/ sábado 27 de octubre de 2018

¿Hacía dónde se encamina México?

¿Hacia dónde se encamina México? La Consulta sobre continuar o no con la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México ha generado una gran expectativa, que recuerda la división que en este momento existe entre los mexicanos, porque en las encuestas levantadas con este tema el 51 por ciento está en contra y el 49 a favor.

Y sí, porque aunque sea por artimañas de algunas personas que trataron de evidenciar la fragilidad de su rigor, lo cierto es que lograron comprobar que no existieron suficientes candados para asegurar que es infalible.

La intención del Presidente electo, Andrés Manuel López Obradorde hacer que sea el pueblo el que diga qué está bien y que no, suena bien y pareciera hasta una buena intención, pero siempre será necesario dar certeza a ese tipo de consultas.

En México, la Constitución ya establece las reglas para realizar mecanismos de democracia directa como el referéndum y plebiscito a través de los cuales se convoca a cuestionar actos o decisiones de los gobiernos, tanto en el ámbito federal, estatal y municipal.

Todo con reglas claras que garantizan certeza y legalidad como la intervención del Instituto Nacional Electoral, utilizar boletas con medidas de seguridad, credencial de elector que es marcada luego del sufragio, tinta indeleble y mamparas y todo el mecanismo que se utiliza cuando celebramos procesos electorales.

De otra forma, como dijo el coordinador de los diputados del PRI, René Juárez, no genera certidumbre ni confianza, la ubicación de las casillas no responde a un criterio mínimo, elemental, metodológico de lo que tiene que ser una consulta representativa en todo el país, no sabemos quién va a cuidar las urnas y si acaso participará el uno por ciento del padrón.


Todo esto llevó al PRI en el Senado de la República coordinado por Miguel Ángel Osorio Chong a presentar una iniciativa para prohibir que las obras de infraestructura pública de carácter federal se sometan a consulta popular.

Lo cierto es que si se quiere mantener el espíritu benévolo de preguntar al pueblo sobre las acciones de gobierno, lo importante siempre será la certeza, de otra forma siempre quedarán las dudas e interrogaciones sobre si realmente se trata de acabar con privilegios o sólo de trasladarlos a otros grupos, que durante años han estado en espera de su turno.



@ jHectormunoz
Facebook:Hector muñoz

Instagram: jhectormunoz




¿Hacia dónde se encamina México? La Consulta sobre continuar o no con la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México ha generado una gran expectativa, que recuerda la división que en este momento existe entre los mexicanos, porque en las encuestas levantadas con este tema el 51 por ciento está en contra y el 49 a favor.

Y sí, porque aunque sea por artimañas de algunas personas que trataron de evidenciar la fragilidad de su rigor, lo cierto es que lograron comprobar que no existieron suficientes candados para asegurar que es infalible.

La intención del Presidente electo, Andrés Manuel López Obradorde hacer que sea el pueblo el que diga qué está bien y que no, suena bien y pareciera hasta una buena intención, pero siempre será necesario dar certeza a ese tipo de consultas.

En México, la Constitución ya establece las reglas para realizar mecanismos de democracia directa como el referéndum y plebiscito a través de los cuales se convoca a cuestionar actos o decisiones de los gobiernos, tanto en el ámbito federal, estatal y municipal.

Todo con reglas claras que garantizan certeza y legalidad como la intervención del Instituto Nacional Electoral, utilizar boletas con medidas de seguridad, credencial de elector que es marcada luego del sufragio, tinta indeleble y mamparas y todo el mecanismo que se utiliza cuando celebramos procesos electorales.

De otra forma, como dijo el coordinador de los diputados del PRI, René Juárez, no genera certidumbre ni confianza, la ubicación de las casillas no responde a un criterio mínimo, elemental, metodológico de lo que tiene que ser una consulta representativa en todo el país, no sabemos quién va a cuidar las urnas y si acaso participará el uno por ciento del padrón.


Todo esto llevó al PRI en el Senado de la República coordinado por Miguel Ángel Osorio Chong a presentar una iniciativa para prohibir que las obras de infraestructura pública de carácter federal se sometan a consulta popular.

Lo cierto es que si se quiere mantener el espíritu benévolo de preguntar al pueblo sobre las acciones de gobierno, lo importante siempre será la certeza, de otra forma siempre quedarán las dudas e interrogaciones sobre si realmente se trata de acabar con privilegios o sólo de trasladarlos a otros grupos, que durante años han estado en espera de su turno.



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