/ viernes 17 de abril de 2020

Informática de la salud, especialidad médica en auge

Ante la crisis sanitaria y económica que vivimos actualmente por la propagación del coronavirus, hay muchos aspectos de nuestras vidas que habrán de transformarse durante y después de esta pandemia y uno de los mayores cambios vendrá de la mano entre la tecnología y la salud, en términos de prevención y tratamiento de enfermedades, para evitar que males futuros causen el impacto que ha generado el que vivimos en la actualidad.


Para estos momentos, los países que más éxito han tenido para “aplanar la curva” de contagios del coronavirus, como Corea del Sur y Singapur, han basado su trabajo en la materia en la detección de casos a través de pruebas y en el seguimiento de posibles contagiados, para lo que se basan en un uso cada vez más especializado de la tecnología.


Actualmente, ya es posible detectar casos de fiebre en personas a través de cámaras de seguridad cada vez más avanzadas, mismas que pueden ver tanto la temperatura corporal elevada en el cuerpo, como aquella que se detecta de forma especial en quienes padecen una infección interna que no se ha dado a notar en síntomas externos.


Por otra parte, ya hay una serie de aplicaciones médicas para dispositivos inteligentes, como teléfonos y relojes, a través de las que se pueden detectar diferentes alteraciones en los órganos, como ocurre con el ritmo cardíaco, la hipertensión arterial y otros males, precisamente en el momento en que ocurren.


Para estos momentos y con el acelerado ritmo con que avanza la tecnología, ya se tienen aplicaciones para teléfonos celulares, pulseras fitness y relojes inteligentes, capaces de monitorear síntomas del coronavirus, como temperatura alta, tos y problemas para respirar, algo que ya se está usando en países como Alemania que hizo la app conocida como “Corona” y Francia, que desarrolló otra a la que denominaron “StopCovid”.


Por otra parte, se está avanzando en esquemas para la atención médica a través de conexiones digitales con dispositivos inteligentes, bajo esquemas que permiten incluso realizar operaciones a distancia, pero que en el caso del coronavirus, permiten que los doctores tengan una menor exposición a pacientes infectados con el patógeno, con lo que evitan riesgos y pueden atender a un número mayor de pacientes, lo que resulta de gran ayuda en un momento en el que faltan médicos en diferentes partes del mundo para brindar toda la atención que es necesaria.


La especialidad de informática de la salud, como tal ya tiene más de 30 años funcionando y ha venido avanzando de la mano con la tecnología, pero la emergencia que se vive actualmente, ha llevado a acelerar procesos, desarrollándose esquemas que permitirían a los servicios de salud detectar posibles enfermedades, incluso antes de que una persona sintiera síntomas que le dejaran saber que algo pudiera andar mal.


Se trata de avances que por una parte facilitarán la atención de la salud y ayudarán a salvar vidas, además de prevenir epidemias y pandemias como la actual o bien acotar sus efectos, pero también implican una pérdida de la privacidad, ya que se incrementarán esquemas de control para la población, habiendo alcance para saber dónde está cada usuario de un teléfono móvil e incluso con quién se reúne.


Desde que surgieron las redes sociales, fue quedando claro que la vida privada iría quedando gradualmente como algo del pasado, pero con los avances que se están registrando para la atención de la salud, más los que habrán de consolidarse con la presente pandemia, ahora sí comenzará a vivirse un esquema de “Gran Hermano” como el que alguna vez planteara el escritor George Orwell.


Mucho que reflexionar para una humanidad posterior al coronavirus.



FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @Yoladelatorre

Ante la crisis sanitaria y económica que vivimos actualmente por la propagación del coronavirus, hay muchos aspectos de nuestras vidas que habrán de transformarse durante y después de esta pandemia y uno de los mayores cambios vendrá de la mano entre la tecnología y la salud, en términos de prevención y tratamiento de enfermedades, para evitar que males futuros causen el impacto que ha generado el que vivimos en la actualidad.


Para estos momentos, los países que más éxito han tenido para “aplanar la curva” de contagios del coronavirus, como Corea del Sur y Singapur, han basado su trabajo en la materia en la detección de casos a través de pruebas y en el seguimiento de posibles contagiados, para lo que se basan en un uso cada vez más especializado de la tecnología.


Actualmente, ya es posible detectar casos de fiebre en personas a través de cámaras de seguridad cada vez más avanzadas, mismas que pueden ver tanto la temperatura corporal elevada en el cuerpo, como aquella que se detecta de forma especial en quienes padecen una infección interna que no se ha dado a notar en síntomas externos.


Por otra parte, ya hay una serie de aplicaciones médicas para dispositivos inteligentes, como teléfonos y relojes, a través de las que se pueden detectar diferentes alteraciones en los órganos, como ocurre con el ritmo cardíaco, la hipertensión arterial y otros males, precisamente en el momento en que ocurren.


Para estos momentos y con el acelerado ritmo con que avanza la tecnología, ya se tienen aplicaciones para teléfonos celulares, pulseras fitness y relojes inteligentes, capaces de monitorear síntomas del coronavirus, como temperatura alta, tos y problemas para respirar, algo que ya se está usando en países como Alemania que hizo la app conocida como “Corona” y Francia, que desarrolló otra a la que denominaron “StopCovid”.


Por otra parte, se está avanzando en esquemas para la atención médica a través de conexiones digitales con dispositivos inteligentes, bajo esquemas que permiten incluso realizar operaciones a distancia, pero que en el caso del coronavirus, permiten que los doctores tengan una menor exposición a pacientes infectados con el patógeno, con lo que evitan riesgos y pueden atender a un número mayor de pacientes, lo que resulta de gran ayuda en un momento en el que faltan médicos en diferentes partes del mundo para brindar toda la atención que es necesaria.


La especialidad de informática de la salud, como tal ya tiene más de 30 años funcionando y ha venido avanzando de la mano con la tecnología, pero la emergencia que se vive actualmente, ha llevado a acelerar procesos, desarrollándose esquemas que permitirían a los servicios de salud detectar posibles enfermedades, incluso antes de que una persona sintiera síntomas que le dejaran saber que algo pudiera andar mal.


Se trata de avances que por una parte facilitarán la atención de la salud y ayudarán a salvar vidas, además de prevenir epidemias y pandemias como la actual o bien acotar sus efectos, pero también implican una pérdida de la privacidad, ya que se incrementarán esquemas de control para la población, habiendo alcance para saber dónde está cada usuario de un teléfono móvil e incluso con quién se reúne.


Desde que surgieron las redes sociales, fue quedando claro que la vida privada iría quedando gradualmente como algo del pasado, pero con los avances que se están registrando para la atención de la salud, más los que habrán de consolidarse con la presente pandemia, ahora sí comenzará a vivirse un esquema de “Gran Hermano” como el que alguna vez planteara el escritor George Orwell.


Mucho que reflexionar para una humanidad posterior al coronavirus.



FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @Yoladelatorre