/ sábado 9 de octubre de 2021

¡James Bond sí existió!; la propaganda del 007

El agente 007, James Bond es uno de los frutos culturales más célebres de la Guerra Fría. Se le ha llamado “ícono del capitalismo” y es el asesino de cientos de soviéticos y sus aliados. El personaje maneja un automóvil Aston Martin, utiliza relojes Omega Seamaster y cuida su rostro con gafas Persol. Su cuerpo es un maniquí de un sinfín de logotipos de firmas comerciales.

Dicen los que saben, es decir los integrantes del Instituto de la Memoria Nacional de Polonia (IPN), que ¡James Bond sí existió! Fue un agente británico que de acuerdo con los archivos de la Guerra Fría polaca estuvo en ese país al servicio secreto de Su Majestad la Reina de Inglaterra en los 60´. Oficialmente fue archivista del Agregado Militar de la Embajada Británica. "Le gustaban las mujeres, igual que al personaje de ficción, pero no hay ni una palabra sobre el Martini (bebida favorita del personaje), pero hay información de que le gustaba la cerveza polaca", asegura Marzena Kruk, directora del archivo del IPN. Además Bond intentó "penetrar en las instalaciones militares".

En la ciencia ficción, el 007, fue creado por Ian Fleming, y llegó a la gran pantalla en 1962 interpretado por el actor Sean Connery en la película "Dr. No". De acuerdo con la tesis de Miguel Ángel Romero: “Las películas de James Bond (1962 - 1989) como método de propagación del capitalismo durante la Guerra fría” por la Universidad Villa Rica, el personaje es un elemento para promover la civilización de Occidente, como el mejor modelo de vida frente al comunismo y al terrorismo de Medio Oriente. “Esto hace que las cintas sean consideradas cine de propaganda, debido a que sus contenidos son de carácter ideológico y tenía el propósito de que el público compartiera la visión propagandística del mundo que proponía, de manera sutil o abierta, argumentativa o emocional”.

Por otra parte, de acuerdo con el comunicólogo Miguel Ángel Romero: “Bond encarna un ideal masculino al que los hombres admiraban y que cualquier mujer desearía encontrar: Sabe distintas artes marciales, conoce de vinos, domina varios idiomas y es todo un galán… se convirtió en el prototipo que todos deseaban ser, en la sensación del momento, el que luchaba contra los malos, los vencía y al final se quedaba con la chica guapa de la historia”. Pero, además, el agente 007 es un personaje al que es imposible asesinar, debido a que siempre encuentra en su astucia la forma de escapar de la situación.

Finalmente recordemos que, en 2008, se desató un escándalo porque la “chica Bond” de Quantum of Solace —una de las cintas que protagonizó Daniel Craigh, el último 007— fue una joven ucraniana a quien se acusó de traicionar a su patria —y a toda la antigua URSS—al aceptar aparecer en el filme. Incluso Sergei Malinkovich, declaró a The Times que este repudio se debía principalmente al hecho de que “todo el mundo sabe que la CIA y el MI6 financian las películas de Bond como una operación especial dentro de la guerra psicológica que libran contra nosotros”.

La conclusión es que ésta no es la única película con rasgos propagandísticos. Mi profesor Francisco Peredo en Cine y propaganda para Latinoamérica advierte que “el gobierno y cine mexicanos recurrieron a los filmes como instrumento privilegiado para conformar un nacionalismo defensivo, un patriotismo que buscó hacer del discurso de la unidad y la conciliación… el arma ideológica de contención y defensa contra el fascismo europeo”. Por esto y otros procesos de comunicación, el agente 007 es un ejemplo del cine y sus encrucijadas propagandísticas.

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Verificentros. En Puebla se manejan 3.6 % de los autos que circulan en todo México (1.15 millones), por esta razón, la inminente licitación para abrir 48 centros de verificación es un tema relevante. El gobierno de Miguel Barbosa recauda al menos 600 millones de pesos, pero estos ingresos se han postergado por la clausura de 17 verificentros. No se lo digan a nadie, pero el dueño es Jorge Kahwagi, que recibió las concesiones durante el gobierno de Rafael Moreno Valle. Trasciende que el mismo empresario mueve sus fichas para convencer al gobernador morenista, para mantener el monopolio de este servicio, o en otras palabras ¡Tengan para que aprendan! ¿Y en la CDMX?, ya le contaré.


Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco

El agente 007, James Bond es uno de los frutos culturales más célebres de la Guerra Fría. Se le ha llamado “ícono del capitalismo” y es el asesino de cientos de soviéticos y sus aliados. El personaje maneja un automóvil Aston Martin, utiliza relojes Omega Seamaster y cuida su rostro con gafas Persol. Su cuerpo es un maniquí de un sinfín de logotipos de firmas comerciales.

Dicen los que saben, es decir los integrantes del Instituto de la Memoria Nacional de Polonia (IPN), que ¡James Bond sí existió! Fue un agente británico que de acuerdo con los archivos de la Guerra Fría polaca estuvo en ese país al servicio secreto de Su Majestad la Reina de Inglaterra en los 60´. Oficialmente fue archivista del Agregado Militar de la Embajada Británica. "Le gustaban las mujeres, igual que al personaje de ficción, pero no hay ni una palabra sobre el Martini (bebida favorita del personaje), pero hay información de que le gustaba la cerveza polaca", asegura Marzena Kruk, directora del archivo del IPN. Además Bond intentó "penetrar en las instalaciones militares".

En la ciencia ficción, el 007, fue creado por Ian Fleming, y llegó a la gran pantalla en 1962 interpretado por el actor Sean Connery en la película "Dr. No". De acuerdo con la tesis de Miguel Ángel Romero: “Las películas de James Bond (1962 - 1989) como método de propagación del capitalismo durante la Guerra fría” por la Universidad Villa Rica, el personaje es un elemento para promover la civilización de Occidente, como el mejor modelo de vida frente al comunismo y al terrorismo de Medio Oriente. “Esto hace que las cintas sean consideradas cine de propaganda, debido a que sus contenidos son de carácter ideológico y tenía el propósito de que el público compartiera la visión propagandística del mundo que proponía, de manera sutil o abierta, argumentativa o emocional”.

Por otra parte, de acuerdo con el comunicólogo Miguel Ángel Romero: “Bond encarna un ideal masculino al que los hombres admiraban y que cualquier mujer desearía encontrar: Sabe distintas artes marciales, conoce de vinos, domina varios idiomas y es todo un galán… se convirtió en el prototipo que todos deseaban ser, en la sensación del momento, el que luchaba contra los malos, los vencía y al final se quedaba con la chica guapa de la historia”. Pero, además, el agente 007 es un personaje al que es imposible asesinar, debido a que siempre encuentra en su astucia la forma de escapar de la situación.

Finalmente recordemos que, en 2008, se desató un escándalo porque la “chica Bond” de Quantum of Solace —una de las cintas que protagonizó Daniel Craigh, el último 007— fue una joven ucraniana a quien se acusó de traicionar a su patria —y a toda la antigua URSS—al aceptar aparecer en el filme. Incluso Sergei Malinkovich, declaró a The Times que este repudio se debía principalmente al hecho de que “todo el mundo sabe que la CIA y el MI6 financian las películas de Bond como una operación especial dentro de la guerra psicológica que libran contra nosotros”.

La conclusión es que ésta no es la única película con rasgos propagandísticos. Mi profesor Francisco Peredo en Cine y propaganda para Latinoamérica advierte que “el gobierno y cine mexicanos recurrieron a los filmes como instrumento privilegiado para conformar un nacionalismo defensivo, un patriotismo que buscó hacer del discurso de la unidad y la conciliación… el arma ideológica de contención y defensa contra el fascismo europeo”. Por esto y otros procesos de comunicación, el agente 007 es un ejemplo del cine y sus encrucijadas propagandísticas.

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Verificentros. En Puebla se manejan 3.6 % de los autos que circulan en todo México (1.15 millones), por esta razón, la inminente licitación para abrir 48 centros de verificación es un tema relevante. El gobierno de Miguel Barbosa recauda al menos 600 millones de pesos, pero estos ingresos se han postergado por la clausura de 17 verificentros. No se lo digan a nadie, pero el dueño es Jorge Kahwagi, que recibió las concesiones durante el gobierno de Rafael Moreno Valle. Trasciende que el mismo empresario mueve sus fichas para convencer al gobernador morenista, para mantener el monopolio de este servicio, o en otras palabras ¡Tengan para que aprendan! ¿Y en la CDMX?, ya le contaré.


Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco