/ martes 23 de junio de 2020

HR Ratings | Quintana Roo, los desafíos

Por: Ricardo Gallegos


El estado de Quintana Roo, por su vocación turística, será una de las entidades que resentirá de una manera importante los efectos del COVID-19, donde, además, existe un áspero entorno recesivo mundial. Sin embargo, con un adecuado proceso de reactivación económica y una delicada planeación presupuestal, podría ser también un estado que rápidamente vuelva a la normalidad.

Recientemente, Quintana Roo perdió un nivel en su calificación (de HR BBB a HR BBB-), derivado, por un lado, del cierre de 2019, donde su posición de deuda de corto plazo se duplicó, quedando en 1,520 millones de pesos (mdp), el doble de lo que se estimaba en su revisión previa, presentando un déficit en el Balance Financiero de -4.9%, lo cual también fue un resultado inferior a lo que se esperaba. Y, por otro lado, si ubicamos al estado como la entidad por excelencia del flujo turístico nacional, en medio de la pandemia, la expectativa tanto de ingresos federales y propios, como de los gastos extraordinarios que está enfrentando, la sitúa en una posición complicada.

¿Cuáles son las herramientas que puede utilizar una entidad ante estas circunstancias? La primera y más entendible: la contracción del gasto, que, en el caso del Quintana Roo, significa restringir al máximo el gasto operativo no esencial, cuidando las áreas principalmente de Salud y Seguridad Pública, e implementando de manera adicional y extraordinaria recortes a transferencias del sector no central, todo con tal de reconducir este presupuesto a las acciones de política pública que velen por la integridad de la planta productiva y de la población.

Otra manera sería reestructurar la deuda. La entidad está en proceso de culminar la reestructuración de la totalidad de su deuda a largo plazo a mejores condiciones financieras, lo cual les ofrecerá un ahorro en torno a la sobretasa que pagaba ahorrándose ahora 32 puntos base de una deuda total de aproximadamente 19,000mdp.

Sin embargo, la recaudación de ingresos para Quintana Roo representa un tema de lo más importante al ser uno de los estados que mayor recaudación tiene por Impuesto sobre Hospedaje, que representan anualmente alrededor de 2,400mdp. El cómo se dé la reactivación económica y cómo vayamos regresando a esta llamada “nueva normalidad” tendrá un efecto paulatino en los ingresos para el estado, especialmente en la manera en que el estado decida reactivar esta importante actividad económica para el país, por lo que esta decisión se verá reflejada en sus ingresos, pero de adelantarse de más podría tener delicadas implicaciones en la salud, tanto de la población como de los visitantes, por lo cual deberá ser evaluada con sumo cuidado ya que un rebrote en un sector de estas características podría traer un efecto muy negativo.

Al igual que muchos otros estados que han estado implementando medidas contracíclicas, Quintana Roo deberá tomar acciones que permitan preservar el empleo y la planta productiva, así como adquisiciones directas para transferencias directas a la población y sus municipios; estas medidas, sin duda, contribuirán a minimizar los impactos derivados del COVID-19, aunque hacia el cierre del año, en caso de que los ingresos federales empiecen a fluctuar, podrían provocar que el Estado recurra a más financiamiento de corto plazo y pasivo circulante, lo cual podría presionar sus principales métricas financieras y, por ende, su calificación.

Hasta ahora, las acciones del estado parecen ir en la dirección adecuada, el efecto final podría verse con mayor claridad hacia inicios del segundo semestre, y, sin duda, los retos más importantes los veremos en 2021, donde la expectativa generalizada es que el crecimiento del país tengo una profunda caída este año y una recuperación más paulatina de lo que se estimaba, pero el papel de Quintana Roo como un estado que contribuye de manera importante dentro del sector turístico nacional será pieza vital para que en una etapa posconfinamiento, México pueda retomar la senda de crecimiento.


Ligas de interés relacionadas:

Reporte del Estado de Quintana Roo 2020. https://www.hrratings.com/pdf/Reporte_QuintanaRoo_20200526.pdf

Reportes Sectoriales:

https://www.hrratings.com/pdf/Retos%20para%20los%20estados%20y%20municipios%20en%202020%20VF%2007052020.pdf

https://www.hrratings.com/pdf/Evolucion%20de%20las%20calificaciones%20subnacionales.pdf


*Ricardo Gallegos es Director Ejecutivo Senior de Finanzas Públicas & Deuda Soberana en HR Ratings. Economista por el ITESM y estudios de Maestría en Políticas Públicas por el ITAM.

