Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como El Bronco, no fue el primer candidato independiente en alcanzar el triunfo en una elección, pero sí ha sido el de mayor notabilidad. Electo gobernador de Nuevo León en 2015, su irrupción en la escena pública ha tomado relevancia por haber fracturado el bipartidismo tradicional de aquél norteño estado, pero sobre todo, por demostrar la viabilidad de las candidaturas independientes para cargos mayores a alcaldías o diputaciones locales o federales.
Antes de aquella elección, Rodríguez Calderón había sido diputado local, diputado federal y alcalde por el Partido Revolucionario Institucional. Una mala conducción del proceso interno para la designación de candidatos a diputados federales y gobernador, así como el menosprecio a su participación como actor político y su exclusión de la toma de decisiones, produjo su salida del partido tricolor y su postulación como candidato independiente a la gubernatura. El resto es historia.
A finales de 2014, Margarita Zavala buscó una diputación federal por Acción Nacional. Gustavo Madero, entonces presidente del PAN, le cerró el camino. Entonces, intentó convertirse en presidenta de su partido. Ricardo Anaya, su principal adversario desde aquel momento, le arrebató esta nueva pretensión. Así fue como se declaró aspirante a la candidatura presidencial panista. Ahí inició una lucha que apenas el viernes concluyó para iniciar una nueva historia tras un proceso interno desaseado y la permanente exclusión de la toma de decisiones al interior de su partido: la vía independiente.
El Bronco de finales de 2014 y la Margarita de hoy se parecen mucho. Ambos provienen de procesos en sus partidos en los que la exclusión, el maltrato, la soberbia y la falta de habilidad para negociar posiciones derivaron en la salida de quien se convirtió, hasta ahora, en el único gobernador independiente del país y en la de la más seria aspirante a la Presidencia, por el momento, después de López Obrador.
Margarita se va del PAN y sueña con convertirse en la primera candidata independiente que alcance la Presidencia de la República. No estoy seguro de que lo logre, pero por lo pronto, ha puesto a Acción Nacional contra las cuerdas y debilitado la fuerza de ese partido al interior del Frente Ciudadano. La alianza artificial entre izquierda y derecha ya no es tan atractiva como hasta antes de su salida de la competencia partidista.
Los calderonistas, ese grupo que creció durante el gobierno anterior, harán lo necesario para descarrilar las aspiraciones de Ricardo Anaya, arrebatarle candidaturas locales y federales y apoyar a Margarita desde las no pocas posiciones que hoy ostentan en el Senado y los gobiernos locales. Personajes como Cordero, Lozano, Gil, Domínguez, entre otros, que alguna vez jugaron con la idea de eventualmente apoyar la candidatura de un partido distinto al PAN hoy no tienen duda y se jugarán su resto con Margarita Zavala.
Por lo que hace al Frente Ciudadano, Rafael Moreno Valle se fortalece y pareciera que él será el candidato de dicha alianza o simplemente del PAN. Margarita La Bronca Zavala está lista para arrancar, desde ahora, un proceso nacional de recolección de firmas que la lleven a la boleta electoral.
