/ viernes 28 de enero de 2022

La deuda más grande de México es con la niñez

Por; Fernanda Aguila


Las primeras semanas del 2022, han evidenciado la enorme deuda que tiene México con la niñez, el hallazgo del cadáver de Tadeo, un bebé en el basurero de una cárcel en Puebla, la muerte de Victoria, una niña que intentaba cruzar el Río Grande de México a E.U.A., y el suicidio de Naomi, una menor de 13 años en Puebla, son solo algunos de los horribles sucesos que han ocurrido en lo que va del año.

Cada uno de estos eventos, están relacionados con factores de carácter estructural como; la pobreza, la gestión migratoria, la delincuencia organizada, la impunidad y la falta de satisfactores de necesidades básicas como la salud y la alimentación. Diariamente 4 niñas o niños mueren en México a causa de la violencia; tan solo en 2020 se tienen registrados 1,099 homicidios dolosos a menores (Save The Children, 2021). Desde el inicio de la pandemia, las cifras de violencia han aumentado significativamente, hoy 3 de cada 4 infantes son violentados dentro de sus hogares (2021). Las consecuencias físicas dejarán una huella a corto plazo, sin embargo la herida más profunda se refleja en la conducta y el desarrollo a largo plazo.

De acuerdo con UNICEF, de los casi 40 millones de niños, niñas y adolescentes que viven en México, más de la mitad se encuentran en situación de pobreza y 4 millones viven en pobreza extrema, esto sin mencionar al 91% de niñas, niños y adolescentes indígenas que viven en condiciones todavía más precarias. Las carencias de su entorno colocan a las y los niños en una situación de vulnerabilidad que los obliga a trabajar, abandonar sus estudios o los orilla a buscar otras formas de subsistencia, las cuales ponen en riesgo su integridad.

Las cárceles en México y el mundo están abarrotadas de adultos que en su niñez sufrieron violencia en alguna de sus formas y a quienes el sistema, su familia y la sociedad falló en proteger. Desde luego no todos los casos son iguales, sin embargo ¿cómo podemos hablar de construcción de paz , si olvidamos a los más pequeños de la casa? Para construir sociedades pacíficas es imperante tomar acción para que los derechos de las y los niños sean respetados.

El principal canal para prevenir la violencia está en la infancia, aprender nuevas formas de crianza es un gran comienzo, sin embargo nada de esto sirve si no garantizamos el acceso a una vida digna, a la alimentación, la salud, la educación y a un entorno donde las y los niños puedan desarrollar su máximo potencial como seres humanos.

¡Es inaceptable la violencia! Proteger a la niñez es proteger el futuro porque…

“Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan”(Antoine de Saint-Exupéry).

Por; Fernanda Aguila


Las primeras semanas del 2022, han evidenciado la enorme deuda que tiene México con la niñez, el hallazgo del cadáver de Tadeo, un bebé en el basurero de una cárcel en Puebla, la muerte de Victoria, una niña que intentaba cruzar el Río Grande de México a E.U.A., y el suicidio de Naomi, una menor de 13 años en Puebla, son solo algunos de los horribles sucesos que han ocurrido en lo que va del año.

Cada uno de estos eventos, están relacionados con factores de carácter estructural como; la pobreza, la gestión migratoria, la delincuencia organizada, la impunidad y la falta de satisfactores de necesidades básicas como la salud y la alimentación. Diariamente 4 niñas o niños mueren en México a causa de la violencia; tan solo en 2020 se tienen registrados 1,099 homicidios dolosos a menores (Save The Children, 2021). Desde el inicio de la pandemia, las cifras de violencia han aumentado significativamente, hoy 3 de cada 4 infantes son violentados dentro de sus hogares (2021). Las consecuencias físicas dejarán una huella a corto plazo, sin embargo la herida más profunda se refleja en la conducta y el desarrollo a largo plazo.

De acuerdo con UNICEF, de los casi 40 millones de niños, niñas y adolescentes que viven en México, más de la mitad se encuentran en situación de pobreza y 4 millones viven en pobreza extrema, esto sin mencionar al 91% de niñas, niños y adolescentes indígenas que viven en condiciones todavía más precarias. Las carencias de su entorno colocan a las y los niños en una situación de vulnerabilidad que los obliga a trabajar, abandonar sus estudios o los orilla a buscar otras formas de subsistencia, las cuales ponen en riesgo su integridad.

Las cárceles en México y el mundo están abarrotadas de adultos que en su niñez sufrieron violencia en alguna de sus formas y a quienes el sistema, su familia y la sociedad falló en proteger. Desde luego no todos los casos son iguales, sin embargo ¿cómo podemos hablar de construcción de paz , si olvidamos a los más pequeños de la casa? Para construir sociedades pacíficas es imperante tomar acción para que los derechos de las y los niños sean respetados.

El principal canal para prevenir la violencia está en la infancia, aprender nuevas formas de crianza es un gran comienzo, sin embargo nada de esto sirve si no garantizamos el acceso a una vida digna, a la alimentación, la salud, la educación y a un entorno donde las y los niños puedan desarrollar su máximo potencial como seres humanos.

¡Es inaceptable la violencia! Proteger a la niñez es proteger el futuro porque…

“Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan”(Antoine de Saint-Exupéry).