/ viernes 13 de septiembre de 2019

La comunicación de la investigación y el ejercicio curatorial


No hay una sola foto de entonces.

Mejor así: para verte

necesito inventar tu rostro.

José Emilio Pacheco (Fotos)

Por: Mauricio Cervantes Salas (CentroGeo)

El proceso creativo de la investigación lleva asociado la recopilación y elaboración de materiales para su análisis, los cuales pueden ser textos, objetos, imágenes fijas o en movimiento, audio, entre otros, que, esencialmente, sirven para recordar y analizar la información obtenida. Así, a lo largo de la manufactura de la investigación vamos compilando y acumulando materiales que debemos registrar adecuadamente para no perder información valiosa.

Quien se haya encontrado fotografías familiares de antaño sin información en su anverso, habrá experimentado la sensación de vacío que produce la posibilidad del olvido. El epígrafe de José Emilio Pacheco evoca esa necesidad primaria por alejarse de la amnesia, pero también evoca el impulso por anteponer una narrativa al ejercicio del recuerdo y, con ello, abrir la posibilidad de su reinterpretación. De ahí, la noción básica y dual del archivo: memoria-olvido.

Foto: Cortesía

Hay que advertir antes que archivo no es sinónimo de recuerdo; parafraseando a Menne-Haritz (2001:57-59), los documentos resguardados en los archivos permiten construir memoria y pueden ser seleccionados por terceros para producir nuevos significados. Sobre el concepto de archivo, Jaques Derrida (1997:11) pone énfasis en la idea de consignación, esto es, en la importancia de coordinar un cuerpo de objetos “en un sistema o una sincronía en la que todos los elementos articulan la unidad de una configuración ideal.” De esa forma, el archivo y archivar deben tener un eje articulador que permita reunir los objetos bajo un orden que les dé congruencia; no se trata únicamente de acumular el material.

Los archivos son un recorte de la realidad que tiene una intención y, si es adecuado el proceso seguido para resguardar los materiales (que comprende las acciones de catalogar, contextualizar, ordenar, describir y conservar), ese acervo permite entender el objetivo del archivo. Hay que preguntarse, entonces, ¿cómo se dota de significado a la memoria documentada?

El significado del archivo se produce cuando existe una intención. En el proceso creativo de nuestros proyectos, la misma descansa en los objetivos y las preguntas de investigación, y la manera en la cual se organiza el archivo puede encontrarse, por ejemplo, en la cartografía de los itinerarios seguidos en el trabajo de campo, en las características adoptadas por nuestras unidades de análisis, entre otras.

Foto: Cortesía

Mucho del material archivado puede ser utilizado para desarrollar diversos proyectos con los cuales compartir y explorar ideas; es decir, mucho de este material puede ser usado para diseñar proyectos donde la comunicación visual juegue un papel central.

Es en el planteamiento de estos proyectos de comunicación visual donde entra en juego el ejercicio curatorial. Los curadores son una figura de reciente creación, y la mayor parte de los autores coinciden en señalar que no existe una definición muy clara acerca de las actividades que a estas figuras les corresponden realizar. Esencialmente, los curadores son quienes deciden qué recorte de la realidad nos mostrarán, cómo acercarán al auditorio a esa realidad, cuál será el valor asociado a esa exposición, y qué archivos son los que serán empleados para elaborar la exposición.

El ejercicio curatorial representa para el investigador una gran oportunidad para lograr la traducción y adecuación del trabajo realizado y así poder llevarlo a nuevas audiencias. Dentro de este proceso, es necesario integrarse a un grupo interdisciplinario con experiencia en el desarrollo de exposiciones.

A finales del año 2018 y principios de 2019, tuve la oportunidad de integrarme a un grupo interdisciplinario para desarrollar un ejercicio curatorial colectivo para la exhibición de una serie de fotografías capturadas en mayo de 2018 que, originalmente, habían sido capturadas para estudiar los paisajes fronterizos entre México y Guatemala a lo largo del Río Suchiate, ­en la región del Soconusco.

