/ martes 5 de junio de 2018

Jueces y sus labores

Los jueces deciden cuestiones en defensa de los derechos humanos, para la paz social y para defender a la Constitución. En la tarea sobre la paz social, el juzgador resuelve los conflictos cotidianos para evitar que la justicia por propia mano acabe con la sociedad, imaginemos: las y los juzgadores ordenan cientos de divorcios a diario y pensiones alimenticias ¿qué pasaría sin ellos? En igualdad de circunstancias, en el día a día, los jueces toman decisiones sobre deudas, delitos, multas administrativas, cuestiones labores, etc.

El juez como sinónimo de paz social es la función más tradicional de la actividad jurisdiccional. Así, esta tarea los caracteriza desde hace varios siglos, en algunos lugares se les conocía como generadores de paz. En esta labor casi nunca tienen luz pública, solo en los casos penales muy visibles están en el reflector, cuestión que los distingue como poder político, del ejecutivo y del legislativo, dicho en otras palabras: los jueces no están en anuncios o campañas. Esta tarea que mantiene, muy más o menos, a la sociedad resolviendo sus problemas en los tribunales y no con la ley del garrote se está desbordando desde hace varias décadas. No hay suficientes jueces, instalaciones, la justicia no es pronta y menos expedita. El malestar en la sociedad se siente y las inversiones se detienen por falta de confianza en la tarea judicial. En este punto, el Poder Judicial necesita más recursos, inversiones y que los otros dos poderes no intervengan ni retengan recursos.

Los jueces que resuelven juicios de amparo hacen la defensa de los derechos humanos. Este tipo de juez es más visible para los ciudadanos, dado que los derechos humanos, casi siempre, son contra-mayoritarios y las decisiones que estos toman se visibilizan en la agenda nacional: cuando se ordena la libertad de una persona por violaciones al debido proceso o detener una construcción multimillonaria que se había autorizado, el poder judicial privilegia los derechos humanos sobre las decisiones democráticas. El peor enemigo de la defensa de los derechos fundamentales son algunos discursos cobijados también en los derechos. Así como chocan los intereses, en igualdad de circunstancias, colisionan los derechos. Y los ataques en contra de los jueces han sido desmedidos. Aquí, de nueva cuenta hacen falta jueces y recursos. Hay lugares en el país, donde la distancia y la cantidad de jueces de amparo son ridículos en comparación con su carga de trabajo. Los jueces que defienden los derechos incomodan a políticos, a grupos de la sociedad civil y a veces a toda la sociedad. Es muy complicado entender que los derechos de una persona se pueden sobreponer al linchamiento que desea toda la sociedad.

La defensa de la Constitución General corresponde a muy pocos jueces y su tarea casi siempre está en los medios de comunicación. Las decisiones que se hagan sobre la Ley de Seguridad Interior impactaran a toda la nación y, sin duda, el debate y la sentencia estarán a disposición de toda la sociedad. Los jueces constitucionales trabajan con la Constitución y sus decisiones impactan a toda la sociedad, ellos son los más visibles y los que más lidian con el poder ejecutivo y el legislativo. Los jueces constitucionales se renuevan cada 15 años y de manera escalonada, hoy por lo menos, hay tres lugares que se van a renovar en el Máximo Tribunal del País.

Ningún candidato ha dicho una palabra sobre el cómo abonar a los jueces en su función de la paz social, en la defensa de los derechos humanos y menos aún en lo que toca a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Dr. En Derecho

Los jueces deciden cuestiones en defensa de los derechos humanos, para la paz social y para defender a la Constitución. En la tarea sobre la paz social, el juzgador resuelve los conflictos cotidianos para evitar que la justicia por propia mano acabe con la sociedad, imaginemos: las y los juzgadores ordenan cientos de divorcios a diario y pensiones alimenticias ¿qué pasaría sin ellos? En igualdad de circunstancias, en el día a día, los jueces toman decisiones sobre deudas, delitos, multas administrativas, cuestiones labores, etc.

El juez como sinónimo de paz social es la función más tradicional de la actividad jurisdiccional. Así, esta tarea los caracteriza desde hace varios siglos, en algunos lugares se les conocía como generadores de paz. En esta labor casi nunca tienen luz pública, solo en los casos penales muy visibles están en el reflector, cuestión que los distingue como poder político, del ejecutivo y del legislativo, dicho en otras palabras: los jueces no están en anuncios o campañas. Esta tarea que mantiene, muy más o menos, a la sociedad resolviendo sus problemas en los tribunales y no con la ley del garrote se está desbordando desde hace varias décadas. No hay suficientes jueces, instalaciones, la justicia no es pronta y menos expedita. El malestar en la sociedad se siente y las inversiones se detienen por falta de confianza en la tarea judicial. En este punto, el Poder Judicial necesita más recursos, inversiones y que los otros dos poderes no intervengan ni retengan recursos.

Los jueces que resuelven juicios de amparo hacen la defensa de los derechos humanos. Este tipo de juez es más visible para los ciudadanos, dado que los derechos humanos, casi siempre, son contra-mayoritarios y las decisiones que estos toman se visibilizan en la agenda nacional: cuando se ordena la libertad de una persona por violaciones al debido proceso o detener una construcción multimillonaria que se había autorizado, el poder judicial privilegia los derechos humanos sobre las decisiones democráticas. El peor enemigo de la defensa de los derechos fundamentales son algunos discursos cobijados también en los derechos. Así como chocan los intereses, en igualdad de circunstancias, colisionan los derechos. Y los ataques en contra de los jueces han sido desmedidos. Aquí, de nueva cuenta hacen falta jueces y recursos. Hay lugares en el país, donde la distancia y la cantidad de jueces de amparo son ridículos en comparación con su carga de trabajo. Los jueces que defienden los derechos incomodan a políticos, a grupos de la sociedad civil y a veces a toda la sociedad. Es muy complicado entender que los derechos de una persona se pueden sobreponer al linchamiento que desea toda la sociedad.

La defensa de la Constitución General corresponde a muy pocos jueces y su tarea casi siempre está en los medios de comunicación. Las decisiones que se hagan sobre la Ley de Seguridad Interior impactaran a toda la nación y, sin duda, el debate y la sentencia estarán a disposición de toda la sociedad. Los jueces constitucionales trabajan con la Constitución y sus decisiones impactan a toda la sociedad, ellos son los más visibles y los que más lidian con el poder ejecutivo y el legislativo. Los jueces constitucionales se renuevan cada 15 años y de manera escalonada, hoy por lo menos, hay tres lugares que se van a renovar en el Máximo Tribunal del País.

Ningún candidato ha dicho una palabra sobre el cómo abonar a los jueces en su función de la paz social, en la defensa de los derechos humanos y menos aún en lo que toca a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Dr. En Derecho

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