/ miércoles 21 de agosto de 2019

IMCO | Respuesta Luis Carriles “Dos Bocas, con TIR de 13.5%”, publicado el 14 de agosto de 2019

El autor menciona que el estudio llamado Diagnóstico IMCO: Refinería Dos Bocas, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C. (IMCO), presenta “equivocaciones muy importantes en el planteamiento hecho por el Think Tank del sector privado”.

El primer argumento del autor menciona: “la TIR resulta muy baja porque la capacidad calculada es 50 mil barriles menor”[1]. Sin embargo, nuestro estudio utiliza los siguientes datos oficiales:

“Para la producción esperada de la refinería Dos Bocas se utilizan los datos publicados por la Secretaría de Energía en la Prospectiva de petróleo crudo y petrolíferos 2018-2032. En 2023, cuando se espera que inicie operaciones Dos Bocas, procesará 240 mil barriles (mdb). En 2024, la capacidad de procesamiento aumentará a 254 mdb y en 2025 alcanzará su capacidad máxima con 267 mdb”[2].

Es importante mencionar la diferencia entre la capacidad instalada de una refinería y el uso de la misma. A nivel mundial, las refinerías no suelen utilizar el 100% de su capacidad instalada. Por lo tanto, el estudio menciona que se modeló el nivel de utilización con una distribución uniforme anual entre el 85% y el 100%.

Al usar la capacidad de procesamiento esperada para 2024 de 254 miles de barriles diarios, un nivel de utilización entre el 85% y 100% implica que la refinería produce un mínimo de 215.9 mdb diarios en algunos de los 30 mil escenarios financieros, es decir, una reducción de 39 mbd no 50 mdb.

Además, calcular una utilización entre el 85% y 100% es considerado un supuesto muy optimista, ya que como se mencionó en el Diagnóstico IMCO: “en los últimos cinco años, el promedio observado de utilización de la capacidad instalada a nivel nacional es del 66%, llegando a un mínimo histórico del 49.6% de utilización en 2017”. Por lo que si el análisis se hubiera elaborado con la utilización nacional de los últimos cinco años, muy probablemente la refinería no hubiera tenido ni un 2% de probabilidad de éxito.

El segundo argumento mencionado por el autor señala que “los riesgos están sobreestimados y calcularon mal el daño ambiental, así como las remediaciones a realizar.

De hecho, no están consideradas por el IMCO, lo que genera un grave error de percepción.”[3]

En primer lugar, el estudio no incluye un apartado de riesgo en particular. Si el autor se refiere a los supuestos mencionados, reiteramos que los supuestos son optimistas, como se detalla a continuación:

● Primero. El modelo trabaja con el promedio de los márgenes de refinación (la diferencia entre el valor de los productos refinados y el costo del crudo utilizado para su producción) de tres refinerías de Estados Unidos localizadas en el Golfo, estos márgenes son históricamente superiores a los obtenidos por Petróleos Mexicanos (Pemex).

● Segundo. Como se mencionó, el estudio ocupa una utilización del 85 al 100% de su capacidad, sin embargo, en los últimos cinco años el promedio observado de utilización de la capacidad instalada a nivel nacional es del 66%.

● Tercero. El tiempo de construcción promedio utilizado es de cuatro años (de acuerdo a lo señalado por el Gobierno federal) y un máximo de 7 años, sin embargo, los retrasos en este tipo de infraestructura son normales. Por ejemplo, la refinería la refinería Comperj en Brasil lleva 15 años en construcción y no ha sido finalizada a la fecha[4] [5].

● Cuarto. El costo de inversión se situó alrededor de los 8 mil millones de dólares, el mismo que el Gobierno federal ha reiterado, sin embargo, los sobrecostos son usuales en estas obras: 9 de cada 10 proyectos de esta naturaleza muestran sobrecostos[6].

● Quinto. Se utilizan costos operativos similares a los reportados por Valero Energy -mayor refinador independiente de Norteamérica-, Marathon Petroleum, Western Refining, Tesoro y Phillips 66, que son menores a los presentados por Pemex.

