/ lunes 27 de noviembre de 2017

La forma es fondo

1.- “Mi muy querido Alfredo: La Convención del PRI declaró hoy candidato a la Presidencia de la República al Sr. Lic. Adolfo López Mateos. México está jubiloso porque tendrá un gran presidente que continuando la obra vigorosa de Ruiz Cortines, actuará con espléndidas dotes de mando y con singulares aptitudes para convertirse en un estadista de talla inconmensurable.

2.-“Esto es el triunfo de todo lo noble que México tiene y en ello nadie ha colaborado con el talento, la hombría de bien y la generosa altitud de miras de usted. Jugó usted su vida y la de “Zócalo” y ganó el albur para no cobrarlo, porque usted tiene una voluntad indomable y un carácter de hierro, posee un alma noble y buena que antes que nada, se solaza en el bienestar de la Patria mexicana a la que usted quiere tanto.

3.-En el momento en que fuimos como Delegados a la Convención, a cumplir el grato encargo de significarle a nuestro candidato la adhesión unánime de mi pueblo, mis compañeros Delegados de Tabasco y yo, pensamos en usted y, en nombre de todos le envío con mi felicitación afectuosa el mejor de mis abrazos.”

4.-Así le expresó Carlos Madrazo al director del periódico “Zócalo”, hace sesenta años y diez días, cuando los sectores del partido, que entonces prácticamente no tenía contrincantes, se pronunciaron por la candidatura de Adolfo López Mateos. La liturgia se sigue, con las diferencias obvias de que hoy se postula a un candidato y no al próximo Presidente; que por el PAN hace todos esos años el candidato fue un señorón del tamaño de Luis H. Álvarez, y que la izquierda se hallaba aglutinada dentro del PRI.

5.-Otra diferencia notable es que hoy la disyuntiva a la liturgia representa una competencia que haría regresar a México a otros tiempos a los que la mayoría tiene la opción de no regresar. Los atributos del candidato del partido en el Gobierno se conocen y se harán más claros las semanas y los meses que vienen. La tarea es compleja y ganará la razón. Pero siempre vale parafrasear a López Velarde: Que sea para bien.

1.- “Mi muy querido Alfredo: La Convención del PRI declaró hoy candidato a la Presidencia de la República al Sr. Lic. Adolfo López Mateos. México está jubiloso porque tendrá un gran presidente que continuando la obra vigorosa de Ruiz Cortines, actuará con espléndidas dotes de mando y con singulares aptitudes para convertirse en un estadista de talla inconmensurable.

2.-“Esto es el triunfo de todo lo noble que México tiene y en ello nadie ha colaborado con el talento, la hombría de bien y la generosa altitud de miras de usted. Jugó usted su vida y la de “Zócalo” y ganó el albur para no cobrarlo, porque usted tiene una voluntad indomable y un carácter de hierro, posee un alma noble y buena que antes que nada, se solaza en el bienestar de la Patria mexicana a la que usted quiere tanto.

3.-En el momento en que fuimos como Delegados a la Convención, a cumplir el grato encargo de significarle a nuestro candidato la adhesión unánime de mi pueblo, mis compañeros Delegados de Tabasco y yo, pensamos en usted y, en nombre de todos le envío con mi felicitación afectuosa el mejor de mis abrazos.”

4.-Así le expresó Carlos Madrazo al director del periódico “Zócalo”, hace sesenta años y diez días, cuando los sectores del partido, que entonces prácticamente no tenía contrincantes, se pronunciaron por la candidatura de Adolfo López Mateos. La liturgia se sigue, con las diferencias obvias de que hoy se postula a un candidato y no al próximo Presidente; que por el PAN hace todos esos años el candidato fue un señorón del tamaño de Luis H. Álvarez, y que la izquierda se hallaba aglutinada dentro del PRI.

5.-Otra diferencia notable es que hoy la disyuntiva a la liturgia representa una competencia que haría regresar a México a otros tiempos a los que la mayoría tiene la opción de no regresar. Los atributos del candidato del partido en el Gobierno se conocen y se harán más claros las semanas y los meses que vienen. La tarea es compleja y ganará la razón. Pero siempre vale parafrasear a López Velarde: Que sea para bien.

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