/ viernes 30 de octubre de 2020

La escuela y el rebrote

En los últimos días han escalado voces sobre el regreso a clases presenciales, aún manteniendo un semáforo epidemiológico naranja o incluso rojo. Estas voces son naturales por la desesperación causada en tiempos extraordinarios como resultado de una pandemia. Sin embargo, la decisión de reabrir las escuelas tiene que darse con base a argumentos científicos y evidencia sólida, no por presiones sin sustento.

Evidencia recopilada por la Academia América de Pediatras, demuestra que en Estados Unidos, ante la reapertura en verano de escuelas, el número de casos de niños y niñas contagiados se duplicó de 200 mil a 400 mil tan solo de julio a agosto. Si bien está comprobado que las y los menores son la población de menos riesgo, esto no los hace inmunes y lamentablemente cada día hay más casos de contagios y fallecimientos de esta población. Abrir las escuelas aumentará considerablemente más el número de casos, se expandirá a los demás miembros de la comunidad educativa con mayor riesgo de complicaciones: familias, docentes, personal administrativo y directivos de escuelas.

Muchos han citado las palabras del Director del Departamento de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que mencionó que si el contagio es bajo las escuelas pueden reabrir. Lo que se les olvida citar es que solo se recomienda abrir cuando las cifras de contagios van a la baja y cuando la epidemia esté controlada, algo que en México aún no experimentamos.

Toda la evidencia científica señala un impacto pernicioso de la reapertura temprana de escuelas, como lo sucedido en Israel. Al principio de la pandemia y confinamiento fue un país ejemplo a seguir, con fuertes medidas de control, prevención y cuidado de la salud. En mayo, ante el descenso de casos, se apresuró y reabrió todas sus actividades sin moderación, entre ellas las escuelas, en las cuales no se hizo obligatorio el uso de cubrebocas, prendieron aires acondicionados y cerraron ventanas. De tener 20 contagios diarios brincó a 2000, con estudiantes y docentes infectados entre ellos. El ministro de educación israelí declaró: “Gran parte de la segunda ola proviene de la apertura del sistema educativo”.

Es conveniente explorar opciones que permitan una opción intermedia en la cual se puedan tener algunas actividades que minimicen impactos económicos y psicosociales. La UNESCO menciona que algunas consecuencias del cierre prolongado de escuelas son: interrupción de aprendizajes, mala nutrición, confusión, estrés, depresión, inequidad, violencia doméstica, asilamiento social, entre otros. Por ello es importante la construcción de opciones en consenso con las comunidades para permitir algunas actividades como asesorías, deportes, reforzamiento de aprendizajes, entre otros. Lo anterior debe ser de manera voluntaria, sin obligar a nadie y con las máximas medidas de prevención. La estrategia de la SEP de cerrar escuelas ha salvado vidas; por el bien de todas y todos, el regreso a clases presenciales debe ser hasta el semáforo verde.

@LuisH_Fuentes

En los últimos días han escalado voces sobre el regreso a clases presenciales, aún manteniendo un semáforo epidemiológico naranja o incluso rojo. Estas voces son naturales por la desesperación causada en tiempos extraordinarios como resultado de una pandemia. Sin embargo, la decisión de reabrir las escuelas tiene que darse con base a argumentos científicos y evidencia sólida, no por presiones sin sustento.

Evidencia recopilada por la Academia América de Pediatras, demuestra que en Estados Unidos, ante la reapertura en verano de escuelas, el número de casos de niños y niñas contagiados se duplicó de 200 mil a 400 mil tan solo de julio a agosto. Si bien está comprobado que las y los menores son la población de menos riesgo, esto no los hace inmunes y lamentablemente cada día hay más casos de contagios y fallecimientos de esta población. Abrir las escuelas aumentará considerablemente más el número de casos, se expandirá a los demás miembros de la comunidad educativa con mayor riesgo de complicaciones: familias, docentes, personal administrativo y directivos de escuelas.

Muchos han citado las palabras del Director del Departamento de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que mencionó que si el contagio es bajo las escuelas pueden reabrir. Lo que se les olvida citar es que solo se recomienda abrir cuando las cifras de contagios van a la baja y cuando la epidemia esté controlada, algo que en México aún no experimentamos.

Toda la evidencia científica señala un impacto pernicioso de la reapertura temprana de escuelas, como lo sucedido en Israel. Al principio de la pandemia y confinamiento fue un país ejemplo a seguir, con fuertes medidas de control, prevención y cuidado de la salud. En mayo, ante el descenso de casos, se apresuró y reabrió todas sus actividades sin moderación, entre ellas las escuelas, en las cuales no se hizo obligatorio el uso de cubrebocas, prendieron aires acondicionados y cerraron ventanas. De tener 20 contagios diarios brincó a 2000, con estudiantes y docentes infectados entre ellos. El ministro de educación israelí declaró: “Gran parte de la segunda ola proviene de la apertura del sistema educativo”.

Es conveniente explorar opciones que permitan una opción intermedia en la cual se puedan tener algunas actividades que minimicen impactos económicos y psicosociales. La UNESCO menciona que algunas consecuencias del cierre prolongado de escuelas son: interrupción de aprendizajes, mala nutrición, confusión, estrés, depresión, inequidad, violencia doméstica, asilamiento social, entre otros. Por ello es importante la construcción de opciones en consenso con las comunidades para permitir algunas actividades como asesorías, deportes, reforzamiento de aprendizajes, entre otros. Lo anterior debe ser de manera voluntaria, sin obligar a nadie y con las máximas medidas de prevención. La estrategia de la SEP de cerrar escuelas ha salvado vidas; por el bien de todas y todos, el regreso a clases presenciales debe ser hasta el semáforo verde.

@LuisH_Fuentes