/ lunes 3 de diciembre de 2018

La decepción que se espera

La toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República es acorde a lo que esperaban sus simpatizantes, la gran algarabía del día 1 de diciembre corroboró que fue fiel a su estilo. Fox olvidó el protocolo saludando a su familia, Calderón agradeciendo a Dios y AMLO respondón contestando desde la tribuna a Legisladores de la oposición que le interpelaron, por cierto con el beneplácito de un presidente de la mesa directiva que parecía iba a caer en un sopor no se sabe si por cansancio o por lo que estaba escuchando.

El presidente siguió en su proselitismo de campaña y a lo dicho estos cinco meses después del 1 de julio; la diferencia es que a partir de su asunción va a signar con su poderosa firma acciones con los resultados y consecuencias inherentes para todos. Conforme leía resultaba simpático ver el nerviosismo de Peña Nieto que tuvo que chutarse toda su perorata sin lugar a réplica; sin saber a donde meterse, le escuchó que ya no habrá inmunda corrupción política y privada, pequeña minoría que ha lucrado con el influyentismo, críticas a la reforma energética que no ha servido de nada, que va a echar abajo esa mal llamada reforma educativa y que entierra al neoliberalismo hipócrita de sexenios desde De la Madrid hasta Peña. Si, fue un duro mensaje a las administraciones anteriores aunque Slim diga que sólo fue un pronunciamiento contra la corrupción. Pero todos los que pudieran sentirse aludidos pueden estar tranquilos porque el presidente es partidario del perdón y la indulgencia y además porque no habría juzgados ni cárceles suficientes. Ups.

Con un discurso contradictorio, voluntarioso y simplista queda en el ambiente que va a empezar de cero, líder absoluto de su cuarta transformación.

Me preocupan varias cuestiones: reafirma seguridad y gobierno con las fuerzas armadas porque él es su comandante supremo y además porque los 20,00 efectivos de la Policía Federal carecen de disciplina, capacitación y profesionalismo. Ratifica suspensión NAIM y concreta sus proyectos de infraestructura sin escuchar si son viables o no; enfatiza sus propuestas sociales de corte asistencialistas. No podría mas que estar de acuerdo con la atención médica y medicamentos gratuitos en todas las zonas marginadas y en todo el país; salario mínimo por encima de la inflación todo un reto; que ya no haya ninis o que se apoye a adultos mayores y personas con discapacidad que lo requieran; atender a los más pobres es su obligación.

Me preocupa que sus universidades que pretende sean réplica de la Universidad de la Ciudad de México, o la estigmatización de los jóvenes pobres para que sigan siendo peones, marginados del desarrollo humano.

Las grandes ausencias fueron las mujeres, las niñas y niños y sus derechos; ninguna mención sobre las víctimas, a las personas desaparecidas que es un horror, o desplazadas y a migrantes.

El presidente representa al Estado Mexicano y no lo vimos como estadista sino como candidato del siglo pasado; no como presidente del siglo XXI que entiende el significado y retos de la globalidad y de la ciencia. So pretexto de atacar la corrupción va ser un presidente onmipotente y centralista también de la hacienda pública, el mensaje es que con ese control tiene garantizado el electorado para su instrumento político: Morena. Después de lo que dijo a ver si le dan los números.

@angelicadelap

La toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República es acorde a lo que esperaban sus simpatizantes, la gran algarabía del día 1 de diciembre corroboró que fue fiel a su estilo. Fox olvidó el protocolo saludando a su familia, Calderón agradeciendo a Dios y AMLO respondón contestando desde la tribuna a Legisladores de la oposición que le interpelaron, por cierto con el beneplácito de un presidente de la mesa directiva que parecía iba a caer en un sopor no se sabe si por cansancio o por lo que estaba escuchando.

El presidente siguió en su proselitismo de campaña y a lo dicho estos cinco meses después del 1 de julio; la diferencia es que a partir de su asunción va a signar con su poderosa firma acciones con los resultados y consecuencias inherentes para todos. Conforme leía resultaba simpático ver el nerviosismo de Peña Nieto que tuvo que chutarse toda su perorata sin lugar a réplica; sin saber a donde meterse, le escuchó que ya no habrá inmunda corrupción política y privada, pequeña minoría que ha lucrado con el influyentismo, críticas a la reforma energética que no ha servido de nada, que va a echar abajo esa mal llamada reforma educativa y que entierra al neoliberalismo hipócrita de sexenios desde De la Madrid hasta Peña. Si, fue un duro mensaje a las administraciones anteriores aunque Slim diga que sólo fue un pronunciamiento contra la corrupción. Pero todos los que pudieran sentirse aludidos pueden estar tranquilos porque el presidente es partidario del perdón y la indulgencia y además porque no habría juzgados ni cárceles suficientes. Ups.

Con un discurso contradictorio, voluntarioso y simplista queda en el ambiente que va a empezar de cero, líder absoluto de su cuarta transformación.

Me preocupan varias cuestiones: reafirma seguridad y gobierno con las fuerzas armadas porque él es su comandante supremo y además porque los 20,00 efectivos de la Policía Federal carecen de disciplina, capacitación y profesionalismo. Ratifica suspensión NAIM y concreta sus proyectos de infraestructura sin escuchar si son viables o no; enfatiza sus propuestas sociales de corte asistencialistas. No podría mas que estar de acuerdo con la atención médica y medicamentos gratuitos en todas las zonas marginadas y en todo el país; salario mínimo por encima de la inflación todo un reto; que ya no haya ninis o que se apoye a adultos mayores y personas con discapacidad que lo requieran; atender a los más pobres es su obligación.

Me preocupa que sus universidades que pretende sean réplica de la Universidad de la Ciudad de México, o la estigmatización de los jóvenes pobres para que sigan siendo peones, marginados del desarrollo humano.

Las grandes ausencias fueron las mujeres, las niñas y niños y sus derechos; ninguna mención sobre las víctimas, a las personas desaparecidas que es un horror, o desplazadas y a migrantes.

El presidente representa al Estado Mexicano y no lo vimos como estadista sino como candidato del siglo pasado; no como presidente del siglo XXI que entiende el significado y retos de la globalidad y de la ciencia. So pretexto de atacar la corrupción va ser un presidente onmipotente y centralista también de la hacienda pública, el mensaje es que con ese control tiene garantizado el electorado para su instrumento político: Morena. Después de lo que dijo a ver si le dan los números.

@angelicadelap