Lo que ya es una tendencia y recurso publicitario por parte del Presidente de los Estados Unidos, ahora quedaron en plena evidencia. Como primer resultado contundente de la intervención del gobierno ruso para favorecer al entonces candidato del Partido Republicano, ha sido sentenciado un abogado de origen holandés.
La reacción del jefe de la Casa Blanca, enmarcada por una marcha de migrantes irregulares procedente de Centroamérica con destino a la frontera de México con Estados Unidos, ha sido proporcional a la búsqueda de un tema que desvíe la atención pública y mediática a otro lado. Así, se ordenó desde el Despacho Oval, que en un plazo no mayor de 30 días se tengan listos la cantidad de integrantes de la Guardia Nacional que serán desplegados, de dónde vendrán, en dónde se ubicarán y por cuanto tiempo permanecerán.
La tibia reacción al anuncio del despliegue de la Guardia Nacional, tanto del gobierno como del responsable de la política exterior de nuestro país, ha sido atemperada por la sólida relación en el ámbito militar que mantienen México y Estados Unidos. A través de los titulares de las Secretarías de la Defensa Nacional, General Salvador Cienfuegos Zepeda, de Marina Armada de México, Almirante Francisco Vidal Soberón Sánz y del Departamento de Defensa, General James Mattis, se mantienen los lazos de cooperación y entendimiento en los ámbitos de Defensa y Seguridad.
Regresando a la trama de las investigaciones del FBI, respecto de la muy probable intervención del antiguo adversario durante la Guerra Fría, esta comienza a dejar de ser una hipótesis para irse convirtiendo en un muy serio desafío a una de las democracias fundadoras de la era moderna. De seguir las pesquisas, y conforme se vayan sustentando los acercamientos y compromisos adquiridos durante la campaña presidencial de 2016, la presión sobre el jefe de la Casa Blanca aumentará y con ello, los cuestionamientos respecto de la pulcritud de su triunfo en las urnas.
Por otra arte, cabe señalar que la Guardia Nacional, es una organización militar, donde el financiamiento y pago de su infraestructura e integrantes corre a cargo de los estados, mientras que el adiestramiento y equipa- miento, son tareas del Departamento de Defensa.
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