Esta exposición fotográfica se enmarcó en el proyecto “Región Transfronteriza México-Guatemala: Dimensión regional y bases para su desarrollo integral”, financiado por Conacyt, y se exhibió en una de las aulas del Instituto Mora. del 24 de enero al 14 de febrero de 2019. La muestra llevó por título “Un paisaje fronterizo. Cruces e itinerarios en la línea México-Guatemala”.

Foto: Cortesía

El trabajo fue coordinado por el Laboratorio Audiovisual de Investigación Social del Instituto Mora y en su desarrollo participaron los investigadores que estuvieron a cargo del trabajo de campo, personas con conocimientos en curaduría, museografía, diseño gráfico, fotografía y montaje de exposiciones.

El ejercicio curatorial desarrollado para esta exposición brindó a los investigadores la oportunidad de explorar los siguientes elementos:

Por una parte, nunca dejar claramente indicado desde qué país se habían tomado las fotografías, ni tampoco hablar de frontera, lo anterior con la intención explícita de diluir la idea generalizada del borde como una barrera que separa, y así presentar un río que, con sus riesgos, permite el encuentro entre las personas que habitan ambos lados de su rivera.

Por otra parte, se buscó compartir con los asistentes el recorrido que llevaron a cabo los investigadores en campo, y la sensación del vaivén del río. Para cubrir estos objetivos, se diseñó un recorrido en zigzag con cuatro bloques temáticos que representan los puntos visitados por los investigadores; para optimizar el uso del espacio, las fotografías fueron montadas en cajas de luz de doble vista, de manera que cada una mostrara dos imágenes.

Mediante la redacción de textos (cédulas), al inicio de cada bloque se brindó información sobre los elementos naturales que pueden dificultar el cruce del río, como son el ancho y la profundidad del afluente, la organización social relacionada con la forma en que las personas cruzan el río, la convivencia del cruce regular e irregular del caudal, así como la importancia del afluente en la vida cotidiana de los habitantes. Las fotografías seleccionadas no sólo buscaron dar cuenta de la información vertida en las cédulas; también prestaron atención a la dimensión estética de lo que se mostraba.

Los ejercicios curatoriales que tienen las imágenes como principal herramienta de comunicación brindan la posibilidad de poner al alcance de una amplia diversidad de audiencias una realidad que no siempre puede ser experimentada. De manera particular, esta exposición fotográfica fue visitada por académicos, vecinos del recinto y alumnos de escuelas primarias.

Foto: Cortesía

Creo que el diseño de exposiciones fotográficas mediante ejercicios curatoriales interdisciplinarios tiene un enorme potencial para recrear el conocimiento sobre las realidades captadas y, con ello, generar un vínculo con una multiplicidad de audiencias para la reflexión crítica del trabajo que se presenta. Asimismo, el ejercicio curatorial permite al investigador acercarse al trabajo ya hecho, adoptando otras miradas para cuestionarlo y re-significarlo. Finalmente, si el trabajo de archivo de la investigación es apropiado, permitirá que otras personas puedan hacer uso de ese material para generar sus propias investigaciones, reflexiones y, en su caso, ejercicios curatoriales.

Bibliografía consultada

Jacques Derrida (1997). Mal de Archivo. Una impresión freudiana. Madrid: Editorial Trotta, pág 11.

Angelika Menne-Haritz (2001). “Access- the reformulation of an archival paradigm”, Archival Science 1: 57-82.


Félix Suazo (2007). El (sano) oficio de curar. Estilo (9)33:78-87

Fernando López Barbosa (1993). Manual de Montaje de Exposiciones. Colombia: Museo Nacional de Colombia.

Autor

El doctor Mauricio Pablo Cervantes Salas posee un doctorado en Estudios de Población por El Colegio de México A. C. Actualmente, es profesor investigador asociado “B” del Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial (CentroGeo), originalmente, Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”. Sus temas de interés en la investigación están relacionados con desigualdad, familia, territorio y manejo comunitario de recursos naturales. Contacto: mcervantes@centrogeo.edu.mx.


#comunicación #paisaje #frontera #fotografía #exposición #ComunicaciónVisual #investigación #Guatemala #Chiapas

***

El blog México es ciencia, está en Facebook y Twitter, da la más cordial bienvenida al CentroGeo, que se suma a la lista de los Centros Conacyt que colaboran en este esfuerzo de difusión y divulgación de la ciencia. ¡Síganos en esta nueva etapa!


