/ sábado 13 de marzo de 2021

La economía del cuidado

Por una #SociedadHorizontal

En torno a la conmemoración del “Día Internacional de la Mujer” y con fuertes reclamos por la violencia que sufren las mujeres en México, ante un largo cerco conformado por vallas metálicas colocadas para defender la fachada del Palacio Nacional, un grupo de mujeres encapuchas y vestidas con prendas color negro, tiró algunas de ellas, empleando martillos y otros utensilios, por lo que elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México las repelieron con gas lacrimógeno.

En cuanto a la discusión digital, el #8m se convirtió en tendencia desde las primeras horas de la mañana. Según el reporte de Metrics, empresa dedicada a la investigación digital, un 89% de la conversación fue negativa para el gobierno.

Entre quienes estuvieron en contra, un importante número de participaciones se manifestó diciendo que el muro instalado en Palacio Nacional es un ejemplo de que el Gobierno le da la espalda a las mujeres en su día. Otro grupo, quiZas el que ha tenido mayor presencia en la discusión desde hace algunas semanas, señala a AMLO por apoyar a Félix Salgado, a pesar de tener acusaciones de abuso sexual.

Por su parte, la minoría que defendió al gobierno, consideró que la marcha fue un acto de vandalismo por las afectaciones que ocasionaron a los monumentos nacionales. Adicionalmente, aprobaron que se levantara un muro en el Palacio Nacional, ya que consideran que era necesario para proteger de “supuestas golpistas” de la oposición.

La polarización es grave. La violencia verbal e incluso física crece, con el riesgo a que se convierta en algo mucho más grave. Ante esta situación, es indispensable construir un nuevo espacio de diálogo, identificar una alternativa que nos permita reconducir la confrontación imperante, armar un nuevo ecosistema de políticas públicas que nos ayude a encontrar soluciones de fondo, alcanzar una verdadera igualdad de género y sin violencia contra las mujeres.

Por esta razón, es necesario revisar planteamientos como “la economía del cuidado”. Esta propuesta entiende que la producción de bienes y servicios -en su mayoría no remunerados- al garantizar el bienestar de otros, es fundamental para que se desarrollen la mayoría de actividades en una sociedad. De esta forma el autocuidado, cuidado de personas y cuidado del territorio, se convierten en la base fundamental para el desarrollo del resto de las actividades de la economía. Lo relevante es que en su mayoría, estas actividades están a cargo de las mujeres.

De acuerdo con la CEPAL, la inversión en políticas de cuidado genera un círculo virtuoso, con impacto positivo en el empleo. A manera de ejemplo, la inversión en los sectores de cuidado produce externalidades positivas sobre el nivel de educación de la fuerza de trabajo, ya que la provisión de infraestructura pública y social de cuidado reduce las desigualdades educativas que afectan a niñas y niños.

A su vez, a corto plazo, la profesionalización y certificación de quienes trabajan en forma remunerada en el sector de los cuidados aumenta sus capacidades laborales, sus salarios y su productividad. Este es un pequeño ejemplo del enorme potencial que tiene quitar la “invisivilidad” a quienes con su cuidado -principalmente las mujeres- permiten que todas las demás actividades funcionen.

La #SociedadHorizontal puede ayudar a que la economía del cuidado sea valorada y se convierta en una columna vertebral de un nuevo contrato social, que impulse al país en lo económico, pero también en lo político.

Por una #SociedadHorizontal

En torno a la conmemoración del “Día Internacional de la Mujer” y con fuertes reclamos por la violencia que sufren las mujeres en México, ante un largo cerco conformado por vallas metálicas colocadas para defender la fachada del Palacio Nacional, un grupo de mujeres encapuchas y vestidas con prendas color negro, tiró algunas de ellas, empleando martillos y otros utensilios, por lo que elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México las repelieron con gas lacrimógeno.

En cuanto a la discusión digital, el #8m se convirtió en tendencia desde las primeras horas de la mañana. Según el reporte de Metrics, empresa dedicada a la investigación digital, un 89% de la conversación fue negativa para el gobierno.

Entre quienes estuvieron en contra, un importante número de participaciones se manifestó diciendo que el muro instalado en Palacio Nacional es un ejemplo de que el Gobierno le da la espalda a las mujeres en su día. Otro grupo, quiZas el que ha tenido mayor presencia en la discusión desde hace algunas semanas, señala a AMLO por apoyar a Félix Salgado, a pesar de tener acusaciones de abuso sexual.

Por su parte, la minoría que defendió al gobierno, consideró que la marcha fue un acto de vandalismo por las afectaciones que ocasionaron a los monumentos nacionales. Adicionalmente, aprobaron que se levantara un muro en el Palacio Nacional, ya que consideran que era necesario para proteger de “supuestas golpistas” de la oposición.

La polarización es grave. La violencia verbal e incluso física crece, con el riesgo a que se convierta en algo mucho más grave. Ante esta situación, es indispensable construir un nuevo espacio de diálogo, identificar una alternativa que nos permita reconducir la confrontación imperante, armar un nuevo ecosistema de políticas públicas que nos ayude a encontrar soluciones de fondo, alcanzar una verdadera igualdad de género y sin violencia contra las mujeres.

Por esta razón, es necesario revisar planteamientos como “la economía del cuidado”. Esta propuesta entiende que la producción de bienes y servicios -en su mayoría no remunerados- al garantizar el bienestar de otros, es fundamental para que se desarrollen la mayoría de actividades en una sociedad. De esta forma el autocuidado, cuidado de personas y cuidado del territorio, se convierten en la base fundamental para el desarrollo del resto de las actividades de la economía. Lo relevante es que en su mayoría, estas actividades están a cargo de las mujeres.

De acuerdo con la CEPAL, la inversión en políticas de cuidado genera un círculo virtuoso, con impacto positivo en el empleo. A manera de ejemplo, la inversión en los sectores de cuidado produce externalidades positivas sobre el nivel de educación de la fuerza de trabajo, ya que la provisión de infraestructura pública y social de cuidado reduce las desigualdades educativas que afectan a niñas y niños.

A su vez, a corto plazo, la profesionalización y certificación de quienes trabajan en forma remunerada en el sector de los cuidados aumenta sus capacidades laborales, sus salarios y su productividad. Este es un pequeño ejemplo del enorme potencial que tiene quitar la “invisivilidad” a quienes con su cuidado -principalmente las mujeres- permiten que todas las demás actividades funcionen.

La #SociedadHorizontal puede ayudar a que la economía del cuidado sea valorada y se convierta en una columna vertebral de un nuevo contrato social, que impulse al país en lo económico, pero también en lo político.