En segundo lugar, el estudio “toma en cuenta únicamente la construcción de la refinería y no incluye las inversiones de capital adicionales que este proyecto requeriría.” Asimismo, el análisis no calcula el daño ambiental ya que al momento de su realización no se encontraban públicos y publicados los estudios de impacto ambiental presentados ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Entre las inversiones adicionales que no se tomaron en cuenta para el estudio del IMCO se encuentra la construcción de oleoductos y gasoductos, la remodelación del puerto de Dos Bocas, construcción de terminales de almacenamiento, entre otras. La inclusión del costo ambiental y de las inversiones adicionales hubiera incrementado los costos asociados al proyecto, lo que daría como resultado valores de rentabilidad más bajos que los obtenidos, y reduciría aún más la probabilidad de éxito financiero del proyecto.

Agradecemos el interés en nuestro análisis y esperamos haber conseguido aclarar todas las dudas respecto a este.

[1] Luis Carriles, “Dos Bocas, con TIR de 13.5%”. El Sol de Hermosillo. 14/08/2019. https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/aguas-profundas-dos-bocas-con-tir-de-13.5-4036570.html Consultado: 16/08/2019

[2] Instituto Mexicano para la Competitividad, “Diagnóstico IMCO: Refinería Dos Bocas”, 2019, https://imco.org.mx/temas/diagnostico-imco-refineria-dos-bocas/

[3] Luis Carriles, “Dos Bocas, con TIR de 13.5%”. El Sol de Hermosillo. 14/08/2019. https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/aguas-profundas-dos-bocas-con-tir-de-13.5-4036570.html

[4] Flyvbjerg, Burzeluis y Rothengatter, MegaProjects and Risk: An Anatomy of Ambition, 2003.

[5] Sabrina Valle, China Bails Out Petrobras´s $14 Billion Refinery Misadventure, 2018. https://www.bloomberg.com/news/articles/2018-07-04/china-bails-out-petrobras-14-billion-refinery-misadventure

[6] Flyvbjerg, Burzeluis y Rothengatter, MegaProjects and Risk: An Anatomy of Ambition, 2003.

El autor menciona que el estudio llamado Diagnóstico IMCO: Refinería Dos Bocas, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C. (IMCO), presenta “equivocaciones muy importantes en el planteamiento hecho por el Think Tank del sector privado”.

El primer argumento del autor menciona: “la TIR resulta muy baja porque la capacidad calculada es 50 mil barriles menor”[1]. Sin embargo, nuestro estudio utiliza los siguientes datos oficiales:

“Para la producción esperada de la refinería Dos Bocas se utilizan los datos publicados por la Secretaría de Energía en la Prospectiva de petróleo crudo y petrolíferos 2018-2032. En 2023, cuando se espera que inicie operaciones Dos Bocas, procesará 240 mil barriles (mdb). En 2024, la capacidad de procesamiento aumentará a 254 mdb y en 2025 alcanzará su capacidad máxima con 267 mdb”[2].

Es importante mencionar la diferencia entre la capacidad instalada de una refinería y el uso de la misma. A nivel mundial, las refinerías no suelen utilizar el 100% de su capacidad instalada. Por lo tanto, el estudio menciona que se modeló el nivel de utilización con una distribución uniforme anual entre el 85% y el 100%.

Al usar la capacidad de procesamiento esperada para 2024 de 254 miles de barriles diarios, un nivel de utilización entre el 85% y 100% implica que la refinería produce un mínimo de 215.9 mdb diarios en algunos de los 30 mil escenarios financieros, es decir, una reducción de 39 mbd no 50 mdb.

Además, calcular una utilización entre el 85% y 100% es considerado un supuesto muy optimista, ya que como se mencionó en el Diagnóstico IMCO: “en los últimos cinco años, el promedio observado de utilización de la capacidad instalada a nivel nacional es del 66%, llegando a un mínimo histórico del 49.6% de utilización en 2017”. Por lo que si el análisis se hubiera elaborado con la utilización nacional de los últimos cinco años, muy probablemente la refinería no hubiera tenido ni un 2% de probabilidad de éxito.

