/ miércoles 28 de agosto de 2019

La Amazonia del mundo

Estamos ante una situación de emergencia a escala planetaria: cientos de miles de hectáreas incineradas en cuestión de días.

No, no, no debería ser un tema político, pero lo es y también es un tema de sobrevivencia global. Con la política ambiental del presidente de derecha de Brasil, Jair M. Bolsonaro se ha intensificado la deforestación y los incendios forestales están a la orden del día. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales brasileño, hay un incremento del 80% del fuego respecto del año anterior, por eso llama la atención que el día de ayer, apoyado por su par de Estados Unidos, Donald J. Trump, denunciara una campaña de “fake news”.

Recordemos que hace un año, Bolsonaro hizo una campaña política basada en el supuesto desarrollo de la Amazonia, y con un discurso abiertamente anti-ambientalista, prometió que Brasil se retiraría del Acuerdo de París sobre Cambio Climático y que bajo su presidencia “no va a haber un centímetro de tierra demarcado para reserva indígena o para comunidades tradicionales negras.” Por lo que su victoria el pasado 28 de octubre de 2018, con 55 por ciento de la votación, prendió los focos rojos de comunidades ambientalistas y pueblos indígenas guardianes de las Amazonas.

Las inauditas promesas de campaña del presidente de derecha se centraron en quitar protecciones a la Selva Amazona y disminuir los derechos de los pueblos indígenas, entre otras cosas.

Si bien la deforestación en Brasil ha ido en aumento los últimos seis años - las agencias gubernamentales en materia indígena y ambiental habían disminuido sus presupuestos desde el gobierno anterior-, su victoria impulsó un aire de impunidad entre grupos criminales traficantes de maderas, especies exóticas y otras riquezas, extraídas de tierras indígenas, según reportes del National Geographic en octubre de 2018.

Bolsonaro, un escéptico de las Crisis Climática que considera que es más importante la explotación de las reservas naturales brasileñas en favor de la economía local que el compromiso mundial en contra del cambio climático, ha rechazado los esfuerzos de la comunidad internacional para adoptar medidas urgentes para salvar la zona.

Pero no está solo en esto. La resolución 72/277 “hacia un pacto mundial por el Medio Ambiente” adoptada por la Organización de las Naciones Unidas el 10 de mayo de 2018, que es una ruta hacia un tratado internacional vinculante que recoja los principios fundamentales del derecho internacional del medio ambiente, a finales de mayo de 2019 sufrió un revés ante la negativa de Estados Unidos, Brasil y Rusia a comproterse.

Sumado a lo anterior, la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, mismo que entrará en vigor el 2020 en continuación de los esfuerzos iniciados con el Protocolo de Kioto, quita los reflectores del problema ambiental que nos atañe.

De acuerdo con la abogada ambientalista española Ana Barreira, la inclusión del derecho fundamental a un medio ambiente adecuado sería un gran paso. Aunque habrá que asegurarse de que un futuro Pacto Mundial por el Medio Ambiente se base en el mejor conocimiento científico disponible sobre los conocidos como límites del planeta.

Incluso siendo más politiquería que política y enfrascado en una disputa casi personal con el presidente Macron de Francia, el Jefe del Estado brasileño rechazó recibir ayuda y recursos de G7 para mitigar los incendios, haciendo a muchos de nosotros sospechar de sus intenciones y su verdadero interés por mitigar esta catástrofe mundial.

La disyuntiva que hoy se presenta es hasta donde un gobierno local que dispone dentro de su territorio uno de los pulmones del mundo puede decidir por el hábitat y el futuro que es de todas y todos. Hoy la catástrofe de la Amazonia abre un debate internacional antes de que el futuro nos alcance.

#ActForTheAmazon

#PrayForTheAmazon

#AmazonasEnLlamas

#AmazonasSOS

@ClauCorichi

Estamos ante una situación de emergencia a escala planetaria: cientos de miles de hectáreas incineradas en cuestión de días.

No, no, no debería ser un tema político, pero lo es y también es un tema de sobrevivencia global. Con la política ambiental del presidente de derecha de Brasil, Jair M. Bolsonaro se ha intensificado la deforestación y los incendios forestales están a la orden del día. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales brasileño, hay un incremento del 80% del fuego respecto del año anterior, por eso llama la atención que el día de ayer, apoyado por su par de Estados Unidos, Donald J. Trump, denunciara una campaña de “fake news”.

Recordemos que hace un año, Bolsonaro hizo una campaña política basada en el supuesto desarrollo de la Amazonia, y con un discurso abiertamente anti-ambientalista, prometió que Brasil se retiraría del Acuerdo de París sobre Cambio Climático y que bajo su presidencia “no va a haber un centímetro de tierra demarcado para reserva indígena o para comunidades tradicionales negras.” Por lo que su victoria el pasado 28 de octubre de 2018, con 55 por ciento de la votación, prendió los focos rojos de comunidades ambientalistas y pueblos indígenas guardianes de las Amazonas.

Las inauditas promesas de campaña del presidente de derecha se centraron en quitar protecciones a la Selva Amazona y disminuir los derechos de los pueblos indígenas, entre otras cosas.

Si bien la deforestación en Brasil ha ido en aumento los últimos seis años - las agencias gubernamentales en materia indígena y ambiental habían disminuido sus presupuestos desde el gobierno anterior-, su victoria impulsó un aire de impunidad entre grupos criminales traficantes de maderas, especies exóticas y otras riquezas, extraídas de tierras indígenas, según reportes del National Geographic en octubre de 2018.

Bolsonaro, un escéptico de las Crisis Climática que considera que es más importante la explotación de las reservas naturales brasileñas en favor de la economía local que el compromiso mundial en contra del cambio climático, ha rechazado los esfuerzos de la comunidad internacional para adoptar medidas urgentes para salvar la zona.

Pero no está solo en esto. La resolución 72/277 “hacia un pacto mundial por el Medio Ambiente” adoptada por la Organización de las Naciones Unidas el 10 de mayo de 2018, que es una ruta hacia un tratado internacional vinculante que recoja los principios fundamentales del derecho internacional del medio ambiente, a finales de mayo de 2019 sufrió un revés ante la negativa de Estados Unidos, Brasil y Rusia a comproterse.

Sumado a lo anterior, la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, mismo que entrará en vigor el 2020 en continuación de los esfuerzos iniciados con el Protocolo de Kioto, quita los reflectores del problema ambiental que nos atañe.

De acuerdo con la abogada ambientalista española Ana Barreira, la inclusión del derecho fundamental a un medio ambiente adecuado sería un gran paso. Aunque habrá que asegurarse de que un futuro Pacto Mundial por el Medio Ambiente se base en el mejor conocimiento científico disponible sobre los conocidos como límites del planeta.

Incluso siendo más politiquería que política y enfrascado en una disputa casi personal con el presidente Macron de Francia, el Jefe del Estado brasileño rechazó recibir ayuda y recursos de G7 para mitigar los incendios, haciendo a muchos de nosotros sospechar de sus intenciones y su verdadero interés por mitigar esta catástrofe mundial.

La disyuntiva que hoy se presenta es hasta donde un gobierno local que dispone dentro de su territorio uno de los pulmones del mundo puede decidir por el hábitat y el futuro que es de todas y todos. Hoy la catástrofe de la Amazonia abre un debate internacional antes de que el futuro nos alcance.

#ActForTheAmazon

#PrayForTheAmazon

#AmazonasEnLlamas

#AmazonasSOS

@ClauCorichi