/ miércoles 6 de enero de 2021

Inquietante año nuevo

…Y cuando despertó –2021-- el avionzote todavía estaba ahí. La permanencia sine die en el hangar de la aeronave presidencial, su alto costo de mantenimiento y el pago del crédito obtenido para su compra son emblemáticos del fracaso de los propósitos de la actual administración que el gobierno se empeña en llamar cuarta transformación. Se fue el año más terrible. Para México las perspectivas del que comienza no son nada prometedoras, agravadas por un gobierno que no ha tenido la capacidad de enfrentar la crisis sanitaria y económica y el trágico repunte del coronavirus.

Contrariamente a las afirmaciones oficiales, lejos de recuperarse, el desempleo va en aumento si se tiene en cuenta que el registro del IMSS sólo refleja una parte menor de lo perdido por el cierre de empresas y la inactividad que la pandemia impone en el sector informal. En “los otros datos” de las conferencias mañaneras, el presidente presume supuestos logros que no corresponden al gobierno, como la ausencia de bajas bruscas en el precio de las gasolinas, el tipo de cambio del peso frente al dólar o los índices de inflación, debidos a las condiciones del mercado internacional y a las reducciones en la demanda de bienes y servicios. “Otros datos” del presidente falsean la realidad de la caída del producto interno bruto que para 2020 será, según estimaciones nacionales e internacionales, cercana al diez por ciento.

El principal desafío del conjunto de la sociedad es la aplicación de las dosis de vacuna contra la Covid 19 que en término de un año, para ser universal, deberá incluir a la totalidad de la población; el gobierno se niega a acudir al apoyo de organizaciones e instituciones privadas para la aplicación de la vacuna que será de manera directa a cargo del gobierno, como recurso electoral frente a los comicios de junio próximo.

No obstante esos factores negativos por lo erróneo de la política en el tratamiento de la crisis sanitaria, la situación que el país ha vivido deja lecciones y ofrece perspectivas aprovechables para la comunidad. La sociedad mexicana aprende a aplicarse a sí misma cambios importantes en su organización y en su modo de vida. El sistema educativo tiene ya y tendrá en el futuro nuevas formas de aprendizaje a larga distancia que mitigan la falta del contacto personal, humano, tan necesario e imprescindible. Las ventajas de la tecnología establecen también prácticas innovadoras en el trabajo no presencial que han evitado el derrumbe total de la productividad. En términos generales, la sociedad ha respondido a las medidas de protección sanitaria con fracturas y violaciones a la disciplina que la pandemia impone, no mayores a las de otros países, lo cual no es en forma alguna un éxito del gobierno, renuente a imponer las restricciones que corresponden a toda autoridad. El año que comienza será difícil y azaroso, pleno de retos, pero también de esperanzas y a cuya consecución a todos nos corresponde.

El avión presidencial permanece ahí, condenado tal vez a convertirse en chatarra al paso de los años.

sdelrio1934@gmail.com

Inquietante año nuevo

Salvador del Rio

…Y cuando despertó –2021-- el avionzote todavía estaba ahí. La permanencia sine die en el hangar de la aeronave presidencial, su alto costo de mantenimiento y el pago del crédito obtenido para su compra son sin duda emblemáticos del fracaso de buena parte de los propósitos de la actual administración que el gobierno se empeña en llamar cuarta transformación. Se fue el año más terrible en la historia reciente del mundo y para México las perspectivas del que comienza no son nada prometedoras, agravadas por un gobierno que no ha tenido la capacidad de enfrentar los efectos de la crisis sanitaria y económica a causa del avance y el trágico repunte del coronavirus.

Contrariamente a las afirmaciones oficiales, lejos de recuperarse, el desempleo va en aumento si se tiene en cuenta que el registro del IMSS sólo refleja una parte menor de lo perdido por el cierre de empresas y la inactividad que la pandemia impone en el sector informal, sin el apoyo efectivo del gobierno. En “los otros datos” de las conferencias mañaneras, el presidente presume supuestos logros que no corresponden al gobierno como la ausencia de bajas bruscas en el precio de las gasolinas, el tipo de cambio del peso frente al dólar o los índices de inflación, debidos a las condiciones del mercado internacional y a las reducciones en la demanda de bienes y servicios en la crisis por la que atraviesa la economía. “Otros datos” del presidente falsean la realidad de la caída del producto interno bruto que para 2020 será, según estimaciones nacionales e internacionales, cercana al diez por ciento considerando lo perdido frente a la débil recuperación de algunos indicadores.