El segundo argumento mencionado por el autor señala que “los riesgos están sobreestimados y calcularon mal el daño ambiental, así como las remediaciones a realizar.

De hecho, no están consideradas por el IMCO, lo que genera un grave error de percepción.”[3]

En primer lugar, el estudio no incluye un apartado de riesgo en particular. Si el autor se refiere a los supuestos mencionados, reiteramos que los supuestos son optimistas, como se detalla a continuación:

● Primero. El modelo trabaja con el promedio de los márgenes de refinación (la diferencia entre el valor de los productos refinados y el costo del crudo utilizado para su producción) de tres refinerías de Estados Unidos localizadas en el Golfo, estos márgenes son históricamente superiores a los obtenidos por Petróleos Mexicanos (Pemex).

● Segundo. Como se mencionó, el estudio ocupa una utilización del 85 al 100% de su capacidad, sin embargo, en los últimos cinco años el promedio observado de utilización de la capacidad instalada a nivel nacional es del 66%.

● Tercero. El tiempo de construcción promedio utilizado es de cuatro años (de acuerdo a lo señalado por el Gobierno federal) y un máximo de 7 años, sin embargo, los retrasos en este tipo de infraestructura son normales. Por ejemplo, la refinería la refinería Comperj en Brasil lleva 15 años en construcción y no ha sido finalizada a la fecha[4] [5].

● Cuarto. El costo de inversión se situó alrededor de los 8 mil millones de dólares, el mismo que el Gobierno federal ha reiterado, sin embargo, los sobrecostos son usuales en estas obras: 9 de cada 10 proyectos de esta naturaleza muestran sobrecostos[6].

● Quinto. Se utilizan costos operativos similares a los reportados por Valero Energy -mayor refinador independiente de Norteamérica-, Marathon Petroleum, Western Refining, Tesoro y Phillips 66, que son menores a los presentados por Pemex.

En segundo lugar, el estudio “toma en cuenta únicamente la construcción de la refinería y no incluye las inversiones de capital adicionales que este proyecto requeriría.” Asimismo, el análisis no calcula el daño ambiental ya que al momento de su realización no se encontraban públicos y publicados los estudios de impacto ambiental presentados ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Entre las inversiones adicionales que no se tomaron en cuenta para el estudio del IMCO se encuentra la construcción de oleoductos y gasoductos, la remodelación del puerto de Dos Bocas, construcción de terminales de almacenamiento, entre otras. La inclusión del costo ambiental y de las inversiones adicionales hubiera incrementado los costos asociados al proyecto, lo que daría como resultado valores de rentabilidad más bajos que los obtenidos, y reduciría aún más la probabilidad de éxito financiero del proyecto.

Agradecemos el interés en nuestro análisis y esperamos haber conseguido aclarar todas las dudas respecto a este.

[1] Luis Carriles, “Dos Bocas, con TIR de 13.5%”. El Sol de Hermosillo. 14/08/2019. https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/aguas-profundas-dos-bocas-con-tir-de-13.5-4036570.html Consultado: 16/08/2019

[2] Instituto Mexicano para la Competitividad, “Diagnóstico IMCO: Refinería Dos Bocas”, 2019, https://imco.org.mx/temas/diagnostico-imco-refineria-dos-bocas/

[3] Luis Carriles, “Dos Bocas, con TIR de 13.5%”. El Sol de Hermosillo. 14/08/2019. https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/aguas-profundas-dos-bocas-con-tir-de-13.5-4036570.html

[4] Flyvbjerg, Burzeluis y Rothengatter, MegaProjects and Risk: An Anatomy of Ambition, 2003.

[5] Sabrina Valle, China Bails Out Petrobras´s $14 Billion Refinery Misadventure, 2018. https://www.bloomberg.com/news/articles/2018-07-04/china-bails-out-petrobras-14-billion-refinery-misadventure

[6] Flyvbjerg, Burzeluis y Rothengatter, MegaProjects and Risk: An Anatomy of Ambition, 2003.