/ lunes 9 de abril de 2018

La dura brecha salarial

Mientras en nuestro país poco se ha escuchado de los candidatos y la candidata a la Presidencia sobre su agenda de derechos humanos, e igualdad de género; en otras latitudes se está debatiendo fuertemente mecanismos para erradicar la enorme brecha salarial entre hombre y mujeres. La urgencia por acabar con las asimetrías es uno de los más grandes pendientes de México de cara a los próximos años.

El año pasado, en el marco de la 61 sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW 61), en la sede de Naciones Unidas, se lanzó la campaña “23% es un robo” para generar más conciencia sobre la disparidad salarial en el mundo. En promedio, las mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que hacen los hombres, aunque en algunos países esa brecha es mayor, por ejemplo, las mujeres en Suecia y Francia ganan 31% menos que los hombres, mientras que en Alemania esa diferencia es del 49% y en Turquía del 75%. Se considera que a este paso, tomará 70 años cerrar esa brecha.

Sin embargo, haciendo el ajuste con el número de mujeres que no reciben paga alguna por su trabajo, esta brecha se hace abismal. Bajo esta precisión, se calcula que, por cada 100 dólares que gana una mujer, un hombre gana 258 dólares, diferencia que obedece a la ‘brecha salarial oculta’, que está directamente relacionada con la presencia mayoritaria de una fuerza laboral masculina, ya que el 76% de hombres tiene un empleo pagado, mientras que el 50% de las mujeres no.

Para el caso de México, según el indicador de Salario Diario Asociado a Trabajadores del IMSS al cierre de 2017, el sueldo promedio de los hombres registrado es de 352.57 pesos, mientras que para las mujeres son solamente 308.82 pesos, una diferencia del 14% en favor de los varones. La cifra ajustada con la “brecha oculta” ronda un porcentaje neto de entre 18% y 22%.

Esto significa que la mujer mexicana lleva una pesada carga en el cuidado de los hijos y los quehaceres domésticos, todo esto sin remuneración, lo que también se ve reflejado en las dobles o triples jornadas, a las que muchas nos sometemos.

La brecha de género entre hombres y mujeres implica elevados costos económicos, y se ha señalado que si se redujera a la mitad para 2040, el aumento en el PIB per cápita de México podría ser mayor en casi 0.2 puntos porcentuales por año, siendo éste uno de los incrementos más grandes en las proyecciones que ha realizado la OCDE, lo que equivaldría a más de 1,100 dólares adicionales para cada persona para 2040.

Entre las apuestas que se han lanzado, destaca la del Reino Unido, en dónde la Oficina de Igualdad del gobierno, ha hecho pública la lista de las desigualdades salariales en las empresas. Con los resultados se observa que 8 de cada 10 empleadores paga menos a sus mujeres trabajadoras en comparación a sus compañeros hombres.

En España, se lanzó un proyecto de ley, por el que se proponen modificaciones al Estatuto del Trabajador para prohibir que hombres y mujeres reciban retribuciones distintas por trabajos de idéntico valor y obliga a las empresas a realizar auditorías salariales. En el caso de que se observe una diferencia mayor del 20%, la empresa sería clasificada en falta y sancionada por el delito de discriminación salarial hasta por más de 187 mil euros , lo mismo si este tipo de diferencias se dan de manera indirecta, es decir, en forma de bonos, compensaciones o pagos extras.

Aquí muchas hemos ido planteando agenda en el tema y seguiremos insistiendo. Pero lo elemental es que en tiempos electorales la y los candidatos presidenciales, atendieran estos importantes temas. De la igualdad de género, depende el desarrollo democrático del país, por ello requerimos compromisos, no sólo para revertir la desigualdad, para acabar con la brutal y generalizada violencia de género, sino también compromisos para empoderar a las mujeres, que somos parte fundamental del electorado.

Diputada por Movimiento Ciudadano

Mientras en nuestro país poco se ha escuchado de los candidatos y la candidata a la Presidencia sobre su agenda de derechos humanos, e igualdad de género; en otras latitudes se está debatiendo fuertemente mecanismos para erradicar la enorme brecha salarial entre hombre y mujeres. La urgencia por acabar con las asimetrías es uno de los más grandes pendientes de México de cara a los próximos años.

El año pasado, en el marco de la 61 sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW 61), en la sede de Naciones Unidas, se lanzó la campaña “23% es un robo” para generar más conciencia sobre la disparidad salarial en el mundo. En promedio, las mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que hacen los hombres, aunque en algunos países esa brecha es mayor, por ejemplo, las mujeres en Suecia y Francia ganan 31% menos que los hombres, mientras que en Alemania esa diferencia es del 49% y en Turquía del 75%. Se considera que a este paso, tomará 70 años cerrar esa brecha.

Sin embargo, haciendo el ajuste con el número de mujeres que no reciben paga alguna por su trabajo, esta brecha se hace abismal. Bajo esta precisión, se calcula que, por cada 100 dólares que gana una mujer, un hombre gana 258 dólares, diferencia que obedece a la ‘brecha salarial oculta’, que está directamente relacionada con la presencia mayoritaria de una fuerza laboral masculina, ya que el 76% de hombres tiene un empleo pagado, mientras que el 50% de las mujeres no.

Para el caso de México, según el indicador de Salario Diario Asociado a Trabajadores del IMSS al cierre de 2017, el sueldo promedio de los hombres registrado es de 352.57 pesos, mientras que para las mujeres son solamente 308.82 pesos, una diferencia del 14% en favor de los varones. La cifra ajustada con la “brecha oculta” ronda un porcentaje neto de entre 18% y 22%.

Esto significa que la mujer mexicana lleva una pesada carga en el cuidado de los hijos y los quehaceres domésticos, todo esto sin remuneración, lo que también se ve reflejado en las dobles o triples jornadas, a las que muchas nos sometemos.

La brecha de género entre hombres y mujeres implica elevados costos económicos, y se ha señalado que si se redujera a la mitad para 2040, el aumento en el PIB per cápita de México podría ser mayor en casi 0.2 puntos porcentuales por año, siendo éste uno de los incrementos más grandes en las proyecciones que ha realizado la OCDE, lo que equivaldría a más de 1,100 dólares adicionales para cada persona para 2040.

Entre las apuestas que se han lanzado, destaca la del Reino Unido, en dónde la Oficina de Igualdad del gobierno, ha hecho pública la lista de las desigualdades salariales en las empresas. Con los resultados se observa que 8 de cada 10 empleadores paga menos a sus mujeres trabajadoras en comparación a sus compañeros hombres.

En España, se lanzó un proyecto de ley, por el que se proponen modificaciones al Estatuto del Trabajador para prohibir que hombres y mujeres reciban retribuciones distintas por trabajos de idéntico valor y obliga a las empresas a realizar auditorías salariales. En el caso de que se observe una diferencia mayor del 20%, la empresa sería clasificada en falta y sancionada por el delito de discriminación salarial hasta por más de 187 mil euros , lo mismo si este tipo de diferencias se dan de manera indirecta, es decir, en forma de bonos, compensaciones o pagos extras.

Aquí muchas hemos ido planteando agenda en el tema y seguiremos insistiendo. Pero lo elemental es que en tiempos electorales la y los candidatos presidenciales, atendieran estos importantes temas. De la igualdad de género, depende el desarrollo democrático del país, por ello requerimos compromisos, no sólo para revertir la desigualdad, para acabar con la brutal y generalizada violencia de género, sino también compromisos para empoderar a las mujeres, que somos parte fundamental del electorado.

Diputada por Movimiento Ciudadano