/ jueves 6 de mayo de 2021

Hacía una cultura de la paz | En México no se labora, se trabaja tortuosamente

Por Flor Yáñez


El día del trabajo se celebra el primero de mayo prácticamente en todo el mundo. El origen de esta fecha se remonta a la Revolución Industrial, cuando un grupo de obreros fueron sometidos por iniciar una huelga el primero de mayo de 1886 en Illinois, para exigir una jornada laboral de ocho horas. Fueron detenidos y cinco de ellos, asesinados. Este día se realizaron marchas y protestas alrededor del mundo, exigiendo mejores prestaciones, pero también, lamentando la muerte laboral a causa de la pandemia, que ha destruido millones de empleos en todo el mundo, principalmente las actividades económicas relacionados con la interacción humana. En Francia marcharon cerca de 106,000 personas exigiendo prestaciones de desempleo y justicia económica. -No es lo mismo el día del trabajo en Francia que en México-. El contexto es completamente diferente a nuestro país. Aquí vamos varios escalones más abajo para llegar “al cielo”.

En el 2020, en México se perdieron cerca de medio millón de trabajos registrados en el IMSS. Aunado, de los que aún conservan el empleo, millones lo hacen sin prestaciones laborales como servicio médico, aguinaldo, vacaciones, entre otras; pero sí pagan impuestos. Es decir, es lo mismo trabajar en la informalidad que en una empresa “estable”, -quizá la informalidad sea mejor en estos casos-.

La Ley General del Trabajo “garantiza” las condiciones laborales en el principio de igualdad sustantiva como: obligación de contratos, salario digno, jornada de trabajo, aguinaldo, vacaciones, prima vacacional, finiquito, utilidades, antigüedad, apoyos económicos, capacitación, servicio médico, y muchos más, pero las cifras demuestran que los derechos se garantizan sólo en forma real, no formal. Siguen siendo un ideal por el que hay que seguir luchando.

Hay personas que, dadas las condiciones en las que laboran, lo equiparan a una tortura. Aquellos que afirman lo anterior, etimológicamente no están tan equivocados, pues la idea del trabajo en la antigüedad estuvo ligada a este concepto tortuoso. La palabra proviene de “tripalium”, nombre dado a un terrible instrumento de tortura compuesto por tres palos en el cuál, principalmente reos eran atados a este artefacto formado por tres tablas cruzadas, quedando inmovilizados para azotarlos. De ahí proviene “tripaliare”, torturar y posteriormente “trebajo”, esfuerzo, sufrimiento, sacrificio. Esta palabra evolucionó a trabajo, vinculándose poco a poco con la idea de 'labor'.

Recientemente AMLO anunció que se publicarán las modificaciones al Diario Oficial de la Federación anunciando las reformas laborales referentes a la subcontratación; aumento del 40% al salario mínimo, incremento de pensiones y reforma a la Ley del INFONAVIT. En teoría se lee muy bonito, pero ¿será que realmente se podrá alcanzar una justicia laboral en nuestro país con sus reformas escritas? De no ser así, ya no podremos conmemorar el día del trabajo, sino lamentar el día de la tortura sin disfraces y artimañas. A final de cuentas, etimológicamente son lo mismo. Infeliz día de la tortura para todos.

Yanez_flor@hotmail.com

Por Flor Yáñez


El día del trabajo se celebra el primero de mayo prácticamente en todo el mundo. El origen de esta fecha se remonta a la Revolución Industrial, cuando un grupo de obreros fueron sometidos por iniciar una huelga el primero de mayo de 1886 en Illinois, para exigir una jornada laboral de ocho horas. Fueron detenidos y cinco de ellos, asesinados. Este día se realizaron marchas y protestas alrededor del mundo, exigiendo mejores prestaciones, pero también, lamentando la muerte laboral a causa de la pandemia, que ha destruido millones de empleos en todo el mundo, principalmente las actividades económicas relacionados con la interacción humana. En Francia marcharon cerca de 106,000 personas exigiendo prestaciones de desempleo y justicia económica. -No es lo mismo el día del trabajo en Francia que en México-. El contexto es completamente diferente a nuestro país. Aquí vamos varios escalones más abajo para llegar “al cielo”.

En el 2020, en México se perdieron cerca de medio millón de trabajos registrados en el IMSS. Aunado, de los que aún conservan el empleo, millones lo hacen sin prestaciones laborales como servicio médico, aguinaldo, vacaciones, entre otras; pero sí pagan impuestos. Es decir, es lo mismo trabajar en la informalidad que en una empresa “estable”, -quizá la informalidad sea mejor en estos casos-.

La Ley General del Trabajo “garantiza” las condiciones laborales en el principio de igualdad sustantiva como: obligación de contratos, salario digno, jornada de trabajo, aguinaldo, vacaciones, prima vacacional, finiquito, utilidades, antigüedad, apoyos económicos, capacitación, servicio médico, y muchos más, pero las cifras demuestran que los derechos se garantizan sólo en forma real, no formal. Siguen siendo un ideal por el que hay que seguir luchando.

Hay personas que, dadas las condiciones en las que laboran, lo equiparan a una tortura. Aquellos que afirman lo anterior, etimológicamente no están tan equivocados, pues la idea del trabajo en la antigüedad estuvo ligada a este concepto tortuoso. La palabra proviene de “tripalium”, nombre dado a un terrible instrumento de tortura compuesto por tres palos en el cuál, principalmente reos eran atados a este artefacto formado por tres tablas cruzadas, quedando inmovilizados para azotarlos. De ahí proviene “tripaliare”, torturar y posteriormente “trebajo”, esfuerzo, sufrimiento, sacrificio. Esta palabra evolucionó a trabajo, vinculándose poco a poco con la idea de 'labor'.

Recientemente AMLO anunció que se publicarán las modificaciones al Diario Oficial de la Federación anunciando las reformas laborales referentes a la subcontratación; aumento del 40% al salario mínimo, incremento de pensiones y reforma a la Ley del INFONAVIT. En teoría se lee muy bonito, pero ¿será que realmente se podrá alcanzar una justicia laboral en nuestro país con sus reformas escritas? De no ser así, ya no podremos conmemorar el día del trabajo, sino lamentar el día de la tortura sin disfraces y artimañas. A final de cuentas, etimológicamente son lo mismo. Infeliz día de la tortura para todos.

Yanez_flor@hotmail.com