No hay una sola foto de entonces.

Mejor así: para verte

necesito inventar tu rostro.

José Emilio Pacheco (Fotos)

Por: Mauricio Cervantes Salas (CentroGeo)

El proceso creativo de la investigación lleva asociado la recopilación y elaboración de materiales para su análisis, los cuales pueden ser textos, objetos, imágenes fijas o en movimiento, audio, entre otros, que, esencialmente, sirven para recordar y analizar la información obtenida. Así, a lo largo de la manufactura de la investigación vamos compilando y acumulando materiales que debemos registrar adecuadamente para no perder información valiosa.

Quien se haya encontrado fotografías familiares de antaño sin información en su anverso, habrá experimentado la sensación de vacío que produce la posibilidad del olvido. El epígrafe de José Emilio Pacheco evoca esa necesidad primaria por alejarse de la amnesia, pero también evoca el impulso por anteponer una narrativa al ejercicio del recuerdo y, con ello, abrir la posibilidad de su reinterpretación. De ahí, la noción básica y dual del archivo: memoria-olvido.

Foto: Cortesía

Hay que advertir antes que archivo no es sinónimo de recuerdo; parafraseando a Menne-Haritz (2001:57-59), los documentos resguardados en los archivos permiten construir memoria y pueden ser seleccionados por terceros para producir nuevos significados. Sobre el concepto de archivo, Jaques Derrida (1997:11) pone énfasis en la idea de consignación, esto es, en la importancia de coordinar un cuerpo de objetos “en un sistema o una sincronía en la que todos los elementos articulan la unidad de una configuración ideal.” De esa forma, el archivo y archivar deben tener un eje articulador que permita reunir los objetos bajo un orden que les dé congruencia; no se trata únicamente de acumular el material.

Los archivos son un recorte de la realidad que tiene una intención y, si es adecuado el proceso seguido para resguardar los materiales (que comprende las acciones de catalogar, contextualizar, ordenar, describir y conservar), ese acervo permite entender el objetivo del archivo. Hay que preguntarse, entonces, ¿cómo se dota de significado a la memoria documentada?

El significado del archivo se produce cuando existe una intención. En el proceso creativo de nuestros proyectos, la misma descansa en los objetivos y las preguntas de investigación, y la manera en la cual se organiza el archivo puede encontrarse, por ejemplo, en la cartografía de los itinerarios seguidos en el trabajo de campo, en las características adoptadas por nuestras unidades de análisis, entre otras.

Foto: Cortesía

Mucho del material archivado puede ser utilizado para desarrollar diversos proyectos con los cuales compartir y explorar ideas; es decir, mucho de este material puede ser usado para diseñar proyectos donde la comunicación visual juegue un papel central.

Es en el planteamiento de estos proyectos de comunicación visual donde entra en juego el ejercicio curatorial. Los curadores son una figura de reciente creación, y la mayor parte de los autores coinciden en señalar que no existe una definición muy clara acerca de las actividades que a estas figuras les corresponden realizar. Esencialmente, los curadores son quienes deciden qué recorte de la realidad nos mostrarán, cómo acercarán al auditorio a esa realidad, cuál será el valor asociado a esa exposición, y qué archivos son los que serán empleados para elaborar la exposición.

El ejercicio curatorial representa para el investigador una gran oportunidad para lograr la traducción y adecuación del trabajo realizado y así poder llevarlo a nuevas audiencias. Dentro de este proceso, es necesario integrarse a un grupo interdisciplinario con experiencia en el desarrollo de exposiciones.

A finales del año 2018 y principios de 2019, tuve la oportunidad de integrarme a un grupo interdisciplinario para desarrollar un ejercicio curatorial colectivo para la exhibición de una serie de fotografías capturadas en mayo de 2018 que, originalmente, habían sido capturadas para estudiar los paisajes fronterizos entre México y Guatemala a lo largo del Río Suchiate, ­en la región del Soconusco.

