/ viernes 29 de septiembre de 2017

Juego de palabras | Llegando a hueso

Como una cuerda tendida entre dos abismos –las catástrofes naturales y las elecciones en los países miembros– las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN, han cerrado su primera ronda de negociaciones con escasos resultados, tan escasos como el interés que despiertan en la opinión pública y los medios. 

Los empresarios mexicanos, cooptados por el gobierno para ser parte medular del proceso de reconstrucción nacional, y por el otro entre espantados y esperanzados porque la reforma fiscal gringa fijó en 20% el Impuesto Sobre la Renta para empresas –aproximadamente la mitad de lo que se paga en México– con lo que se puede desatar un desplome en la inversión extranjera directa a cuyo lado las anteriores agresiones trumpianas parecerán amables palmaditas de espalda-, pese a que en el TLCAN les va la vida, simplemente no lo han pelado.

Y al gabinete, comisionado en las tareas de rescate institucional luego de la tragedia, hasta se le ha olvidado que en 90 días deberá salir de entre sus filas un candidato presidencial cuyas oportunidades de triunfo se han elevado exponencialmente gracias la recuperación de la imagen presidencial en la atención a las víctimas de huracanes y sismos. Ni siquiera la declaración de Ildefonso Guajardo, el único ministro sin terremoto, de que las pequeñas y medianas empresas, PyMEs, mexicanas “habían ganado“ la tercera ronda en Canadá, provocó comentarios privados u oficiales.

Guajardo:  “Estamos llegando a hueso“

Pero lo pelen o no, la renegociación del TLCAN sigue su agitado curso y los temas más espinosos, como el déficit comercial de Estados Unidos, las condiciones  laborales y las reglas de origen siguen sin aparecer sobre una mesa a la que se supone se le quitará el mantel a más tardar el 31 de diciembre próximo.

Debido a que los temas más fáciles parecen estar cerca de resolverse, para Manuel Valencia, académico del Tecnológico de Monterrey –citado por El Financiero- los negociadores ya perdieron buena parte del margen de maniobra que tenían para alargar las conversaciones en defensa de puntos en los que quieren ceder.

“Esta es la última (ronda) en la que no hay heridos y dicen ‘estamos de acuerdo y contentos con los resultados’. De aquí en adelante creo que es cuesta arriba”, vaticinó Valencia.

En esto pareció coincidir el secretario Ildefonso Guajardo cuando dijo, refiriéndose a la cuarta ronda que se llevará a cabo en  Washington  del 11 al 15 de octubre”: Va  a ser una cuarta ronda complicada, porque estamos llegando a hueso“.

Pero, advirtió Guajardo, “debe quedar claro que México tiene la firme decisión de incrementar nuestra competitividad y crear nuevas oportunidades de negocios e inversiones para nuestros ciudadanos”.

Lo laboral, parteaguas

Finalmente, el secretario de Economía, comentó que la inclusión del capítulo laboral será un parteaguas para las siguientes rondas, y consideró que este proceso de modernización del TLCAN “le está permitiendo a México plantear el fortalecimiento de los derechos laborales, que se refleje en condiciones de bienestar de los trabajadores”, aunque lamentó que la parte estadounidense no haya presentado una propuesta concreta de estándar laboral para el sector automotriz.

En fin, que dentro de 12 días se escuchará la voz washingtoniana y washingtonante. A ver si ahora

si le ponen más atención acá.

Buenos días. Buena suerte.

juegodepalabras1@yahoo.com

Sitio Web: juegodepalabras.mx

Como una cuerda tendida entre dos abismos –las catástrofes naturales y las elecciones en los países miembros– las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN, han cerrado su primera ronda de negociaciones con escasos resultados, tan escasos como el interés que despiertan en la opinión pública y los medios. 

Los empresarios mexicanos, cooptados por el gobierno para ser parte medular del proceso de reconstrucción nacional, y por el otro entre espantados y esperanzados porque la reforma fiscal gringa fijó en 20% el Impuesto Sobre la Renta para empresas –aproximadamente la mitad de lo que se paga en México– con lo que se puede desatar un desplome en la inversión extranjera directa a cuyo lado las anteriores agresiones trumpianas parecerán amables palmaditas de espalda-, pese a que en el TLCAN les va la vida, simplemente no lo han pelado.

Y al gabinete, comisionado en las tareas de rescate institucional luego de la tragedia, hasta se le ha olvidado que en 90 días deberá salir de entre sus filas un candidato presidencial cuyas oportunidades de triunfo se han elevado exponencialmente gracias la recuperación de la imagen presidencial en la atención a las víctimas de huracanes y sismos. Ni siquiera la declaración de Ildefonso Guajardo, el único ministro sin terremoto, de que las pequeñas y medianas empresas, PyMEs, mexicanas “habían ganado“ la tercera ronda en Canadá, provocó comentarios privados u oficiales.

Guajardo:  “Estamos llegando a hueso“

Pero lo pelen o no, la renegociación del TLCAN sigue su agitado curso y los temas más espinosos, como el déficit comercial de Estados Unidos, las condiciones  laborales y las reglas de origen siguen sin aparecer sobre una mesa a la que se supone se le quitará el mantel a más tardar el 31 de diciembre próximo.

Debido a que los temas más fáciles parecen estar cerca de resolverse, para Manuel Valencia, académico del Tecnológico de Monterrey –citado por El Financiero- los negociadores ya perdieron buena parte del margen de maniobra que tenían para alargar las conversaciones en defensa de puntos en los que quieren ceder.

“Esta es la última (ronda) en la que no hay heridos y dicen ‘estamos de acuerdo y contentos con los resultados’. De aquí en adelante creo que es cuesta arriba”, vaticinó Valencia.

En esto pareció coincidir el secretario Ildefonso Guajardo cuando dijo, refiriéndose a la cuarta ronda que se llevará a cabo en  Washington  del 11 al 15 de octubre”: Va  a ser una cuarta ronda complicada, porque estamos llegando a hueso“.

Pero, advirtió Guajardo, “debe quedar claro que México tiene la firme decisión de incrementar nuestra competitividad y crear nuevas oportunidades de negocios e inversiones para nuestros ciudadanos”.

Lo laboral, parteaguas

Finalmente, el secretario de Economía, comentó que la inclusión del capítulo laboral será un parteaguas para las siguientes rondas, y consideró que este proceso de modernización del TLCAN “le está permitiendo a México plantear el fortalecimiento de los derechos laborales, que se refleje en condiciones de bienestar de los trabajadores”, aunque lamentó que la parte estadounidense no haya presentado una propuesta concreta de estándar laboral para el sector automotriz.

En fin, que dentro de 12 días se escuchará la voz washingtoniana y washingtonante. A ver si ahora

si le ponen más atención acá.

Buenos días. Buena suerte.

juegodepalabras1@yahoo.com

Sitio Web: juegodepalabras.mx