/ martes 18 de diciembre de 2018

La equidad en TI: Clave en la innovación

Por: Erika Domínguez

Quizá uno de los principales logros de la tecnología es ser uno de los principales democratizadores para transformar las ideas en innovación: desde la británica Augusta Ada Byron, a quien se atribuye el desarrollo del primer algoritmo de programación hasta Margaret Hamilton, responsable del software de navegación para el Programa Espacial Apolo.

Las ideas requieren de entornos que les permitan pasar de la potencialidad a un hecho y de los hechos a la realidad, donde se mejora la vida de millones de personas, esto implica, necesariamente, cambiar paradigmas para poder detectar, desarrollar y apoyar el talento.

Sin duda, el primer gran detonador es la inclusión. En términos económicos, por ejemplo, fortalecer la equidad de género podría implicar sumar hasta 28 mil millones de dólares a la economía mundial para 2025.

Más allá de los números; las tendencias y estudios muestran que aquellas organizaciones que han apostado por una visión incluyente al momento de consolidar equipos de trabajo sobresalen también en nuevas formas de visualizar retos, generar soluciones orientadas a tener un impacto en condiciones de vida más positivas y ser un motor de innovación.

Apostar por la equidad implica un profundo compromiso por parte de todas las áreas de la organización para desarrollar, constantemente, proyectos multidisciplinarios, mejorar los procesos de atracción de talento e incentivar el trabajo en equipo así como el desarrollo profesional y personal de los colaboradores.

Este cambio de paradigma será cada vez más profundo. En este sentido, las empresas tienen dos opciones, la de liderar un cambio, que sea a través de evaluar y dar seguimiento a los indicadores como la inclusión, flexibilidad, productividad y diversidad o bien, ser seguidoras de la tendencia, pero sin la capacidad de maniobra para innovar.

Ya la pregunta no es si debemos impulsar la equidad, si no qué hacer para aprovechar este talento que, sin duda, constituye uno de los principales diferenciadores al momento de dar forma al futuro. Ese futuro que ya está aquí.

Directora de Planeación Estratégica y Comunicación

Corporativa de KIO Networks.

Por: Erika Domínguez

Quizá uno de los principales logros de la tecnología es ser uno de los principales democratizadores para transformar las ideas en innovación: desde la británica Augusta Ada Byron, a quien se atribuye el desarrollo del primer algoritmo de programación hasta Margaret Hamilton, responsable del software de navegación para el Programa Espacial Apolo.

Las ideas requieren de entornos que les permitan pasar de la potencialidad a un hecho y de los hechos a la realidad, donde se mejora la vida de millones de personas, esto implica, necesariamente, cambiar paradigmas para poder detectar, desarrollar y apoyar el talento.

Sin duda, el primer gran detonador es la inclusión. En términos económicos, por ejemplo, fortalecer la equidad de género podría implicar sumar hasta 28 mil millones de dólares a la economía mundial para 2025.

Más allá de los números; las tendencias y estudios muestran que aquellas organizaciones que han apostado por una visión incluyente al momento de consolidar equipos de trabajo sobresalen también en nuevas formas de visualizar retos, generar soluciones orientadas a tener un impacto en condiciones de vida más positivas y ser un motor de innovación.

Apostar por la equidad implica un profundo compromiso por parte de todas las áreas de la organización para desarrollar, constantemente, proyectos multidisciplinarios, mejorar los procesos de atracción de talento e incentivar el trabajo en equipo así como el desarrollo profesional y personal de los colaboradores.

Este cambio de paradigma será cada vez más profundo. En este sentido, las empresas tienen dos opciones, la de liderar un cambio, que sea a través de evaluar y dar seguimiento a los indicadores como la inclusión, flexibilidad, productividad y diversidad o bien, ser seguidoras de la tendencia, pero sin la capacidad de maniobra para innovar.

Ya la pregunta no es si debemos impulsar la equidad, si no qué hacer para aprovechar este talento que, sin duda, constituye uno de los principales diferenciadores al momento de dar forma al futuro. Ese futuro que ya está aquí.

Directora de Planeación Estratégica y Comunicación

Corporativa de KIO Networks.