/ lunes 3 de junio de 2019

Hacia la paridad entre mujeres y hombres

A unos días de que se apruebe la reforma constitucional a los artículos 2, 4, 35, 41, 52, 53, 56, 94 y 115 en materia de paridad en cuando menos 17 congresos locales y se publique en el DOF, reconozco a quienes han hecho posible la construcción de este trecho de un proceso iniciado desde el siglo pasado. Transitamos hacia un nuevo pacto social basado en la Igualdad Sustantiva.

Esta reforma constitucional ha sido posible porque en 2014 abrimos la puerta para acceder a la Carta Magna al reformar el 41 constitucional para que partidos políticos registrasen 50% candidatas a los congresos federal y de los estados, y estas legisladoras de la generación del 41, hoy han impulsado acuerdos para concretar la reforma al inicio mencionada: las mujeres apoyan las causas de las mujeres.

Las mujeres estamos en los espacios de poder público en igualdad de condiciones que los hombres sólo por la obligatoriedad de la Ley.

Como sabemos, quienes han detentando el poder y la toma de decisiones, en las direcciones de los partidos políticos, al frente de los gobiernos federal, local y municipal, el Poder Judicial y Legislativo federal y de los estados, y de los organismos públicos, han tenido resistencias culturales porque han sido únicos poseedores del poder por los siglos y los siglos, marginando a las mujeres al único simbolismo que les reconocen: la maternidad. Pero hoy están cambiando, esto merece también un reconocimiento.

Pero no cantemos victoria aún, vienen procesos no fáciles de negociación parlamentaria para que las reformas a diversas leyes garanticen el espíritu del Congreso Permanente: la paridad en los gabinetes de los tres órdenes de gobierno, se avance en el poder judicial y los organismos autónomos y todos los partidos garanticen sus direcciones y candidaturas paritariamente. Debemos ocuparnos de los desafíos y resistencias que serán prepotentes y amenazantes contra la inclusión de las mujeres particularmente en los ámbitos municipales que se rigen por sistemas normativos indígenas.

Las mujeres han llegado poco a poco a los espacios de poder demostrando que pueden hacer bien las cosas transformando a la política por una circunstancia que les caracteriza: la mayoría son madres y tienen pareja, siguen atendiendo la administración doméstica y familiar. Los hombres continúan haciendo política en reuniones después de horarios de trabajo, las mujeres deben apurarse porque deben regresar a sus hogares con su familia. La inclusión de las mujeres en los espacios públicos tienen como objeto también cambiar las relaciones familiares, reconstruir nuevos paradigmas donde se desmonte la discriminación en sus diversas formas, es transitar en serio hacia la Igualdad Sustantiva, insisto en un nuevo pacto social donde los hombres se ocupen también de las tareas del hogar; nada fácil, verdad?

Estas reformas deben impactar la elección de 2021, de manera que antes de septiembre de 2020 deben estar publicadas las reformas a las leyes secundarias a nivel nacional y de los ámbitos locales donde habrá elecciones; dos leyes deben sufrir reformas de manera indispensable: la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral y la Ley General en Materia de Delitos electorales para proteger y asegurar de manera debida los derechos políticos de las mujeres. Felicitaciones a las Legisladoras de todos los Partidos.

Defensora de Derechos Humanos

@angelicadelap

A unos días de que se apruebe la reforma constitucional a los artículos 2, 4, 35, 41, 52, 53, 56, 94 y 115 en materia de paridad en cuando menos 17 congresos locales y se publique en el DOF, reconozco a quienes han hecho posible la construcción de este trecho de un proceso iniciado desde el siglo pasado. Transitamos hacia un nuevo pacto social basado en la Igualdad Sustantiva.

Esta reforma constitucional ha sido posible porque en 2014 abrimos la puerta para acceder a la Carta Magna al reformar el 41 constitucional para que partidos políticos registrasen 50% candidatas a los congresos federal y de los estados, y estas legisladoras de la generación del 41, hoy han impulsado acuerdos para concretar la reforma al inicio mencionada: las mujeres apoyan las causas de las mujeres.

Las mujeres estamos en los espacios de poder público en igualdad de condiciones que los hombres sólo por la obligatoriedad de la Ley.

Como sabemos, quienes han detentando el poder y la toma de decisiones, en las direcciones de los partidos políticos, al frente de los gobiernos federal, local y municipal, el Poder Judicial y Legislativo federal y de los estados, y de los organismos públicos, han tenido resistencias culturales porque han sido únicos poseedores del poder por los siglos y los siglos, marginando a las mujeres al único simbolismo que les reconocen: la maternidad. Pero hoy están cambiando, esto merece también un reconocimiento.

Pero no cantemos victoria aún, vienen procesos no fáciles de negociación parlamentaria para que las reformas a diversas leyes garanticen el espíritu del Congreso Permanente: la paridad en los gabinetes de los tres órdenes de gobierno, se avance en el poder judicial y los organismos autónomos y todos los partidos garanticen sus direcciones y candidaturas paritariamente. Debemos ocuparnos de los desafíos y resistencias que serán prepotentes y amenazantes contra la inclusión de las mujeres particularmente en los ámbitos municipales que se rigen por sistemas normativos indígenas.

Las mujeres han llegado poco a poco a los espacios de poder demostrando que pueden hacer bien las cosas transformando a la política por una circunstancia que les caracteriza: la mayoría son madres y tienen pareja, siguen atendiendo la administración doméstica y familiar. Los hombres continúan haciendo política en reuniones después de horarios de trabajo, las mujeres deben apurarse porque deben regresar a sus hogares con su familia. La inclusión de las mujeres en los espacios públicos tienen como objeto también cambiar las relaciones familiares, reconstruir nuevos paradigmas donde se desmonte la discriminación en sus diversas formas, es transitar en serio hacia la Igualdad Sustantiva, insisto en un nuevo pacto social donde los hombres se ocupen también de las tareas del hogar; nada fácil, verdad?

Estas reformas deben impactar la elección de 2021, de manera que antes de septiembre de 2020 deben estar publicadas las reformas a las leyes secundarias a nivel nacional y de los ámbitos locales donde habrá elecciones; dos leyes deben sufrir reformas de manera indispensable: la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral y la Ley General en Materia de Delitos electorales para proteger y asegurar de manera debida los derechos políticos de las mujeres. Felicitaciones a las Legisladoras de todos los Partidos.

Defensora de Derechos Humanos

@angelicadelap