar a sus empleados sin que ellos lo sepan. O simplemente, como pidió El Chapo, acceso a los teléfonos de sus amantes.

Al darse cuenta de lo bien que funcionaba la red de espionaje interna, solicitó al ingeniero instalar más licencias del programa en teléfonos y BlackBerries de otros miembros del Cártel que quería espiar. Incluso montó una oficina para que otros empleados escucharan las conversaciones y buscaran patrones sospechosos de conducta entre sus aliados y aliadas. Incluso El Chapo estaba bajo vigilancia y todo lo que se transmitía en esa red se guardaba en un servidor de Amazon.

Aproximadamente en febrero del 2011, el FBI convirtió en informante al ingeniero y desde entonces comenzaron a guardar información del Cártel de Sinaloa. Muchas líneas de investigación y seguimiento están almacenadas en servidores que contienen algunos de los secretos que probablemente no se llevará a la tumba el líder del Cártel de Sinaloa.

Hoy empieza la feria de tecnología más importante del mundo, el CES de Las Vegas. Desde 2009 las técnicas de espionaje y dispositivos han evolucionado a un ritmo acelerado. Tenga por seguro que si El Chapo no pudo estar seguro con fondos ilimitados y el temor que despierta, usted debe tener cuidado con lo que diga o escriba incluso enfrente de su pantalla de televisión. Ningún secreto está a salvo.



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