Todos los estábamos esperando desde que empezó la película: luego de un año de enfrentamientos tuitales con el presidente de Corea del Norte Kim jong Un, y de un mes de reconciliación que debería oficializarse en la cumbre de Singapur el próximo 12 de junio, el Pato Donald envió una carta a su homólogo comunista que se condensa en el párrafo "Tenía mucha ilusión de ir con usted a la cumbre. Tristemente, con base en la tremenda rabia y abierta hostilidad que mostraron en su declaración más reciente, siento que es inapropiado, en este momento, tener esta reunión tan planificada".
Esta trumpelía nos interesa a los mexicanos, en primer lugar porque, como escribió Donne, ningún ser humano es una isla, y en todos los siguientes porque cualquier acción que tense las relaciones internacionales impacta la volatilidad de los mercados, la cotización de las monedas y el normal desarrollo de la economía global.
Que, por lo demás, no es especialmente favorable para México. Aun antes de la cancelación de Singapur, eran noticias decepcionantes para quienes quisiéramos que todo le saliera bien a México, que el International Institute for Management Development, IMD, con gran prestigio en el mundo de la gestión de empresas, colocó a México en el lugar 51 –la posición más baja durante los 25 años en que aparece en el estudio – del Ranking de Competitividad 2018, debido a la falta de transparencia y la inseguridad.
Recibimos además un manotazo de Washington en el sector automotriz. Nos amenazan con subir impuestos a los autos y camiones que exporta México a los EU.
Esto mientras la renegociación del TLCAN está semiparalizada y corre peligro de, tal como lo pronosticó el secretario de Economia, Ildefonso Guajardo, convertirse en un “ acuerdo zombie “; esto es, un muerto viviente.
Como me lo contaron…
Según Consulta Mitofski, la coalición Juntos Haremos Historia, conformada por Morena, PT y PES podría tener la mayoría en ambas cámaras del Congreso de la Unión.
La encuesta correspondiente a mayo, “La otra contienda: preferencias para diputados y senadores”, dada a conocer por El Economista, muestra que dicha alianza alcanzaría 29.2 por ciento de preferencia electoral, lo que significaría un máximo de 298 diputados federales y un mínimo de 236, de un total de 500 en disputa.
Por lo que respecta a la integración del Senado de la República, Morena, PT y PES sumarían 73 legisladores como máximo, y 51 como mínimo.
PAN, PRD y MC sumarían 50 senadores como máximo y 28 como mínimo. PRI, PVEM y Panal, y 40 senadores como máximo y como mínimo 18.
Buenos días. Buena suerte.
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