/ martes 23 de noviembre de 2021

Indefensos

La realidad que hoy nos toca vivir o padecer, es la de una sociedad acosada por el terror, el sufrimiento, el miedo y la muerte. Si la Revolución Mexicana fue una guerra civil inspirada en causas justas, la cruenta ‘guerra contra el narco’, es un conflicto bélico entre mexicanos, donde la dignidad humana se ha degradado, donde está permitido matar de las formas más aberrantes posibles y se pueden cometer diversos ilícitos como venta y trasiego de drogas, secuestros, extorsiones, feminicidios, desapariciones forzadas, torturas, tráfico y portación de armas, robos, abigeato en la disputa territorial.

Francisco Murillo Ruiseco, Fiscal General de Justicia del Estado de Zacatecas, informó recientemente que fueron detenidos tres presuntos homicidas quienes habían asesinado a una familia residente del municipio de Guadalupe, zona conurbada de la capital. Las víctimas fueron encontradas calcinadas al interior de su vivienda. Eran un hombre y una mujer de 52 y 44 años respectivamente, además de dos menores de 16 y 12 años.

Un día después, diez cuerpos fueron colgados en un puente del municipio de Cuauhtémoc. La prensa nacional catapultó el trágico evento en sus titulares. En esta trágica cotidianidad frente a una sociedad amedrentada y la inacción de las autoridades han sido asesinados 35 policías en lo que va del año y en ocho ayuntamientos renunciaron los elementos de seguridad. Estos municipios son Monte Escobedo con una población de 8 mil, 683; Loreto, 53 mil 709; Villa Hidalgo, 19 mil 446; Cuauhtémoc, 13 mil 466; Cañitas de Felipe Pescador, 8 mil 255; Tepetongo, 6 mil 490; Apulco, 4 mil 942 y el Salvador, 2 mil 509 habitantes de acuerdo al Inegi. Esta cifra representa 117 mil 500 zacatecanos en la completa indefensión.

Ante esta crisis social, evidentemente, la política en materia de seguridad ha sido errónea. Urge replantear la estrategia y pacificar el estado donde se involucren los tres órdenes de gobierno. En este esfuerzo conjunto sería prudente conformar una mesa interestatal de seguridad y protección ciudadana con la participación de autoridades de los estados limítrofes, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la Guardia Nacional para combatir la delincuencia organizada.

Ante la recurrente violencia que se vive en mi estado, rediseñar políticas eficaces es una obligación. Nuestro derecho humano a la paz se ha trastocado.

La realidad que hoy nos toca vivir o padecer, es la de una sociedad acosada por el terror, el sufrimiento, el miedo y la muerte. Si la Revolución Mexicana fue una guerra civil inspirada en causas justas, la cruenta ‘guerra contra el narco’, es un conflicto bélico entre mexicanos, donde la dignidad humana se ha degradado, donde está permitido matar de las formas más aberrantes posibles y se pueden cometer diversos ilícitos como venta y trasiego de drogas, secuestros, extorsiones, feminicidios, desapariciones forzadas, torturas, tráfico y portación de armas, robos, abigeato en la disputa territorial.

Francisco Murillo Ruiseco, Fiscal General de Justicia del Estado de Zacatecas, informó recientemente que fueron detenidos tres presuntos homicidas quienes habían asesinado a una familia residente del municipio de Guadalupe, zona conurbada de la capital. Las víctimas fueron encontradas calcinadas al interior de su vivienda. Eran un hombre y una mujer de 52 y 44 años respectivamente, además de dos menores de 16 y 12 años.

Un día después, diez cuerpos fueron colgados en un puente del municipio de Cuauhtémoc. La prensa nacional catapultó el trágico evento en sus titulares. En esta trágica cotidianidad frente a una sociedad amedrentada y la inacción de las autoridades han sido asesinados 35 policías en lo que va del año y en ocho ayuntamientos renunciaron los elementos de seguridad. Estos municipios son Monte Escobedo con una población de 8 mil, 683; Loreto, 53 mil 709; Villa Hidalgo, 19 mil 446; Cuauhtémoc, 13 mil 466; Cañitas de Felipe Pescador, 8 mil 255; Tepetongo, 6 mil 490; Apulco, 4 mil 942 y el Salvador, 2 mil 509 habitantes de acuerdo al Inegi. Esta cifra representa 117 mil 500 zacatecanos en la completa indefensión.

Ante esta crisis social, evidentemente, la política en materia de seguridad ha sido errónea. Urge replantear la estrategia y pacificar el estado donde se involucren los tres órdenes de gobierno. En este esfuerzo conjunto sería prudente conformar una mesa interestatal de seguridad y protección ciudadana con la participación de autoridades de los estados limítrofes, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la Guardia Nacional para combatir la delincuencia organizada.

Ante la recurrente violencia que se vive en mi estado, rediseñar políticas eficaces es una obligación. Nuestro derecho humano a la paz se ha trastocado.