Raúl Cervantes Delgado renunció el lunes, por decisión propia –hasta el punto que esas decisiones pueden ser químicamente personales en un funcionario de alto nivel que depende directamente del presidente de la República– a la Procuraduría General de la República. Desaparece de la escena pública porque no retomará su escaño senatorial, según informó Emilio Gamboa Patrón, coordinador priista en el Palacio Pasteur.
Queda cancelado el pase automático a fiscal general y aún la simple candidatura, entre otros maquiavelismos que se le atribuían, a la usanza alejandrina/gordiana. La oposición se queda sin material de construcción para bloquear el dictamen y debate de las importantes iniciativas que empuja el oficialismo, que permitirían mejorar la procuración de
justicia. Pero…
LA POLÍTICA, EL ALKASELTZER Y LA SAL DE UVAS PICOT
Inspirada por Cataluña y Venezuela, a la oposición le faltó poco para salir a las calles con banderas y pancartas para festejar la caída de Cervantes, una caída que, como se está entendiendo ahora, resultó solo una larga cordobesa al tema del fiscal general, para dejar salir la presión política.
Porque el presidente Peña, con razón como para parar un tren, como efectivamente ocurrió, reflexionó que la designación del fiscal general no puede estar secuestrada por la efervescencia política. Es más, aprovechando el foro del Grupo Financiero Interacciones, acudió a la técnica de los oradores avezados de primero te digo lo que te voy decir, luego te lo digo, y luego te digo lo que te dije, utilizando cinco veces la palabra “efervescencia” para ilustrar el tema.
A saber:
-Yo creo que lo que no podemos hacer ahora es apresurarnos a definir un fiscal por razón de la presión política, y más en este clima de polarización y efervescencia política.
-Creo que la definición de un fiscal o de un procurador idóneo, con credenciales para desempeñar esa responsabilidad, no puede estar secuestrada por la efervescencia política.
-A lo mejor tenemos que esperar hasta que ocurra la elección de julio del próximo año, para que entonces se decante un poco la efervescencia y busquemos algo distinto y no apegado al clima de efervescencia política.
-No se puede apresurar a definir un fiscal por razón de la presión política, la polarización y la efervescencia política.
¿Así o más claro?
EL FISCAL ANTICORRUPCIÓN QUEDÓ COMO PUIGDEMONT
En su intervención bajo la sombrilla de Ramírez Vázquez, pues el encuentro se dio en el INAH, Peña Nieto tuvo oportunidad de referirse al tema de la corrupción, sobre la cual dijo que “si ha habido un gobierno que ha estado resuelto a entrarle al tema con toda contundencia y con firmeza, ha sido este. Como ninguno lo había hecho antes” y recordó la creación de los sistemas nacionales de Transparencia y Anticorrupción.
Lo que nunca dijo es si sus reservas hacia los nombramientos de fiscales se extienden también al de Anticorrupción.
A JODERSE CON LA LITURGIA
A caballo entre efervescencias y presidenciables, el presidente soltó un párrafo que seguramente será citado hasta la náusea:
“También es cierto que, a lo mejor sin querer, una mala decisión del presidente sí puede llevar a México, perdón que lo diga, a que se joda o que se friegue más”.
Lo cual no fue mal introito para su declaración posterior de que en cuanto a elegir candidatos presidenciales, los priistas tienen “su propia liturgia”.
Buenos días. Buena suerte.
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