/ viernes 17 de agosto de 2018

La descentralización posible

En las últimas semanas diversos actores políticos han cuestionado el programa del presidente López Obrador para descentralizar la Administración Pública, sin cuestionar su conveniencia o deseabilidad. Ello ocurre en un país con una tradición centralista, que le costó la mitad del territorio nacional, donde 30% de la población se agrupa en la principal megalópolis y la vida pública gira en torno a la capital.

El tema ha estado en la agenda desde la campaña presidencial de Adolfo López Mateos, sin embargo, poco se ha hecho, pero sin duda la descentralización es una estrategia necesaria.

Para comprenderlo, es fundamental saber que se trata de una política de desarrollo regional, con la cual se potenciará el crecimiento en zonas que hoy tienen pocos incentivos, es una herramienta probada tanto a nivel nacional como internacional. Casos similares al de la reubicación de oficinas públicas documentan cómo el establecimiento de un departamento de gobierno en determinada área genera polos de desarrollo y economías de escala.

La propuesta está vinculada a crear un gobierno más eficiente y barato, por lo que tiene que ir acompañada de una estrategia de comunicación intergubernamental y la ampliación de servicios al público a través de Internet. Hay referentes interesantes como el caso de Estonia, nación donde todos los servicios que presta el gobierno son por vía virtual, lo que permite disminuir la corrupción, agilizar los trámites y elevar la calidad de los servicios.

Este proceso debe ir acompañado de un paquete de lineamientos centrales y mesas de gestión con gobiernos municipales y estatales para desarrollar infraestructura, que favorezca no sólo al empleo público, también todos los servicios vinculados, alimentación, vivienda, educación, transporte y apoyos diversos, que van desde los médicos hasta peluquería.

También se requiere un plan para el desarrollo de capital humano, con una estrategia laboral que permita el retiro voluntario de quienes no deseen cambiar de domicilio y un paquete de prestaciones complementarias para aquellos que realicen la mudanza.

La descentralización se realizará de manera gradual, con responsabilidad en el impacto urbano, medioambiental y financiero, priorizando las áreas que más favorezcan el desarrollo y con menores costos.

Hay opiniones que muestran la complejidad, pero también hay casos que hacen evidentes los grandes beneficios como fue la instalación del INEGI en Aguascalientes. México debe construir una estrategia de desarrollo incluyente para todo el país, 500 años de centralización obligan a una política determinada y audaz. La descentralización es un gran reto político, técnico y operativo, será parte importante del legado de Andrés Manuel López Obrador.

XXX TWITTER: @LuisHFernandez


En las últimas semanas diversos actores políticos han cuestionado el programa del presidente López Obrador para descentralizar la Administración Pública, sin cuestionar su conveniencia o deseabilidad. Ello ocurre en un país con una tradición centralista, que le costó la mitad del territorio nacional, donde 30% de la población se agrupa en la principal megalópolis y la vida pública gira en torno a la capital.

El tema ha estado en la agenda desde la campaña presidencial de Adolfo López Mateos, sin embargo, poco se ha hecho, pero sin duda la descentralización es una estrategia necesaria.

Para comprenderlo, es fundamental saber que se trata de una política de desarrollo regional, con la cual se potenciará el crecimiento en zonas que hoy tienen pocos incentivos, es una herramienta probada tanto a nivel nacional como internacional. Casos similares al de la reubicación de oficinas públicas documentan cómo el establecimiento de un departamento de gobierno en determinada área genera polos de desarrollo y economías de escala.

La propuesta está vinculada a crear un gobierno más eficiente y barato, por lo que tiene que ir acompañada de una estrategia de comunicación intergubernamental y la ampliación de servicios al público a través de Internet. Hay referentes interesantes como el caso de Estonia, nación donde todos los servicios que presta el gobierno son por vía virtual, lo que permite disminuir la corrupción, agilizar los trámites y elevar la calidad de los servicios.

Este proceso debe ir acompañado de un paquete de lineamientos centrales y mesas de gestión con gobiernos municipales y estatales para desarrollar infraestructura, que favorezca no sólo al empleo público, también todos los servicios vinculados, alimentación, vivienda, educación, transporte y apoyos diversos, que van desde los médicos hasta peluquería.

También se requiere un plan para el desarrollo de capital humano, con una estrategia laboral que permita el retiro voluntario de quienes no deseen cambiar de domicilio y un paquete de prestaciones complementarias para aquellos que realicen la mudanza.

La descentralización se realizará de manera gradual, con responsabilidad en el impacto urbano, medioambiental y financiero, priorizando las áreas que más favorezcan el desarrollo y con menores costos.

Hay opiniones que muestran la complejidad, pero también hay casos que hacen evidentes los grandes beneficios como fue la instalación del INEGI en Aguascalientes. México debe construir una estrategia de desarrollo incluyente para todo el país, 500 años de centralización obligan a una política determinada y audaz. La descentralización es un gran reto político, técnico y operativo, será parte importante del legado de Andrés Manuel López Obrador.

XXX TWITTER: @LuisHFernandez