/ jueves 19 de octubre de 2017

Juego de palabras | Una genuflexión más ante el altar de la complicada liturgia tricolor

Yo no sé usted –y claro, dependerá mucho de lo que diga su acta de nacimiento– pero, para mí, era mucho más divertida esta época de fines de sexenio antes de tantos INEs, consejos políticos y comisiones postulatorias. El suspenso por los tapados no se limitaba a juegos de salón, como preguntarle al presidente si el candidato estaba entre los presentes, y los líderes de la leal oposición que había, bien se guardaban de opinar sobre la caballada. Se valía que los miembros del colegio de cardenales –porque no había modo humano de que el tapado saliera de otro caldo de cultivo, los gobernadores eran considerados simples gatos de Los Pinos– se rompieran las espinillas por debajo de la mesa, que mandaran a imprimir sus posters y que mantuvieran a sus columnistas de cabecera diciendo de sus rivales el huevo y quién lo puso. Se escribían libros denunciando crímenes -algunos verdaderos– de los tapados. Los secretarios particulares trabajaban como galeotes, porque no había cuartos de guerra. Es decir, sí los había, pero eran los propios despachos de los secretarios.

Así, como en una ópera de Wagner, íbamos de crescendo en crescendo hasta que una mañana nos despertábamos con que la esfinge de Nicolás Romero había hablado y que desde el penthouse de Vallarta habían salido las palomas mensajeras que cruzaban el espacio y que si iban al paraíso, sobre él volando estaban. A media mañana el próximo presidente de México –porque lo que faltaba era nada más el trámite– cruzaba Bucareli y saludaba a la cargada desde aquel modesto balcón que hizo la fortuna de sus propietarios ¡ay qué tiempos, señor don Simón!

MAÑANA EL PRI ESCOGERÁ CÓMO VA A ESCOGER

Mañana el Consejo Político Nacional del PRI dará apenas el segundo paso en el largo viaje del día hacia la noche, o de la noche hacía el día, lo que ocurra primero. Ya salió de su larga hibernación la semana pasada para autorizar a la dirigencia a hacer alianzas.

Ahora la ocasión será escoger el método de selección de sus candidatos a Presidente de la República, senadores y diputados. Una genuflexión más ante el altar de la complicada liturgia tricolor.

El Artículo 198 de los estatutos por los que rigen los inquilinos de Insurgentes Norte 59 señala que disponen de tres procedimientos para elegir sus candidatos a Presidente, senadores y diputados, y que tienen como plazo fatal el próximo sábado 21 de octubre para informarle por cual se decantaron a sus domadores de Viaducto Tlalpan.

Esos tres procedimientos son: elección directa, o sea, dos, tres o 50 militantes se inscriben como candidatos a candidatos, hacen su campañuela, para la cual el partido les da su feria, y el día fijado, cualquiera que no tenga mejor cosa que hacer se acerca a las urnas tricolores y vota o deja un recado. Esto se hizo una vez, y el desmadre resultante fue de proporciones tan colosales, que los priistas han decidido olvidar quién los abanderó enaquella ocasión.

Luego está la convención de delegados. Creo que también se ha probado, pero no recuerdo la ocasión ni el resultado. Y finalmente está la Comisión para la Postulación de Candidaturas que no sé por qué, me late que es la opción que va a ganar mañana.

Será porque es una comisión, y una comisión es un animal con cuatro patas traseras. Será melón, será sandía, si usted permite la picardía.

Buenos días. Buena suerte.

juegodepalabras1@yahoo.com

juegodepalabras.mx

Yo no sé usted –y claro, dependerá mucho de lo que diga su acta de nacimiento– pero, para mí, era mucho más divertida esta época de fines de sexenio antes de tantos INEs, consejos políticos y comisiones postulatorias. El suspenso por los tapados no se limitaba a juegos de salón, como preguntarle al presidente si el candidato estaba entre los presentes, y los líderes de la leal oposición que había, bien se guardaban de opinar sobre la caballada. Se valía que los miembros del colegio de cardenales –porque no había modo humano de que el tapado saliera de otro caldo de cultivo, los gobernadores eran considerados simples gatos de Los Pinos– se rompieran las espinillas por debajo de la mesa, que mandaran a imprimir sus posters y que mantuvieran a sus columnistas de cabecera diciendo de sus rivales el huevo y quién lo puso. Se escribían libros denunciando crímenes -algunos verdaderos– de los tapados. Los secretarios particulares trabajaban como galeotes, porque no había cuartos de guerra. Es decir, sí los había, pero eran los propios despachos de los secretarios.

Así, como en una ópera de Wagner, íbamos de crescendo en crescendo hasta que una mañana nos despertábamos con que la esfinge de Nicolás Romero había hablado y que desde el penthouse de Vallarta habían salido las palomas mensajeras que cruzaban el espacio y que si iban al paraíso, sobre él volando estaban. A media mañana el próximo presidente de México –porque lo que faltaba era nada más el trámite– cruzaba Bucareli y saludaba a la cargada desde aquel modesto balcón que hizo la fortuna de sus propietarios ¡ay qué tiempos, señor don Simón!

MAÑANA EL PRI ESCOGERÁ CÓMO VA A ESCOGER

Mañana el Consejo Político Nacional del PRI dará apenas el segundo paso en el largo viaje del día hacia la noche, o de la noche hacía el día, lo que ocurra primero. Ya salió de su larga hibernación la semana pasada para autorizar a la dirigencia a hacer alianzas.

Ahora la ocasión será escoger el método de selección de sus candidatos a Presidente de la República, senadores y diputados. Una genuflexión más ante el altar de la complicada liturgia tricolor.

El Artículo 198 de los estatutos por los que rigen los inquilinos de Insurgentes Norte 59 señala que disponen de tres procedimientos para elegir sus candidatos a Presidente, senadores y diputados, y que tienen como plazo fatal el próximo sábado 21 de octubre para informarle por cual se decantaron a sus domadores de Viaducto Tlalpan.

Esos tres procedimientos son: elección directa, o sea, dos, tres o 50 militantes se inscriben como candidatos a candidatos, hacen su campañuela, para la cual el partido les da su feria, y el día fijado, cualquiera que no tenga mejor cosa que hacer se acerca a las urnas tricolores y vota o deja un recado. Esto se hizo una vez, y el desmadre resultante fue de proporciones tan colosales, que los priistas han decidido olvidar quién los abanderó enaquella ocasión.

Luego está la convención de delegados. Creo que también se ha probado, pero no recuerdo la ocasión ni el resultado. Y finalmente está la Comisión para la Postulación de Candidaturas que no sé por qué, me late que es la opción que va a ganar mañana.

Será porque es una comisión, y una comisión es un animal con cuatro patas traseras. Será melón, será sandía, si usted permite la picardía.

Buenos días. Buena suerte.

juegodepalabras1@yahoo.com

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