El principal desafío del conjunto de la sociedad es la aplicación de las dosis de vacuna contra la Covid 19 que en término de un año, para ser universal, deberá incluir a la totalidad de la población. Como en otros aspectos de la administración, el gobierno se niega a acudir al apoyo de organizaciones e instituciones privadas para la aplicación de la vacuna que será de manera directa a cargo del gobierno, como recurso electoral frente a los comicios de junio próximo, lo cual pone en riesgo la efectividad de una acción que debería estar en manos de los organismos de la sociedad.

No obstante esos factores negativos por lo erróneo de la política en el tratamiento de la crisis sanitaria, la situación que el país ha vivido deja lecciones y ofrece perspectivas aprovechables para la comunidad. La sociedad mexicana, como la de otros países, aprende a aplicarse a sí misma cambios importantes en su organización y en su modo de vida. El sistema educativo tiene ya y tendrá en el futuro nuevas formas de aprendizaje a larga distancia que mitigan la falta del contacto personal, humano, tan necesario e imprescindible. Las ventajas de la tecnología establecen también prácticas innovadoras en el trabajo no presencial que han evitado el derrumbe total de la productividad y ofrecen amplios horizontes para el porvenir. En términos generales, la sociedad ha respondido a las medidas de protección sanitaria con fracturas y violaciones a la disciplina que la pandemia impone, no mayores a las de otros países, lo cual no es en forma alguna un éxito del gobierno, renuente a imponer las restricciones que corresponden a toda autoridad. El año que comienza será difícil y azaroso, pleno de retos, pero también de esperanzas y a cuya consecución a todos nos corresponde.

El avión presidencial permanece ahí, condenado tal vez a convertirse en chatarra al paso de los años. En un tiempo que transcurre entre derroches, proyectos frustrados, promesas incumplidas, una etapa que pasará a la historia como el tiempo perdido frente a una sociedad que por sí sola no detiene el impulso creador y la aspiración permanente a una vida mejor.

sdelrio1934@gmail.com


…Y cuando despertó –2021-- el avionzote todavía estaba ahí. La permanencia sine die en el hangar de la aeronave presidencial, su alto costo de mantenimiento y el pago del crédito obtenido para su compra son emblemáticos del fracaso de los propósitos de la actual administración que el gobierno se empeña en llamar cuarta transformación. Se fue el año más terrible. Para México las perspectivas del que comienza no son nada prometedoras, agravadas por un gobierno que no ha tenido la capacidad de enfrentar la crisis sanitaria y económica y el trágico repunte del coronavirus.

Contrariamente a las afirmaciones oficiales, lejos de recuperarse, el desempleo va en aumento si se tiene en cuenta que el registro del IMSS sólo refleja una parte menor de lo perdido por el cierre de empresas y la inactividad que la pandemia impone en el sector informal. En “los otros datos” de las conferencias mañaneras, el presidente presume supuestos logros que no corresponden al gobierno, como la ausencia de bajas bruscas en el precio de las gasolinas, el tipo de cambio del peso frente al dólar o los índices de inflación, debidos a las condiciones del mercado internacional y a las reducciones en la demanda de bienes y servicios. “Otros datos” del presidente falsean la realidad de la caída del producto interno bruto que para 2020 será, según estimaciones nacionales e internacionales, cercana al diez por ciento.

El principal desafío del conjunto de la sociedad es la aplicación de las dosis de vacuna contra la Covid 19 que en término de un año, para ser universal, deberá incluir a la totalidad de la población; el gobierno se niega a acudir al apoyo de organizaciones e instituciones privadas para la aplicación de la vacuna que será de manera directa a cargo del gobierno, como recurso electoral frente a los comicios de junio próximo.

