/ viernes 2 de octubre de 2020

La crónica de una gran crisis anunciada

Mal empieza la semana, para el que ahorca el lunes. El acto de inicio de la campaña electoral en los Estados Unidos se volvió el anuncio de una crisis política de tamaño mayor. El debate fue carente de ideas, sin ritmo, ajeno a un proyecto político, pero sobre todo con un hecho inédito del presidente Trump que descalifica la elección a priori, afirmando en días pasados que quizás no honre los resultados si pierde la reelección.

Uno de los temas más importantes del debate y que generó choque, fue la designación del nuevo juez de la Suprema Corte, el cual Trump defendió que era su obligación nominarlo puesto que su mandato concluye en 2021. Biden argumentó que lo correcto era que el ganador de las elecciones del 3 de noviembre fuera el que nominara a quien sustituirá a Ruth Bader Ginsburg. El argumento del candidato demócrata es acorde a la última voluntad de la juez, que pidió antes de fallecer que su remplazo fuera nominado después de la elección.

Una declaración que generó polémica fue hecha por el presidente Trump respecto a los supremacistas blancos, quienes en días pasados han causado violencia en las calles e incluso algunos han sido sentenciados a prisión. El moderador del debate preguntó si condenaría las acciones de estos grupos radicales, pero el mandatario no solo no los condenó, si no que incluso los apoyo argumentando que alguien tenía que hacer algo respecto a los extremistas de izquierda. No es nada nuevo que Trump critique constantemente a los manifestantes que están en su contra y genere desde que llegó a la Casa Blanca, una crisis racial sin precedentes.

La verdad es que la Suprema Corte jugará un papel decisivo en la próxima elección, ya que Trump está augurando que habrá un fraude electoral y que la última palabra la tendrá la máxima autoridad judicial, la cual está integrada en estos momentos por una mayoría conservadora. Por ello, radica la necesidad y urgencia del presidente de nominar a un juez para que tenga una victoria segura en los votos de los jueces.

La estrategia está cantada. Vamos a un escenario en el cual el presidente Trump impugnará la elección si no resulta ganador y confía que sus jueces de la Corte le darán la razón por un compromiso político. Esta incertidumbre sobre qué pasará en las próximas semanas generará tensión en los mercados, pero sobre todo llevará a un escenario que no se había visto en la elección de los 45 presidentes de la nación norteamericana.

@LuisH_Fernandez


Mal empieza la semana, para el que ahorca el lunes. El acto de inicio de la campaña electoral en los Estados Unidos se volvió el anuncio de una crisis política de tamaño mayor. El debate fue carente de ideas, sin ritmo, ajeno a un proyecto político, pero sobre todo con un hecho inédito del presidente Trump que descalifica la elección a priori, afirmando en días pasados que quizás no honre los resultados si pierde la reelección.

Uno de los temas más importantes del debate y que generó choque, fue la designación del nuevo juez de la Suprema Corte, el cual Trump defendió que era su obligación nominarlo puesto que su mandato concluye en 2021. Biden argumentó que lo correcto era que el ganador de las elecciones del 3 de noviembre fuera el que nominara a quien sustituirá a Ruth Bader Ginsburg. El argumento del candidato demócrata es acorde a la última voluntad de la juez, que pidió antes de fallecer que su remplazo fuera nominado después de la elección.

Una declaración que generó polémica fue hecha por el presidente Trump respecto a los supremacistas blancos, quienes en días pasados han causado violencia en las calles e incluso algunos han sido sentenciados a prisión. El moderador del debate preguntó si condenaría las acciones de estos grupos radicales, pero el mandatario no solo no los condenó, si no que incluso los apoyo argumentando que alguien tenía que hacer algo respecto a los extremistas de izquierda. No es nada nuevo que Trump critique constantemente a los manifestantes que están en su contra y genere desde que llegó a la Casa Blanca, una crisis racial sin precedentes.

La verdad es que la Suprema Corte jugará un papel decisivo en la próxima elección, ya que Trump está augurando que habrá un fraude electoral y que la última palabra la tendrá la máxima autoridad judicial, la cual está integrada en estos momentos por una mayoría conservadora. Por ello, radica la necesidad y urgencia del presidente de nominar a un juez para que tenga una victoria segura en los votos de los jueces.

La estrategia está cantada. Vamos a un escenario en el cual el presidente Trump impugnará la elección si no resulta ganador y confía que sus jueces de la Corte le darán la razón por un compromiso político. Esta incertidumbre sobre qué pasará en las próximas semanas generará tensión en los mercados, pero sobre todo llevará a un escenario que no se había visto en la elección de los 45 presidentes de la nación norteamericana.

@LuisH_Fernandez