/ martes 30 de octubre de 2018

La crisis migratoria centroamericana

Lo que hemos venido viendo estos últimos días con la caravana hondureña sólo es muestra de lo que se vive en diferentes regiones del mundo. Más que un problema focalizado en Honduras, es tema de la agenda global.

Mi postura es que el origen del problema es Honduras y que los organismos internacionales deberían dar asistencia, pues ahora México se encuentra en una gran disyuntiva: el tema de derechos humanos y el tema político. A veces hacer lo correcto en términos legales, no es lo más humanitario y a veces hacer lo más diplomático, no precisamente resuelve el problema. El presidente estadounidense amenaza y critica, pero no propone soluciones. El presidente de nuestro país manda un mensaje claro de rechazar la violencia para ingresar a nuestro territorio y el presidente electo ofrece visas de trabajo. En realidad las tres visiones no resuelven el problema, pero sí dividen las opiniones. En redes sociales se ha desatado un gran debate en nuestro país sobre la caravana centroamericana. Hay quienes dicen que es un tema de seguridad nacional, y hay quienes dicen que por ser una crisis humanitaria hay que dejarlos pasar y ayudarlos.

De acuerdo a la OIM, los migrantes internacionales están compuestos por un 52% de género masculino y un 48% de género femenino y va en aumento este fenómeno. En el año 1990 se registró un total de 153 millones de migrantes mientras que en el 2015 se tuvo un total de 244 millones.

¿Esto es el fracaso de qué? Del populismo, del capitalismo, de las guerras; razones hay muchas y allí es donde debería trabajar la oficina de representación de la OIM para América del Norte, América Central y El Caribe localizada en San José, Costa Rica, quien hasta la fecha no se ha pronunciado al respecto.

Pero lo que sí es una realidad es que la gente huye de sus países porque no tienen lo mínimo de sus derechos humanos para sobrevivir y buscan en otro lado, vivir dignamente. Y el acuerdo comercial trilateral en riesgo es lo que menos les importa. Al ver las imágenes de los migrantes en los medios de comunicación, son de esas veces que uno se queda sin palabras y sin aliento.

Coordinadora licenciatura en administración de

negocios internacionales, Universidad Iberoamericana

/aribel.contreras/@ibero.mx /@Aribel007

Lo que hemos venido viendo estos últimos días con la caravana hondureña sólo es muestra de lo que se vive en diferentes regiones del mundo. Más que un problema focalizado en Honduras, es tema de la agenda global.

Mi postura es que el origen del problema es Honduras y que los organismos internacionales deberían dar asistencia, pues ahora México se encuentra en una gran disyuntiva: el tema de derechos humanos y el tema político. A veces hacer lo correcto en términos legales, no es lo más humanitario y a veces hacer lo más diplomático, no precisamente resuelve el problema. El presidente estadounidense amenaza y critica, pero no propone soluciones. El presidente de nuestro país manda un mensaje claro de rechazar la violencia para ingresar a nuestro territorio y el presidente electo ofrece visas de trabajo. En realidad las tres visiones no resuelven el problema, pero sí dividen las opiniones. En redes sociales se ha desatado un gran debate en nuestro país sobre la caravana centroamericana. Hay quienes dicen que es un tema de seguridad nacional, y hay quienes dicen que por ser una crisis humanitaria hay que dejarlos pasar y ayudarlos.

De acuerdo a la OIM, los migrantes internacionales están compuestos por un 52% de género masculino y un 48% de género femenino y va en aumento este fenómeno. En el año 1990 se registró un total de 153 millones de migrantes mientras que en el 2015 se tuvo un total de 244 millones.

¿Esto es el fracaso de qué? Del populismo, del capitalismo, de las guerras; razones hay muchas y allí es donde debería trabajar la oficina de representación de la OIM para América del Norte, América Central y El Caribe localizada en San José, Costa Rica, quien hasta la fecha no se ha pronunciado al respecto.

Pero lo que sí es una realidad es que la gente huye de sus países porque no tienen lo mínimo de sus derechos humanos para sobrevivir y buscan en otro lado, vivir dignamente. Y el acuerdo comercial trilateral en riesgo es lo que menos les importa. Al ver las imágenes de los migrantes en los medios de comunicación, son de esas veces que uno se queda sin palabras y sin aliento.

Coordinadora licenciatura en administración de

negocios internacionales, Universidad Iberoamericana

/aribel.contreras/@ibero.mx /@Aribel007