Liga LinkedIn

http://linkedin.com/in/ricardo-gallegos-miranda-a2b0029a

Por: Ricardo Gallegos


El estado de Quintana Roo, por su vocación turística, será una de las entidades que resentirá de una manera importante los efectos del COVID-19, donde, además, existe un áspero entorno recesivo mundial. Sin embargo, con un adecuado proceso de reactivación económica y una delicada planeación presupuestal, podría ser también un estado que rápidamente vuelva a la normalidad.

Recientemente, Quintana Roo perdió un nivel en su calificación (de HR BBB a HR BBB-), derivado, por un lado, del cierre de 2019, donde su posición de deuda de corto plazo se duplicó, quedando en 1,520 millones de pesos (mdp), el doble de lo que se estimaba en su revisión previa, presentando un déficit en el Balance Financiero de -4.9%, lo cual también fue un resultado inferior a lo que se esperaba. Y, por otro lado, si ubicamos al estado como la entidad por excelencia del flujo turístico nacional, en medio de la pandemia, la expectativa tanto de ingresos federales y propios, como de los gastos extraordinarios que está enfrentando, la sitúa en una posición complicada.

¿Cuáles son las herramientas que puede utilizar una entidad ante estas circunstancias? La primera y más entendible: la contracción del gasto, que, en el caso del Quintana Roo, significa restringir al máximo el gasto operativo no esencial, cuidando las áreas principalmente de Salud y Seguridad Pública, e implementando de manera adicional y extraordinaria recortes a transferencias del sector no central, todo con tal de reconducir este presupuesto a las acciones de política pública que velen por la integridad de la planta productiva y de la población.

Otra manera sería reestructurar la deuda. La entidad está en proceso de culminar la reestructuración de la totalidad de su deuda a largo plazo a mejores condiciones financieras, lo cual les ofrecerá un ahorro en torno a la sobretasa que pagaba ahorrándose ahora 32 puntos base de una deuda total de aproximadamente 19,000mdp.

Sin embargo, la recaudación de ingresos para Quintana Roo representa un tema de lo más importante al ser uno de los estados que mayor recaudación tiene por Impuesto sobre Hospedaje, que representan anualmente alrededor de 2,400mdp. El cómo se dé la reactivación económica y cómo vayamos regresando a esta llamada “nueva normalidad” tendrá un efecto paulatino en los ingresos para el estado, especialmente en la manera en que el estado decida reactivar esta importante actividad económica para el país, por lo que esta decisión se verá reflejada en sus ingresos, pero de adelantarse de más podría tener delicadas implicaciones en la salud, tanto de la población como de los visitantes, por lo cual deberá ser evaluada con sumo cuidado ya que un rebrote en un sector de estas características podría traer un efecto muy negativo.

Al igual que muchos otros estados que han estado implementando medidas contracíclicas, Quintana Roo deberá tomar acciones que permitan preservar el empleo y la planta productiva, así como adquisiciones directas para transferencias directas a la población y sus municipios; estas medidas, sin duda, contribuirán a minimizar los impactos derivados del COVID-19, aunque hacia el cierre del año, en caso de que los ingresos federales empiecen a fluctuar, podrían provocar que el Estado recurra a más financiamiento de corto plazo y pasivo circulante, lo cual podría presionar sus principales métricas financieras y, por ende, su calificación.

Hasta ahora, las acciones del estado parecen ir en la dirección adecuada, el efecto final podría verse con mayor claridad hacia inicios del segundo semestre, y, sin duda, los retos más importantes los veremos en 2021, donde la expectativa generalizada es que el crecimiento del país tengo una profunda caída este año y una recuperación más paulatina de lo que se estimaba, pero el papel de Quintana Roo como un estado que contribuye de manera importante dentro del sector turístico nacional será pieza vital para que en una etapa posconfinamiento, México pueda retomar la senda de crecimiento.


Ligas de interés relacionadas:

Reporte del Estado de Quintana Roo 2020. https://www.hrratings.com/pdf/Reporte_QuintanaRoo_20200526.pdf

Reportes Sectoriales:

https://www.hrratings.com/pdf/Retos%20para%20los%20estados%20y%20municipios%20en%202020%20VF%2007052020.pdf

https://www.hrratings.com/pdf/Evolucion%20de%20las%20calificaciones%20subnacionales.pdf


*Ricardo Gallegos es Director Ejecutivo Senior de Finanzas Públicas & Deuda Soberana en HR Ratings. Economista por el ITESM y estudios de Maestría en Políticas Públicas por el ITAM.

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