/ viernes 12 de noviembre de 2021

La Alternativa: fraternidad y bienestar

El pasado martes 9 de noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador participó en la Asamblea del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en donde se pronunció a favor de la equidad y la justicia social, postulando el derecho a una vida libre de temores y miserias como el más sólido fundamento de la seguridad para todas las sociedades y los estados. La propuesta es que los más ricos, tanto empresas, personas o países, donen un porcentaje voluntario de su riqueza lo cual sería suficiente para sacar de la pobreza a una parte importante de la humanidad.

La necesidad de esta propuesta es un saldo del neoliberalismo que en palabras del presidente, socializa las pérdidas y privatiza las ganancias; un modelo que nos ha llevado a la decadencia debido a la concentración de la riqueza basada en el dolor humano. Un claro ejemplo de ello es la riqueza que acumula Ellon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, con un patrimonio superior a los 300 mmdd, el cual supera el Producto Interno Bruto (PIB) de 150 países.

La idea del presidente Obrador no es aislada, ya que algunos millonarios como Bill Gates y Warren Buffet, han decidido donar gran parte de su fortuna para fines benéficos, en particular para el bienestar y filantropía. Este último, el CEO de Berkshire Hathaway, anunció que donaría hasta el 99% de su riqueza, argumentando que “la filantropía es la acción más fácil del mundo, por que dar es indoloro y puede conducir a una mejor vida”.

Es de la mayor urgencia desarrollar una alternativa social incluyente, distinta al capitalismo de casino. De la misma forma que los abusos de la revolución industrial generaron la semilla de la izquierda, hoy es necesario construir un proyecto que evite los excesos y la exclusión, en una economía que tiene cada vez más presencia de inteligencia artificial y de robots industriales, los cuales contribuyen a la supresión de empleos.

Hoy, uno de los desafíos más grandes es cómo construir una sociedad global equitativa y justa. No podemos seguir apostando a la concentración de riqueza que no tiene un objetivo por sí mismo; la corrupción y la acumulación desmedida son las causas principales de graves conflictos sociales como la desigualdad, la pobreza y la violencia. No debemos permitir que la generosidad, la cooperación y la fraternidad sean desplazadas por el egoísmo, la ambición, la mezquindad, el lucro sin límites. Si no somos capaces de revertir estas tendencias con acciones concretas, será muy difícil construir un futuro en el que la mayoría de las personas en el planeta estén incluidos. XXXTwitter: @LuisH_Fernandez

El pasado martes 9 de noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador participó en la Asamblea del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en donde se pronunció a favor de la equidad y la justicia social, postulando el derecho a una vida libre de temores y miserias como el más sólido fundamento de la seguridad para todas las sociedades y los estados. La propuesta es que los más ricos, tanto empresas, personas o países, donen un porcentaje voluntario de su riqueza lo cual sería suficiente para sacar de la pobreza a una parte importante de la humanidad.

La necesidad de esta propuesta es un saldo del neoliberalismo que en palabras del presidente, socializa las pérdidas y privatiza las ganancias; un modelo que nos ha llevado a la decadencia debido a la concentración de la riqueza basada en el dolor humano. Un claro ejemplo de ello es la riqueza que acumula Ellon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, con un patrimonio superior a los 300 mmdd, el cual supera el Producto Interno Bruto (PIB) de 150 países.

La idea del presidente Obrador no es aislada, ya que algunos millonarios como Bill Gates y Warren Buffet, han decidido donar gran parte de su fortuna para fines benéficos, en particular para el bienestar y filantropía. Este último, el CEO de Berkshire Hathaway, anunció que donaría hasta el 99% de su riqueza, argumentando que “la filantropía es la acción más fácil del mundo, por que dar es indoloro y puede conducir a una mejor vida”.

Es de la mayor urgencia desarrollar una alternativa social incluyente, distinta al capitalismo de casino. De la misma forma que los abusos de la revolución industrial generaron la semilla de la izquierda, hoy es necesario construir un proyecto que evite los excesos y la exclusión, en una economía que tiene cada vez más presencia de inteligencia artificial y de robots industriales, los cuales contribuyen a la supresión de empleos.

Hoy, uno de los desafíos más grandes es cómo construir una sociedad global equitativa y justa. No podemos seguir apostando a la concentración de riqueza que no tiene un objetivo por sí mismo; la corrupción y la acumulación desmedida son las causas principales de graves conflictos sociales como la desigualdad, la pobreza y la violencia. No debemos permitir que la generosidad, la cooperación y la fraternidad sean desplazadas por el egoísmo, la ambición, la mezquindad, el lucro sin límites. Si no somos capaces de revertir estas tendencias con acciones concretas, será muy difícil construir un futuro en el que la mayoría de las personas en el planeta estén incluidos. XXXTwitter: @LuisH_Fernandez