La renovación de la dirigencia nacional de Morena está por entrar a una nueva etapa que podría ahondar las diferencias partidistas, con la realización del Congreso Nacional Extraordinario convocado para el 26 de enero, en el que tendrá que definir la ruta del proceso interno, después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó cancelarlo en octubre pasado por inconsistencias en el padrón.
De concretarse, en la reunión se buscará nombrar una dirección provisional, remover del cargo a Yeidckol Polenvsky y nombrar a 15 integrantes de la Comisión Nacional de Elecciones, como punto de partida, aunque todavía existe incertidumbre sobre su realización.
La propia dirigente ha insistido que la convocatoria del Consejo Nacional, que preside Bertha Luján, es ilegal, ya que los artículos 34 y 38 del Partido facultan al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) como único responsable para emitirla y, en su caso, de suspenderla.
El coordinador de los diputados federales, Mario Delgado, y Alejandro Rojas, aspiran también a presidir el partido que fundó el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se ha visto obligado a mantener una “sana distancia”, luego de que su propuesta para elegir a la nueva dirigencia mediante una encuesta no ha encontrado eco.
Morena cumplirá apenas seis años de existencia. Como Asociación Civil, Martí Batres estuvo al frente y como partido ha tenido dos dirigentes nacionales: López Obrador y Yeidckol, aunque ocupa el cargo por prelación y de forma interina, desde el 12 diciembre de 2017. Por ello, puede buscar continuar por un periodo más.
Morena pasa por sus primeros desencuentros como todos los partidos que han nacido llámese PRI,PAN,PRD por citar nombres de otros que podrían venir para la elección de candidatos para los comicios del 2021, primero, y para la presidencial del 2024, después. Las diferencias sobre el padrón de militantes, por la que se interpuso una queja ante el TEPJF, que derivó en la anulación del proceso, mantiene a la deriva la elección del presidente del partido, que debió quedar resuelta el pasado 24 de noviembre.
Por lo pronto, habrá que esperar a ver cómo salen de este congreso y luego el proceso, porque está en juego algo más que la dirigencia nacional, ya que tiene que surgir un liderazgo que impulse y consolide, desde el Congreso, el proyecto de la 4T, pero en el que se debe privilegiar la UNIDAD con letras mayúsculas.
www.hectormunoz.com.mx
Twitter @hector munoz
Instagram jhectormunoz
Facebook Héctor Muñoz