Esta exposición fotográfica se enmarcó en el proyecto “Región Transfronteriza México-Guatemala: Dimensión regional y bases para su desarrollo integral”, financiado por Conacyt, y se exhibió en una de las aulas del Instituto Mora. del 24 de enero al 14 de febrero de 2019. La muestra llevó por título “Un paisaje fronterizo. Cruces e itinerarios en la línea México-Guatemala”.

Foto: Cortesía

El trabajo fue coordinado por el Laboratorio Audiovisual de Investigación Social del Instituto Mora y en su desarrollo participaron los investigadores que estuvieron a cargo del trabajo de campo, personas con conocimientos en curaduría, museografía, diseño gráfico, fotografía y montaje de exposiciones.

El ejercicio curatorial desarrollado para esta exposición brindó a los investigadores la oportunidad de explorar los siguientes elementos:

Por una parte, nunca dejar claramente indicado desde qué país se habían tomado las fotografías, ni tampoco hablar de frontera, lo anterior con la intención explícita de diluir la idea generalizada del borde como una barrera que separa, y así presentar un río que, con sus riesgos, permite el encuentro entre las personas que habitan ambos lados de su rivera.

Por otra parte, se buscó compartir con los asistentes el recorrido que llevaron a cabo los investigadores en campo, y la sensación del vaivén del río. Para cubrir estos objetivos, se diseñó un recorrido en zigzag con cuatro bloques temáticos que representan los puntos visitados por los investigadores; para optimizar el uso del espacio, las fotografías fueron montadas en cajas de luz de doble vista, de manera que cada una mostrara dos imágenes.

Mediante la redacción de textos (cédulas), al inicio de cada bloque se brindó información sobre los elementos naturales que pueden dificultar el cruce del río, como son el ancho y la profundidad del afluente, la organización social relacionada con la forma en que las personas cruzan el río, la convivencia del cruce regular e irregular del caudal, así como la importancia del afluente en la vida cotidiana de los habitantes. Las fotografías seleccionadas no sólo buscaron dar cuenta de la información vertida en las cédulas; también prestaron atención a la dimensión estética de lo que se mostraba.

Los ejercicios curatoriales que tienen las imágenes como principal herramienta de comunicación brindan la posibilidad de poner al alcance de una amplia diversidad de audiencias una realidad que no siempre puede ser experimentada. De manera particular, esta exposición fotográfica fue visitada por académicos, vecinos del recinto y alumnos de escuelas primarias.

Foto: Cortesía

Creo que el diseño de exposiciones fotográficas mediante ejercicios curatoriales interdisciplinarios tiene un enorme potencial para recrear el conocimiento sobre las realidades captadas y, con ello, generar un vínculo con una multiplicidad de audiencias para la reflexión crítica del trabajo que se presenta. Asimismo, el ejercicio curatorial permite al investigador acercarse al trabajo ya hecho, adoptando otras miradas para cuestionarlo y re-significarlo. Finalmente, si el trabajo de archivo de la investigación es apropiado, permitirá que otras personas puedan hacer uso de ese material para generar sus propias investigaciones, reflexiones y, en su caso, ejercicios curatoriales.

Bibliografía consultada

Jacques Derrida (1997). Mal de Archivo. Una impresión freudiana. Madrid: Editorial Trotta, pág 11.

Angelika Menne-Haritz (2001). “Access- the reformulation of an archival paradigm”, Archival Science 1: 57-82.


Félix Suazo (2007). El (sano) oficio de curar. Estilo (9)33:78-87

Fernando López Barbosa (1993). Manual de Montaje de Exposiciones. Colombia: Museo Nacional de Colombia.

Autor

El doctor Mauricio Pablo Cervantes Salas posee un doctorado en Estudios de Población por El Colegio de México A. C. Actualmente, es profesor investigador asociado “B” del Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial (CentroGeo), originalmente, Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo”. Sus temas de interés en la investigación están relacionados con desigualdad, familia, territorio y manejo comunitario de recursos naturales. Contacto: mcervantes@centrogeo.edu.mx.


#comunicación #paisaje #frontera #fotografía #exposición #ComunicaciónVisual #investigación #Guatemala #Chiapas

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