Esta vez, hablemos de lo bueno: México es un país satisfecho ¡emocionalmente! En verdad que esta sociedad es increíble: Baste solo mirar nuestro entorno para darnos cuenta del sinnúmero de situaciones adversas con que los mexicanos hemos de lidiar cotidianamente en varios ámbitos –social, económico y político-, y aun así, a decir de las cifras publicadas recientemente por el INEGI, la mayoría de nosotros nos sentimos satisfechos con nuestra vida.
Comparando los datos con la información analizada a febrero del 2017, la encuesta indica que las personas mayores de edad, están más contentas, pese a la dificultad que enfrentamos en temas como la inseguridad, las finanzas y el debate político, lo cual nos lleva a reiterar que México ha sabido sobrellevar las malas noticias y continuar disfrutando la grandeza de esta Gran Tipa que es la vida.
Y bueno, qué mejor muestra que las respuestas halladas en los resultados de la muestra en las que resaltan frases como: “Soy una persona afortunada”, “me siento bien conmigo mismo”, “soy optimista con respecto a mi futuro”, “disfruto lo que hago”
Eso sí, hemos de reconocer que son más felices los hombres que nosotras las féminas, destacando igualmente los jóvenes.
Derivado de diversos estudios realizados a nivel mundial, nuestro país usualmente resulta entre los primeros lugares respecto a la situación emocional, mostrando sentimientos positivos, sueños y metas por cumplir, además de las relaciones personales satisfactorias, como algunos de los aspectos causantes de esta felicidad que hoy nos embarga.
Pero conforme a lo anterior, ¿qué es lo que hace entonces felices a los mexicanos?
Decíamos que las relaciones interpersonales –amigos-, son un factor determinante para la felicidad de un individuo, y en México nunca falta un amigo.
Y ya en ese plan, hemos de reconocer que somos alegres, pues; de casi cualquier circunstancia,-sea buena o no-, destaca el mundialmente conocido “humor mexicano”, ante cualquier suceso o eventualidad, resulta el chiste, meme, anécdota, cuento, etcétera, derivado de la creatividad de nuestros compatriotas, lo cual provoca un sentimiento de aceptación y causa satisfacción, mejora el ánimo y nos hace más alegres.
Y qué decir de la solidaridad a los conciudadanos en momentos difíciles; baste los más recientes ejemplos en los sismos que nos han azotado; ahora que ya en plan de chacota –que es el mayormente recurrido-, gocemos de la ola, porras, dichos y hechos...
Lo cierto es que el ánimo bullanguero no se pierde y nos hace sentir satisfechos con nosotros mismos, lo cual acarrea mayor productividad y ganas, pues. Así las cosas, resulta que México es un país feliz y satisfecho.
Lo bueno cuenta, y cuenta mucho!!! Ea!!!
GABRIELA MORA
OPINIÓN
gamogui@hotmail