/ viernes 19 de noviembre de 2021

La cumbre 

El día 18 de noviembre se reunieron los presidentes de México, Estados Unidos y Canadá, para revisar una agenda cuyos temas principales fueron: el Covid-19, l seguridad sanitaria de América del Norte, incluido el acceso desigual a las vacunas y cómo reducirlo; la competitividad y las condiciones para crear un crecimiento equitativo en los tres países; la migración y el desarrollo para construir una Norteamérica más segura. No estará ajeno el tema energético, para hablar sobre la reducción de las emisiones de gas metano y la huella de carbono, entre otros.

El asunto no es menor, es la primera vez que el presidente López Obrador, el presidente Biden y el Primer Ministro Trudeau se reúnen en esta Novena Cumbre, luego de cinco años desde la Cumbre anterior, donde participaron los presidentes Peña Nieto, Barack Obama y el mandatario canadiense. Ésta se da en un contexto más que complicado, en el marco de una crisis sanitaria que aún no termina, la construcción de una economía postcovid y una presencia creciente de China en América Latina, el Caribe como inversionista y como proveedor de contratos; ya que de la inversión extranjera directa, China representó en 2020 el 31.8% a nivel mundial y el 22.9% en América Latina y el Caribe.

La Cumbre no estará exenta de tensiones, están sobre la mesa posiciones diversas para reorientar la economía regional. El tema es que a diferencia de ocasiones anteriores, México está partiendo de un principio de soberanía y dignidad nacional, esto es: qué es lo que más le conviene a México ahora. Además de otras tensiones como pueden ser el grado de integración y límites a situaciones de privilegio añejas, como en el caso de la explotación minera que es dominada por Canadá; que tiene el dominio del mercado con el 60% de la producción de oro, ya que posee seis de las diez minas de oro más importantes de México.

En esta cumbre se definirán las bases para un proyecto económico para la región, pero también para ver si prevalece una visión humanista en la relación del subcontinente. Esta reunión implica un gran desafío en todos los niveles, pero hay la confianza en los buenos oficios diplomáticos y políticos del embajador Moctezuma, la posición patriótica, pragmática y de defensa de la soberanía nacional del presidente Andrés Manuel López Obrador que harán que esta sea benéfica para la región, pero en especial para México. XXXTwitter: @LuisH_Fernandez

El día 18 de noviembre se reunieron los presidentes de México, Estados Unidos y Canadá, para revisar una agenda cuyos temas principales fueron: el Covid-19, l seguridad sanitaria de América del Norte, incluido el acceso desigual a las vacunas y cómo reducirlo; la competitividad y las condiciones para crear un crecimiento equitativo en los tres países; la migración y el desarrollo para construir una Norteamérica más segura. No estará ajeno el tema energético, para hablar sobre la reducción de las emisiones de gas metano y la huella de carbono, entre otros.

El asunto no es menor, es la primera vez que el presidente López Obrador, el presidente Biden y el Primer Ministro Trudeau se reúnen en esta Novena Cumbre, luego de cinco años desde la Cumbre anterior, donde participaron los presidentes Peña Nieto, Barack Obama y el mandatario canadiense. Ésta se da en un contexto más que complicado, en el marco de una crisis sanitaria que aún no termina, la construcción de una economía postcovid y una presencia creciente de China en América Latina, el Caribe como inversionista y como proveedor de contratos; ya que de la inversión extranjera directa, China representó en 2020 el 31.8% a nivel mundial y el 22.9% en América Latina y el Caribe.

La Cumbre no estará exenta de tensiones, están sobre la mesa posiciones diversas para reorientar la economía regional. El tema es que a diferencia de ocasiones anteriores, México está partiendo de un principio de soberanía y dignidad nacional, esto es: qué es lo que más le conviene a México ahora. Además de otras tensiones como pueden ser el grado de integración y límites a situaciones de privilegio añejas, como en el caso de la explotación minera que es dominada por Canadá; que tiene el dominio del mercado con el 60% de la producción de oro, ya que posee seis de las diez minas de oro más importantes de México.

En esta cumbre se definirán las bases para un proyecto económico para la región, pero también para ver si prevalece una visión humanista en la relación del subcontinente. Esta reunión implica un gran desafío en todos los niveles, pero hay la confianza en los buenos oficios diplomáticos y políticos del embajador Moctezuma, la posición patriótica, pragmática y de defensa de la soberanía nacional del presidente Andrés Manuel López Obrador que harán que esta sea benéfica para la región, pero en especial para México. XXXTwitter: @LuisH_Fernandez