La contingencia ha puesto a prueba la capacidad de adaptación de millones de personas alrededor del mundo y replanteado la organización de numerosos sectores de la sociedad. La educación superior no es la excepción.
Máxima universidad de México e Iberoamérica, la UNAM está próxima a cumplir 50 días de haber suspendido las clases presenciales y toda actividad administrativa no esencial, quedando exceptuadas de ello labores imprescindibles para la propia Universidad y para México como la operación del Servicio Sismológico Nacional, la Facultad de Medicina y la mismísima Fundación UNAM que ha sido un convocante de primer nivel para ayudar a nuestros médicos residentes y dotarlos del equipo mínimo necesario para su protección ante el surgimiento del nuevo virus.
Por ello, la Facultad de Derecho al mando del jurista Raúl Contreras Bustamante ha trasladado su operación del salón de clases a miles de hogares desde los que mil 300 académicos dan seguimiento a sus labores docentes y se encuentran empeñados en garantizar la máxima calidad y difusión del conocimiento jurídico.
Se trata de una de las facultades con mayor número de salones virtuales activados, así como de actividades de extensión universitaria realizadas.
Las y los máximos catedráticos de Derecho pueden ser vistos en la comodidad de sus hogares, hablando sobre los temas jurídicos de mayor actualidad y pertinencia, como lo es el derecho laboral, derecho sanitario y derecho económico.
Se dice fácil, pero la capacidad de respuesta que ha desarrollado la Facultad de Derecho con su director al frente es digna de destacarse por su responsabilidad y compromiso con miles de estudiantes que pudieron haber visto interrumpida su preparación profesional, pero que en lugar de ello el esfuerzo institucional ha permitido continuidad en la labor social que realiza la Facultad de Derecho.
Es evidente que el mundo de la abogacía podría ser objeto de numerosos cambios a raíz de la contingencia por el Covid-19 para trasladarlos a la vía virtual y ante ello, la Facultad de Derecho de la UNAM ha dado un paso adelante mostrando la cohesión y convencimiento de su comunidad.
Lejos de tomar estas semanas como días de descanso o de asueto, la Facultad de Derecho ha redoblado el paso para atender las necesidades de su comunidad y seguir preparando a las y los juristas que México necesita.
La pertinencia de las acciones tomadas por el director Contreras se demostró con el hecho de que la Facultad de Derecho no tuvo ningún brote ni contagio de Covid y con ello, se garantizó el bienestar de sus alumnos, trabajadores y profesores.
El siguiente reto es no bajar la guardia, atender las medidas que dicten las autoridades sanitarias y concretar el cierre del ciclo escolar bajo los máximos cánones académicos. Y en ello seguramente está inmerso al doctor Raúl Contreras Bustamante, universitario a toda prueba y contingencia.
