/ jueves 12 de octubre de 2017

Juego de palabras | La ambigüedad: arte y truco de la política

La ambigüedad política se conoce y practica en todas las latitudes, pero en México le hemos cambiado el nombre y la hemos llevado a la altura del arte. Aquí le llamamos “trapecio mental”, y su más rutilante ejemplo es aquel de “ni nos beneficia ni nos perjudica, sino todo lo contrario”, aunque también merecen citarse “un poquito embarazada” y “alcaparrado sin alcaparras”.

En este momento todavía no nos reponemos del discurso surrealista del presidente de la Generalitat sobre si declaró o no la independencia de Cataluña.

No somos los únicos. Mariano Rajoy se declaró incompetente para descubrirlo por sus propios medios y lo invitó públicamente a decir sí o no.

En México no cantamos mal las rancheras, y nuestro creso consentido, el harbano Selim -“Slim” para los no iniciados- nos regaló un trapecio de 18 kilates para evitarnos complejos. Respecto a la respuesta a los terremotos de septiembre declaró que había visto mucha presencia del gobierno y poca de líderes de partidos políticos. Pero… ¿es que los funcionarios de los poderes Ejecutivo y Legislativo no son también políticos? Esta carambola verbal de don Carlos tiene más jiribilla de lo que parece a simple vista por un fenómeno muchas veces registrado: cuando la gente del dinero no ve líderes, los inventa.

Pero todavía el empresario que con dos mil millones de pesos de su fundación le disputa hasta al propio gobierno la condición de primer redentor de los damnificados mexicanos, nos regala otra fantasía semántica: los terremotos fueron una gran tragedia, pero a la vez son positivos, porque van a crear empleos. Seguramente habremos algunos que preferiríamos que se pudiese llegar a la creación de empleos, sin pasar por la licuadora.

EL HILO NEGRO DEL TLCAN

Hay muchas ambigüedades en el TLCAN, pero aquí el culpable -por una vez- no es el inefable Pato Donald.

Él lleva más de un año diciendo que quiere salirse, y cambiar el tratado trilateral por dos bilaterales. Pero es como el niño del lobo, lo ha anunciado tantas veces, que ya nadie le hace caso. Y es entonces cuando llega.

Aquí en México han preferido la ruta de lo equívoco. El canciller escolapio, que ya debe haber aprobado por lo menos secundaria, se unió a la sutil campaña -al hablar de la cual por supuesto no estamos descubriendo el hilo negro- que podrían estar patrocinando el gobierno y los empresarios mexicanos para ir acostumbrando a quienes leen periódicos a la idea de que este 2017 de temblores e inundaciones  todavía puede aportar algo más en el capítulo de desastres.

Porque en su glosocomparecencia senatorial don Luis Videgaray y Caso Perdido advirtió que México debe estar preparado para levantarse de la mesa telecana si lo que en ella pretenda acordarse es contrario a las causas e intereses nacionales.

Y para estimular el morbo patriotero aseguró que a lo mejor podemos perder un socio, pero que ese socio va a perder más, pues la desintegración del ejército trigarante afecta más a Estados Unidos que a nosotros.

ALICIA EN EL PAÍS DE LAS ANFIBOLOGÍAS

¿Desea más anfibologías a la mexicana? Vamos a ello:

-El oficialismo que se la pasa de consejo en consejo, pero no suelta prenda en cuanto a quién será su candidato presidencial.

-El Frente del C. Anaya y Barra Magdalena que está aliado en lo funcional y en lo legislativo, pero no en lo electoral.

Y tantas y tantísimas más…

Buenos días. Buena suerte.

juegodepalabras1@yahoo.com

Sitio Web: juegodepalabras.mx

La ambigüedad política se conoce y practica en todas las latitudes, pero en México le hemos cambiado el nombre y la hemos llevado a la altura del arte. Aquí le llamamos “trapecio mental”, y su más rutilante ejemplo es aquel de “ni nos beneficia ni nos perjudica, sino todo lo contrario”, aunque también merecen citarse “un poquito embarazada” y “alcaparrado sin alcaparras”.

En este momento todavía no nos reponemos del discurso surrealista del presidente de la Generalitat sobre si declaró o no la independencia de Cataluña.

No somos los únicos. Mariano Rajoy se declaró incompetente para descubrirlo por sus propios medios y lo invitó públicamente a decir sí o no.

En México no cantamos mal las rancheras, y nuestro creso consentido, el harbano Selim -“Slim” para los no iniciados- nos regaló un trapecio de 18 kilates para evitarnos complejos. Respecto a la respuesta a los terremotos de septiembre declaró que había visto mucha presencia del gobierno y poca de líderes de partidos políticos. Pero… ¿es que los funcionarios de los poderes Ejecutivo y Legislativo no son también políticos? Esta carambola verbal de don Carlos tiene más jiribilla de lo que parece a simple vista por un fenómeno muchas veces registrado: cuando la gente del dinero no ve líderes, los inventa.

Pero todavía el empresario que con dos mil millones de pesos de su fundación le disputa hasta al propio gobierno la condición de primer redentor de los damnificados mexicanos, nos regala otra fantasía semántica: los terremotos fueron una gran tragedia, pero a la vez son positivos, porque van a crear empleos. Seguramente habremos algunos que preferiríamos que se pudiese llegar a la creación de empleos, sin pasar por la licuadora.

EL HILO NEGRO DEL TLCAN

Hay muchas ambigüedades en el TLCAN, pero aquí el culpable -por una vez- no es el inefable Pato Donald.

Él lleva más de un año diciendo que quiere salirse, y cambiar el tratado trilateral por dos bilaterales. Pero es como el niño del lobo, lo ha anunciado tantas veces, que ya nadie le hace caso. Y es entonces cuando llega.

Aquí en México han preferido la ruta de lo equívoco. El canciller escolapio, que ya debe haber aprobado por lo menos secundaria, se unió a la sutil campaña -al hablar de la cual por supuesto no estamos descubriendo el hilo negro- que podrían estar patrocinando el gobierno y los empresarios mexicanos para ir acostumbrando a quienes leen periódicos a la idea de que este 2017 de temblores e inundaciones  todavía puede aportar algo más en el capítulo de desastres.

Porque en su glosocomparecencia senatorial don Luis Videgaray y Caso Perdido advirtió que México debe estar preparado para levantarse de la mesa telecana si lo que en ella pretenda acordarse es contrario a las causas e intereses nacionales.

Y para estimular el morbo patriotero aseguró que a lo mejor podemos perder un socio, pero que ese socio va a perder más, pues la desintegración del ejército trigarante afecta más a Estados Unidos que a nosotros.

ALICIA EN EL PAÍS DE LAS ANFIBOLOGÍAS

¿Desea más anfibologías a la mexicana? Vamos a ello:

-El oficialismo que se la pasa de consejo en consejo, pero no suelta prenda en cuanto a quién será su candidato presidencial.

-El Frente del C. Anaya y Barra Magdalena que está aliado en lo funcional y en lo legislativo, pero no en lo electoral.

Y tantas y tantísimas más…

Buenos días. Buena suerte.

juegodepalabras1@yahoo.com

Sitio Web: juegodepalabras.mx