/ sábado 21 de noviembre de 2020

Juntos contra la pandemia

Con la declaratoria del semáforo naranja en la Ciudad de México, se incrementó el número de personas que subestimaron la pandemia sanitaria que vivimos por el covid 19.

Con la apertura paulatina de centros comerciales, restaurantes, algunos centros de trabajo y otros comercios, vimos como poco a poco la gente volvía a salir al espacio público, en un principio por el miedo al contagio lo hizo a mediana escala pero pronto vimos vialidades congestionadas, calles abarrotadas, transporte público saturado y por supuesto un incremento en los contagios.

Con una tendencia a la alza sostenida de casos positivos y una ocupación de camas en hospitales de la ciudad de México que ya rebasa el 50%, seguimos en un semáforo naranja con supuestas medidas restrictivas que cada día tienden más al semáforo verde.

El desdén hacia las medidas para evitar contagios encuentra un nicho de oportunidad causado por gente decidida a no respetarlas en medio de un gobierno rebasado con miedo a tomar medidas electoralmente impopulares.

Solo así podemos entender el incremento de fiestas privadas con más de 50 personas, antros y bares operando en la clandestinidad mismos que han sido denunciados en redes sociales sin acción por parte de la autoridad o ríos de personas caminando sin cubrebocas, sin guardar la sana distancia. Solo así podemos explicar el incremento en los lamentables fallecimientos por covid y que hayamos rebasado el millón de contagios.

Es comprensible que la gente estaba harta del aislamiento y otros tantos que han tenido el virus, confían en una inmunidad de la que no se tiene certeza o del supuesto bajo porcentaje de letalidad del virus.

La realidad es que la población al no respetar las medidas de prevención y el gobierno al no diseñar mecanismos para su cumplimiento, están generando una ecuación perfecta para que aumenten los casos de infección y los decesos.

Todos, gobierno y ciudadanía debemos ser empaticos sobre todo hacia las personas vulnerables que se podrían contagiar y morir.

En materia económica el gobierno federal y local se han resistido a fomentar apoyos verdaderos y contundentes a miles de empresas teniendo hasta hoy, según cifras de la CANACO, suman más de 32,500 negocios que han tenido que cerrar, esta cifra se puede agudizar ante un eventual regreso al semáforo rojo y al confinamiento.

Estos son momentos de reflexión, de empatía, de no bajar la guardia ni relajar las medidas de seguridad, dejemos de subestimar la pandemia, SI NOS CUIDAMOS UNOS, NOS CUIDAMOS TODOS.

Con la declaratoria del semáforo naranja en la Ciudad de México, se incrementó el número de personas que subestimaron la pandemia sanitaria que vivimos por el covid 19.

Con la apertura paulatina de centros comerciales, restaurantes, algunos centros de trabajo y otros comercios, vimos como poco a poco la gente volvía a salir al espacio público, en un principio por el miedo al contagio lo hizo a mediana escala pero pronto vimos vialidades congestionadas, calles abarrotadas, transporte público saturado y por supuesto un incremento en los contagios.

Con una tendencia a la alza sostenida de casos positivos y una ocupación de camas en hospitales de la ciudad de México que ya rebasa el 50%, seguimos en un semáforo naranja con supuestas medidas restrictivas que cada día tienden más al semáforo verde.

El desdén hacia las medidas para evitar contagios encuentra un nicho de oportunidad causado por gente decidida a no respetarlas en medio de un gobierno rebasado con miedo a tomar medidas electoralmente impopulares.

Solo así podemos entender el incremento de fiestas privadas con más de 50 personas, antros y bares operando en la clandestinidad mismos que han sido denunciados en redes sociales sin acción por parte de la autoridad o ríos de personas caminando sin cubrebocas, sin guardar la sana distancia. Solo así podemos explicar el incremento en los lamentables fallecimientos por covid y que hayamos rebasado el millón de contagios.

Es comprensible que la gente estaba harta del aislamiento y otros tantos que han tenido el virus, confían en una inmunidad de la que no se tiene certeza o del supuesto bajo porcentaje de letalidad del virus.

La realidad es que la población al no respetar las medidas de prevención y el gobierno al no diseñar mecanismos para su cumplimiento, están generando una ecuación perfecta para que aumenten los casos de infección y los decesos.

Todos, gobierno y ciudadanía debemos ser empaticos sobre todo hacia las personas vulnerables que se podrían contagiar y morir.

En materia económica el gobierno federal y local se han resistido a fomentar apoyos verdaderos y contundentes a miles de empresas teniendo hasta hoy, según cifras de la CANACO, suman más de 32,500 negocios que han tenido que cerrar, esta cifra se puede agudizar ante un eventual regreso al semáforo rojo y al confinamiento.

Estos son momentos de reflexión, de empatía, de no bajar la guardia ni relajar las medidas de seguridad, dejemos de subestimar la pandemia, SI NOS CUIDAMOS UNOS, NOS CUIDAMOS TODOS.