/ martes 4 de diciembre de 2018

La conquista de las mujeres en la OTAN

Por: L. PAULINA AXOTLA FLORES

El pasado 27 de noviembre, el gobierno de Eslovenia nombró como Jefa del Estado Mayor del Ejército a AlenkaErmenc, hecho que sin duda ha marcado la lucha por la igualdad de género en el ámbito militar. La generala Ermenc se desempeñará como representante de su país en el Comité Militar de la OTAN, puesto que es ocupado por primera vez por una mujer en la historia de esta alianza. Sin embargo, no es la primera en posicionarse en un puesto de liderazgo.

Durante los primeros años de la organización había un claro dominio por parte de los hombres. Lo anterior, debido a que la lucha feminista se encontraba concentrada en los derechos civiles y políticos de las mujeres, y aunque dentro de ellos existía la apertura de los espacios militares, las prioridades de la lucha estaban focalizadas en eliminar la desigualdad. Entonces, a falta de una oposición que exigiera más libertad por ocupar estos espacios, los países mantuvieron el modelo tradicional en donde los hombres son los que se dedican a combatir en las guerras y las mujeres a cuidar de los heridos.

Por lo anterior, esta dinámica se reflejó en la configuración de los consejos y comités que emiten las decisiones en materia militar en la OTAN. A finales del siglo pasado, y con el fin de la Guerra Fría, el mundo volteó a ver las demandas del feminismo y las mujeres por fin se abrieron un espacio en la esfera militar. En principio era un sentimiento reivindicativo de tomar un espacio dominado por los hombres, pero conforme fue avanzando su causa, las mujeres encontraron un campo de trabajo que necesitaba de la igualdad para servir mejor al mundo.

De acuerdo con este proceso, el Secretario General de la OTAN, JensStoltenberg, estableció que la participación de las mujeres enriquece las actividades de la alianza atlántica. Sin embargo, las mujeres todavía tienen un largo camino por recorrer. Actualmente, casi el 40% de las personas que trabajan para la OTAN son mujeres. Dentro de este porcentaje se encuentran muy pocas en puestos de liderazgo. Ejemplos de las mujeres que llegan a este tipo de trabajos son la Vicesecretaria Rose E. Gottemoeller, estadounidense que ha dedicado su carrera temas de seguridad internacional, o las diez representantes de las misiones nacionales en el Consejo del Atlántico Norte, así como la Representante Especial para el tema de Mujeres, Paz y Seguridad, Clare Hutchinson.

Las mujeres dan una perspectiva que humaniza y engrandece esta labor, ya que llegan a lugares y comprenden las lógicas culturales de manera que los hombres no han logrado. Por ejemplo, en el caso de las violaciones y ataques sexuales por parte de efectivos de diferentes ejércitos, las mujeres traen un mensaje de confianza a los locales que permite que los efectivos puedan realizar su trabajo de manera más oportuna y estratégica. El nombramiento de la generala Ermenc nos da un horizonte prometedor en el camino de la lucha por la igualdad de género en las milicias. Reafirmando el espíritu de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas 1325, el de las mujeres en la obtención de seguridad internacional no debería de ser cuestionado en ninguna circunstancia, no sólo por la justicia que demanda la apertura de estaos espacios, sino porque resulta ser practico para la construcción de paz.

*Lic. En Relaciones Internacionales y Asistente Académico de la Facultad de Estudios Globales de la Universidad Anáhuac México

Por: L. PAULINA AXOTLA FLORES

El pasado 27 de noviembre, el gobierno de Eslovenia nombró como Jefa del Estado Mayor del Ejército a AlenkaErmenc, hecho que sin duda ha marcado la lucha por la igualdad de género en el ámbito militar. La generala Ermenc se desempeñará como representante de su país en el Comité Militar de la OTAN, puesto que es ocupado por primera vez por una mujer en la historia de esta alianza. Sin embargo, no es la primera en posicionarse en un puesto de liderazgo.

Durante los primeros años de la organización había un claro dominio por parte de los hombres. Lo anterior, debido a que la lucha feminista se encontraba concentrada en los derechos civiles y políticos de las mujeres, y aunque dentro de ellos existía la apertura de los espacios militares, las prioridades de la lucha estaban focalizadas en eliminar la desigualdad. Entonces, a falta de una oposición que exigiera más libertad por ocupar estos espacios, los países mantuvieron el modelo tradicional en donde los hombres son los que se dedican a combatir en las guerras y las mujeres a cuidar de los heridos.

Por lo anterior, esta dinámica se reflejó en la configuración de los consejos y comités que emiten las decisiones en materia militar en la OTAN. A finales del siglo pasado, y con el fin de la Guerra Fría, el mundo volteó a ver las demandas del feminismo y las mujeres por fin se abrieron un espacio en la esfera militar. En principio era un sentimiento reivindicativo de tomar un espacio dominado por los hombres, pero conforme fue avanzando su causa, las mujeres encontraron un campo de trabajo que necesitaba de la igualdad para servir mejor al mundo.

De acuerdo con este proceso, el Secretario General de la OTAN, JensStoltenberg, estableció que la participación de las mujeres enriquece las actividades de la alianza atlántica. Sin embargo, las mujeres todavía tienen un largo camino por recorrer. Actualmente, casi el 40% de las personas que trabajan para la OTAN son mujeres. Dentro de este porcentaje se encuentran muy pocas en puestos de liderazgo. Ejemplos de las mujeres que llegan a este tipo de trabajos son la Vicesecretaria Rose E. Gottemoeller, estadounidense que ha dedicado su carrera temas de seguridad internacional, o las diez representantes de las misiones nacionales en el Consejo del Atlántico Norte, así como la Representante Especial para el tema de Mujeres, Paz y Seguridad, Clare Hutchinson.

Las mujeres dan una perspectiva que humaniza y engrandece esta labor, ya que llegan a lugares y comprenden las lógicas culturales de manera que los hombres no han logrado. Por ejemplo, en el caso de las violaciones y ataques sexuales por parte de efectivos de diferentes ejércitos, las mujeres traen un mensaje de confianza a los locales que permite que los efectivos puedan realizar su trabajo de manera más oportuna y estratégica. El nombramiento de la generala Ermenc nos da un horizonte prometedor en el camino de la lucha por la igualdad de género en las milicias. Reafirmando el espíritu de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas 1325, el de las mujeres en la obtención de seguridad internacional no debería de ser cuestionado en ninguna circunstancia, no sólo por la justicia que demanda la apertura de estaos espacios, sino porque resulta ser practico para la construcción de paz.

*Lic. En Relaciones Internacionales y Asistente Académico de la Facultad de Estudios Globales de la Universidad Anáhuac México