Como ya saben todos los que siguen interesados en el tema – porque algunos ya decidieron que su candidato va ganar, otros, que su candidato va a perder, y otros que cualquier cosa puede pasar, y seguramente pasará, por lo que es inútil dedicarle más tiempo al tema – el próximo domingo 22 de abril los cinco candidatos presidenciales debatirán a las 20 horas sobre seguridad, corrupción y democracia, moderados por los periodistas Denise Maerker, Azucena Uresti y Sergio Sarmiento, y teniendo como escenario la noble arquitectura del Palacio de Minería.
¿ Qué va a pasar ? El programa oficial no sirve de nada a los húngar@s y pitonis@s porque los participantes traen su propia agenda, igual que los moderadores, que en este caso podrán interrogar libremente a los presidenciables. Así que, con base más que nada en la experiencias de otros encuentros similares, las predicciones que se pueden hacer son las siguientes:
- Las mayores agresiones, salidas de tono y originalidades deben esperarse del candidato del PRI, José Antonio Meade quien, según Radio Bemba, está obligado a ganar por knock out; así que esa será la primera sorpresa de la noche: don Pepe, hasta ahora seguramente el más discreto y morigerado de los campañócratas, saldrá de su esquina buscando no quién se la hizo, sino quien se la pague.
- Una segunda opción, la que prefiere la cátedra, es que los debatientes tomen consejo de Mateo 10:16 y sean astutos como serpientes y sencillos como palomas. Estudien a sus rivales, expongan con sencillez y mantengan la pólvora seca, por si empiezan los fuegos artificiales.
- Algo que la afición espera con fruición es que se repita aquella famosa alianza que se dio en el primer debate de todos, cuando Ernesto Zedillo y Diego Cevallos se aliaron e hicieron talco a Cuauhtémoc Cárdenas. Una concordia para incordiar a López Obrador, por ejemplo, entre Meade y Anaya, donde
se diera la en estos momentos increíble posibilidad de ver a doña Margarita Zavala del mismo lado del mostrador que el tabasqueño. Cualquier cosa menos ayudar a Anaya, sabe usted. Y el Bronco planeando sobre la melée buscando dónde acomodar su relincho.
Todas las demás combinaciones son posibles: los independientes contra los partidistas; AMLO y Anaya contra Meade y Margarita; Meade y el Bronco contra AMLO y Anaya, etc. Cualquiera que fuera el resultado de estas alineaciones, serviría, principalmente, como elemento para predecir las alianzas electorales que más tarde podrían darse, entre quienes en estos momentos se ven con antagonistas irreconciliables.
Buenos días. Buena suerte.
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