/ sábado 26 de mayo de 2018

Juego de palabras | NYT: Ignorancia y falta de sensibilidad de los candidatos en tema migratorio

Por primera vez en la historia electoral mexicana se dedicó un debate presidencial a temas de migración y fronteras. Fue frustrante. Ninguno de los candidatos

ofrecieron respuestas específicas ni propuestas novedosas para tratar uno de los asuntos que el gobierno ha desatendido desde que en los noventa, en el contexto del TLCAN, comenzó un éxodo masivo de mexicanos a diferentes países del mundo, especialmente a Estados Unidos.

La anterior es una de las conclusiones a las que llega

Alexandra Délano Alonso, articulista del New York Times, tras analizar el segundo debate de los candidatos presidenciales mexicanos. Otras son:

- Los candidatos no estuvieron a la altura de las expectativas: sus propuestas demostraron desconocimiento y falta de sensibilidad ante las comunidades migrantes y las organizaciones de la sociedad civil que llevan años llenando el vacío que ha dejado el gobierno mexicano.

- Todos los candidatos admitieron que hay una falta de coherencia —y, por lo tanto, una falta de autoridad moral— entre los derechos que se exigen para los mexicanos en Estados Unidos y la situación de vulnerabilidad de los migrantes y refugiados en México.

- Hay que fortalecer la economía interna, combatir la pobreza y crear oportunidades de empleo digno para que las personas no necesiten emigrar. Esa es la realidad que los gobiernos anteriores han evadido, pero también es una visión estrecha: hay 36 millones de personas de origen mexicano fuera del país (el 98 por ciento en Estados Unidos) y, de ellas, casi 12 millones nacieron en México.

-Solucionar con políticas locales del combate a la pobreza no es suficiente. Es indispensable una política gubernamental que responda a las necesidades de esos millones de mexicanos fuera del país.

- Al hablar de migración, refugiados y trata de personas, quedó claro que pese a que México tiene una Ley de Migración actualizada y apegada a los marcos internacionales, carece de la infraestructura para cumplirla. Por ejemplo, se habló durante el debate de la corrupción de la policía y de las autoridades migratorias mexicanas, pero no de cómo combatirla.

- El gobierno debe escuchar y forjar alianzas con las distintas organizaciones que están trabajando con los migrantes, dentro y fuera de México, para crear mejores estrategias que resguarden los derechos humanos de los migrantes. Es su experiencia la que debe dirigir los esfuerzos públicos mexicanos para diseñar una nueva política migratoria acorde con los tiempos.

Buenos días. Buena suerte.


juegodepalabras1@yahoo.com

Sitio Web: juegodepalabras.mx


Por primera vez en la historia electoral mexicana se dedicó un debate presidencial a temas de migración y fronteras. Fue frustrante. Ninguno de los candidatos

ofrecieron respuestas específicas ni propuestas novedosas para tratar uno de los asuntos que el gobierno ha desatendido desde que en los noventa, en el contexto del TLCAN, comenzó un éxodo masivo de mexicanos a diferentes países del mundo, especialmente a Estados Unidos.

La anterior es una de las conclusiones a las que llega

Alexandra Délano Alonso, articulista del New York Times, tras analizar el segundo debate de los candidatos presidenciales mexicanos. Otras son:

- Los candidatos no estuvieron a la altura de las expectativas: sus propuestas demostraron desconocimiento y falta de sensibilidad ante las comunidades migrantes y las organizaciones de la sociedad civil que llevan años llenando el vacío que ha dejado el gobierno mexicano.

- Todos los candidatos admitieron que hay una falta de coherencia —y, por lo tanto, una falta de autoridad moral— entre los derechos que se exigen para los mexicanos en Estados Unidos y la situación de vulnerabilidad de los migrantes y refugiados en México.

- Hay que fortalecer la economía interna, combatir la pobreza y crear oportunidades de empleo digno para que las personas no necesiten emigrar. Esa es la realidad que los gobiernos anteriores han evadido, pero también es una visión estrecha: hay 36 millones de personas de origen mexicano fuera del país (el 98 por ciento en Estados Unidos) y, de ellas, casi 12 millones nacieron en México.

-Solucionar con políticas locales del combate a la pobreza no es suficiente. Es indispensable una política gubernamental que responda a las necesidades de esos millones de mexicanos fuera del país.

- Al hablar de migración, refugiados y trata de personas, quedó claro que pese a que México tiene una Ley de Migración actualizada y apegada a los marcos internacionales, carece de la infraestructura para cumplirla. Por ejemplo, se habló durante el debate de la corrupción de la policía y de las autoridades migratorias mexicanas, pero no de cómo combatirla.

- El gobierno debe escuchar y forjar alianzas con las distintas organizaciones que están trabajando con los migrantes, dentro y fuera de México, para crear mejores estrategias que resguarden los derechos humanos de los migrantes. Es su experiencia la que debe dirigir los esfuerzos públicos mexicanos para diseñar una nueva política migratoria acorde con los tiempos.

Buenos días. Buena suerte.


juegodepalabras1@yahoo.com

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