/ domingo 6 de mayo de 2018

IMSS, pilar del Estado mexicano

Es cierto, las noticias que normalmente tenemos sobre el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de sus servicios y la atención a sus derechohabientes, son malas o negativas. Tienen que ver con la atención inoportuna, otras veces con la falta de calidez o con “la falta de medicinas”.

Hemos visto las fotografías o videos de mujeres que no alcanzan llegar al quirófano para el parto y ocurre en los pasillos o baños; o pacientes sentados en salas de espera con el suero puesto porque no hay disponibilidad de camas. También, lastimosamente y no sólo en el IMSS, padecemos pena ajena por secretarías o trabajadores insensibles ante la urgencia y angustia de pacientes y familiares que no son atendidos como se debiera.

También es cierto que en los últimos años el gobierno ha hecho un esfuerzo extraordinario para mejorar esa atención social, que no es fácil, pero sí comprometida con sus 74 millones de derechohabientes. No es fácil tener los recursos suficientes para una plantilla de 440 mil trabajadores cuyo trabajo se disemina en seis mil 500 Unidades de Medicina Familiar, 340 Hospitales de Segundo Nivel y 36 Hospitales de Alta Especialidad.

Pero el trabajo, sobre todo en infraestructura no se ha detenido. Hoy está en marcha el más ambicioso plan de las últimas décadas con la construcción de 12 nuevos hospitales sustentables, de los que ya funcionan el de Cólima, Aguascalientes y Tamaulipas. Y en los próximos meses se pondrán en marcha el de Nogales, León y Querétaro.

Además, se mantienen hoy la inversión por más de dos mil 500 millones de pesos en los hospitales de Tepotzotlán, Atlacomulco, Ixtapan de la Sal y Ecatepec. Incluye la construcción de 40 Unidades de Medicina Familiar, de las que ya están operando trece.

En 2012, el IMSS enfrentaba una crisis financiera. Eso ha quedado atrás. No sólo se logró superarla sino que ya opera con un superávit cercano a los 15 mil millones de pesos, resultado de la disciplina en el gasto y de mecanismos como la compra consolidada de medicamentos, entre otras importantes acciones.

En los hospitales del IMSS, en sus unidades médicas, diariamente se brindan 500 mil consultas, se atienden mil 200 partos, 60 mil urgencias; además se realizan cuatro mil cirugías, 755 mil análisis clínicos; casi 30 mil pacientes ocupas sus camas y asisten 200 mil menores a sus mil 300 guarderías.

Y sí, vale la pena no sólo reconocer las carencias y la eventual mala atención que pueda haber en ese universo llamado IMSS, pero también subrayar que a 75 años de su creación se ha convertido en una de las instituciones pilares del Estado mexicano, a la vanguardia con finanzas sanas, servicios digitales, infraestructura en ascenso y los mejores médicos especialistas.

El IMSS es sin duda una decisión visionaria del presidente Manuel Ávila Camacho en 1943. Lo pensó ese gobierno para brindar acceso integral de los trabajadores a la atención médica escasa, para impulsar el desarrollo. Hoy no nos imaginamos la atención médica del pueblo mexicano sin la participación del Seguro Social.

Continuar consolidando al IMSS es, y debe ser en el futuro, sin poses políticas de por medio, una prioridad del Estado mexicano.

Senador del PRI


Es cierto, las noticias que normalmente tenemos sobre el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de sus servicios y la atención a sus derechohabientes, son malas o negativas. Tienen que ver con la atención inoportuna, otras veces con la falta de calidez o con “la falta de medicinas”.

Hemos visto las fotografías o videos de mujeres que no alcanzan llegar al quirófano para el parto y ocurre en los pasillos o baños; o pacientes sentados en salas de espera con el suero puesto porque no hay disponibilidad de camas. También, lastimosamente y no sólo en el IMSS, padecemos pena ajena por secretarías o trabajadores insensibles ante la urgencia y angustia de pacientes y familiares que no son atendidos como se debiera.

También es cierto que en los últimos años el gobierno ha hecho un esfuerzo extraordinario para mejorar esa atención social, que no es fácil, pero sí comprometida con sus 74 millones de derechohabientes. No es fácil tener los recursos suficientes para una plantilla de 440 mil trabajadores cuyo trabajo se disemina en seis mil 500 Unidades de Medicina Familiar, 340 Hospitales de Segundo Nivel y 36 Hospitales de Alta Especialidad.

Pero el trabajo, sobre todo en infraestructura no se ha detenido. Hoy está en marcha el más ambicioso plan de las últimas décadas con la construcción de 12 nuevos hospitales sustentables, de los que ya funcionan el de Cólima, Aguascalientes y Tamaulipas. Y en los próximos meses se pondrán en marcha el de Nogales, León y Querétaro.

Además, se mantienen hoy la inversión por más de dos mil 500 millones de pesos en los hospitales de Tepotzotlán, Atlacomulco, Ixtapan de la Sal y Ecatepec. Incluye la construcción de 40 Unidades de Medicina Familiar, de las que ya están operando trece.

En 2012, el IMSS enfrentaba una crisis financiera. Eso ha quedado atrás. No sólo se logró superarla sino que ya opera con un superávit cercano a los 15 mil millones de pesos, resultado de la disciplina en el gasto y de mecanismos como la compra consolidada de medicamentos, entre otras importantes acciones.

En los hospitales del IMSS, en sus unidades médicas, diariamente se brindan 500 mil consultas, se atienden mil 200 partos, 60 mil urgencias; además se realizan cuatro mil cirugías, 755 mil análisis clínicos; casi 30 mil pacientes ocupas sus camas y asisten 200 mil menores a sus mil 300 guarderías.

Y sí, vale la pena no sólo reconocer las carencias y la eventual mala atención que pueda haber en ese universo llamado IMSS, pero también subrayar que a 75 años de su creación se ha convertido en una de las instituciones pilares del Estado mexicano, a la vanguardia con finanzas sanas, servicios digitales, infraestructura en ascenso y los mejores médicos especialistas.

El IMSS es sin duda una decisión visionaria del presidente Manuel Ávila Camacho en 1943. Lo pensó ese gobierno para brindar acceso integral de los trabajadores a la atención médica escasa, para impulsar el desarrollo. Hoy no nos imaginamos la atención médica del pueblo mexicano sin la participación del Seguro Social.

Continuar consolidando al IMSS es, y debe ser en el futuro, sin poses políticas de por medio, una prioridad del Estado mexicano.

Senador del PRI