No obstante esos factores negativos por lo erróneo de la política en el tratamiento de la crisis sanitaria, la situación que el país ha vivido deja lecciones y ofrece perspectivas aprovechables para la comunidad. La sociedad mexicana aprende a aplicarse a sí misma cambios importantes en su organización y en su modo de vida. El sistema educativo tiene ya y tendrá en el futuro nuevas formas de aprendizaje a larga distancia que mitigan la falta del contacto personal, humano, tan necesario e imprescindible. Las ventajas de la tecnología establecen también prácticas innovadoras en el trabajo no presencial que han evitado el derrumbe total de la productividad. En términos generales, la sociedad ha respondido a las medidas de protección sanitaria con fracturas y violaciones a la disciplina que la pandemia impone, no mayores a las de otros países, lo cual no es en forma alguna un éxito del gobierno, renuente a imponer las restricciones que corresponden a toda autoridad. El año que comienza será difícil y azaroso, pleno de retos, pero también de esperanzas y a cuya consecución a todos nos corresponde.

El avión presidencial permanece ahí, condenado tal vez a convertirse en chatarra al paso de los años.

sdelrio1934@gmail.com

Inquietante año nuevo

Salvador del Rio

…Y cuando despertó –2021-- el avionzote todavía estaba ahí. La permanencia sine die en el hangar de la aeronave presidencial, su alto costo de mantenimiento y el pago del crédito obtenido para su compra son sin duda emblemáticos del fracaso de buena parte de los propósitos de la actual administración que el gobierno se empeña en llamar cuarta transformación. Se fue el año más terrible en la historia reciente del mundo y para México las perspectivas del que comienza no son nada prometedoras, agravadas por un gobierno que no ha tenido la capacidad de enfrentar los efectos de la crisis sanitaria y económica a causa del avance y el trágico repunte del coronavirus.

Contrariamente a las afirmaciones oficiales, lejos de recuperarse, el desempleo va en aumento si se tiene en cuenta que el registro del IMSS sólo refleja una parte menor de lo perdido por el cierre de empresas y la inactividad que la pandemia impone en el sector informal, sin el apoyo efectivo del gobierno. En “los otros datos” de las conferencias mañaneras, el presidente presume supuestos logros que no corresponden al gobierno como la ausencia de bajas bruscas en el precio de las gasolinas, el tipo de cambio del peso frente al dólar o los índices de inflación, debidos a las condiciones del mercado internacional y a las reducciones en la demanda de bienes y servicios en la crisis por la que atraviesa la economía. “Otros datos” del presidente falsean la realidad de la caída del producto interno bruto que para 2020 será, según estimaciones nacionales e internacionales, cercana al diez por ciento considerando lo perdido frente a la débil recuperación de algunos indicadores.

El principal desafío del conjunto de la sociedad es la aplicación de las dosis de vacuna contra la Covid 19 que en término de un año, para ser universal, deberá incluir a la totalidad de la población. Como en otros aspectos de la administración, el gobierno se niega a acudir al apoyo de organizaciones e instituciones privadas para la aplicación de la vacuna que será de manera directa a cargo del gobierno, como recurso electoral frente a los comicios de junio próximo, lo cual pone en riesgo la efectividad de una acción que debería estar en manos de los organismos de la sociedad.

No obstante esos factores negativos por lo erróneo de la política en el tratamiento de la crisis sanitaria, la situación que el país ha vivido deja lecciones y ofrece perspectivas aprovechables para la comunidad. La sociedad mexicana, como la de otros países, aprende a aplicarse a sí misma cambios importantes en su organización y en su modo de vida. El sistema educativo tiene ya y tendrá en el futuro nuevas formas de aprendizaje a larga distancia que mitigan la falta del contacto personal, humano, tan necesario e imprescindible. Las ventajas de la tecnología establecen también prácticas innovadoras en el trabajo no presencial que han evitado el derrumbe total de la productividad y ofrecen amplios horizontes para el porvenir. En términos generales, la sociedad ha respondido a las medidas de protección sanitaria con fracturas y violaciones a la disciplina que la pandemia impone, no mayores a las de otros países, lo cual no es en forma alguna un éxito del gobierno, renuente a imponer las restricciones que corresponden a toda autoridad. El año que comienza será difícil y azaroso, pleno de retos, pero también de esperanzas y a cuya consecución a todos nos corresponde.

El avión presidencial permanece ahí, condenado tal vez a convertirse en chatarra al paso de los años. En un tiempo que transcurre entre derroches, proyectos frustrados, promesas incumplidas, una etapa que pasará a la historia como el tiempo perdido frente a una sociedad que por sí sola no detiene el impulso creador y la aspiración permanente a una vida mejor.

sdelrio1934@gmail.com