/ lunes 8 de julio de 2019

La comunicación pública en la era de Netflix

Por: María de los Ángeles Huerta del Río

La comisión de radio y televisión de la cámara de diputados organizó una visita a los organismos involucrados con la comunicación pública en Londres y Berlin. Caminamos de la BBC al parlamento Inglés, de los reguladores de medios a la Comisión parlamentaria de medios, cultura y deporte. En Alemania de la RDA a la Deutsche Welle. Todos estos son medios de comunicación e instituciones emblemáticos a nivel mundial. Y como una nota aclaratoria diré que cada una de las diputadas que venimos, lo hicimos con recursos propios.

La primera visita fue a Londres, ésta ciudad que es la casa que vio nacer la televisión pública más vigente y más antigua del mundo. Fue aquí, en ese 14 de mayo de 1879, donde Guillermo Marconi realizó la primera transmisión de radio. La BBC empezaría transmisiones en 1922, y es genuinamente pública porque se financia a través de una licencia de televisión que pagan los ciudadanos para disfrutar de sus programas, - 147 libras anuales- y con eso garantiza su independencia económica y editorial, la cual está además formalmente garantizada por la carta real. Sus oficinas de la calle 1W de Hallam integran una red de estaciones en más de 30 idiomas, con programación muy variada y plural, que propone informar, educar, y entretener, pero sin perder la calidad en sus contenidos. Un ejemplo sin duda de lo que el sistema público de la radiodifusión del estado mexicano tendría ya que proponerse empezar a hacer.

Tuvimos además la oportunidad de estar presente en una reunión de trabajo de la comisión del parlamento responsable de los medios, la cultura y el deporte. Ahí estaba como invitada principal la representante de Netflix en la Gran Bretaña. La discusión giró en torno al reto que implica la regulación del streaming y el papel de los reguladores locales frente a este gran proyecto de televisión pública global.

Después fuimos a Alemania, visitamos un Berlín que ya sin el muro se ha convertido en un país- y una ciudad- que ha sorprendido al mundo por el increíble desarrollo económico a la par de sus instituciones democráticas, plurales y ciudadanas. La sede de la Deutsche Welle se encuentra a unos pasos del Rhin, su creación es más reciente que la BBC (1953), pero inspirado en su modelo de comunicación y de la forma de financiarse, alejándose lo más posible de la terrible experiencia impuesta por Goebbels al afirmar que “La radio debe subordinarse y adherirse a los objetivos que la revolución nacional se ha trazado” y la propaganda del régimen Nazi. Nunca más aquí un medio público centralizado y pro gubernamental, si una radiodifusión ciudadana y responsable que se esfuerza día con día por generar contenidos objetivos, con entramados normativos sólidos y la participación ciudadana organizada en un consejo con representantes de todos los sectores de la sociedad, que vigila la programación, los contenidos editoriales y hasta los aspectos financieros de estos medios. Comunicación pública supervisada por ciudadanos activos y responsables. Esta es una parte del modelo que quisiéramos poder implementar en México alguna vez.

Experiencias que nos servirán para reforzar desde el legislativo al Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, buscar los esquemas para pasar del 50 al 100 por ciento del territorio nacional, fortalecer el uso del internet, porque hoy por hoy se ha convertido en el vehículo más eficaz para que llegue la información, la educación y entretenimiento a toda la población en cualquiera de sus formas, escrita, audio o video; a la par de ahorrar costos de producción con todo el talento y creatividad de los jóvenes. Tenemos un gran camino por andar y aprender de las experiencias de quienes han logrado caminos exitosos de consolidación en el sector de la comunicación pública ha sido una experiencia verdaderamente extraordinaria. Seguiremos informando.

Diputada Federal del Grupo Parlamentario de Morena

Por: María de los Ángeles Huerta del Río

La comisión de radio y televisión de la cámara de diputados organizó una visita a los organismos involucrados con la comunicación pública en Londres y Berlin. Caminamos de la BBC al parlamento Inglés, de los reguladores de medios a la Comisión parlamentaria de medios, cultura y deporte. En Alemania de la RDA a la Deutsche Welle. Todos estos son medios de comunicación e instituciones emblemáticos a nivel mundial. Y como una nota aclaratoria diré que cada una de las diputadas que venimos, lo hicimos con recursos propios.

La primera visita fue a Londres, ésta ciudad que es la casa que vio nacer la televisión pública más vigente y más antigua del mundo. Fue aquí, en ese 14 de mayo de 1879, donde Guillermo Marconi realizó la primera transmisión de radio. La BBC empezaría transmisiones en 1922, y es genuinamente pública porque se financia a través de una licencia de televisión que pagan los ciudadanos para disfrutar de sus programas, - 147 libras anuales- y con eso garantiza su independencia económica y editorial, la cual está además formalmente garantizada por la carta real. Sus oficinas de la calle 1W de Hallam integran una red de estaciones en más de 30 idiomas, con programación muy variada y plural, que propone informar, educar, y entretener, pero sin perder la calidad en sus contenidos. Un ejemplo sin duda de lo que el sistema público de la radiodifusión del estado mexicano tendría ya que proponerse empezar a hacer.

Tuvimos además la oportunidad de estar presente en una reunión de trabajo de la comisión del parlamento responsable de los medios, la cultura y el deporte. Ahí estaba como invitada principal la representante de Netflix en la Gran Bretaña. La discusión giró en torno al reto que implica la regulación del streaming y el papel de los reguladores locales frente a este gran proyecto de televisión pública global.

Después fuimos a Alemania, visitamos un Berlín que ya sin el muro se ha convertido en un país- y una ciudad- que ha sorprendido al mundo por el increíble desarrollo económico a la par de sus instituciones democráticas, plurales y ciudadanas. La sede de la Deutsche Welle se encuentra a unos pasos del Rhin, su creación es más reciente que la BBC (1953), pero inspirado en su modelo de comunicación y de la forma de financiarse, alejándose lo más posible de la terrible experiencia impuesta por Goebbels al afirmar que “La radio debe subordinarse y adherirse a los objetivos que la revolución nacional se ha trazado” y la propaganda del régimen Nazi. Nunca más aquí un medio público centralizado y pro gubernamental, si una radiodifusión ciudadana y responsable que se esfuerza día con día por generar contenidos objetivos, con entramados normativos sólidos y la participación ciudadana organizada en un consejo con representantes de todos los sectores de la sociedad, que vigila la programación, los contenidos editoriales y hasta los aspectos financieros de estos medios. Comunicación pública supervisada por ciudadanos activos y responsables. Esta es una parte del modelo que quisiéramos poder implementar en México alguna vez.

Experiencias que nos servirán para reforzar desde el legislativo al Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, buscar los esquemas para pasar del 50 al 100 por ciento del territorio nacional, fortalecer el uso del internet, porque hoy por hoy se ha convertido en el vehículo más eficaz para que llegue la información, la educación y entretenimiento a toda la población en cualquiera de sus formas, escrita, audio o video; a la par de ahorrar costos de producción con todo el talento y creatividad de los jóvenes. Tenemos un gran camino por andar y aprender de las experiencias de quienes han logrado caminos exitosos de consolidación en el sector de la comunicación pública ha sido una experiencia verdaderamente extraordinaria. Seguiremos informando.

Diputada Federal del Grupo Parlamentario de Morena